Un grupo de aficionados a Leica pasea por el 'Leitz Park' de Wetzlar, la ciudad temática de la marca

Un grupo de aficionados a Leica pasea por el 'Leitz Park' de Wetzlar, la ciudad temática de la marca Jose Verdugo

El Cultural

El '100 cumpleaños' de Leica, la cámara de fotos que se inventó portátil y popularizó la fotografía en el siglo XX

La exclusiva marca alemana celebra su centenario en un momento clave por varios factores, entre los que destacan la resurrección de la fotografía analógica, el impacto de los mercados asiáticos y la inteligencia artificial.

La cita, que ha tenido lugar en el 'Leitz-Park', también ha servido como epicentro del coleccionismo con una puja de un modelo único que ha sido subastada por 6 millones de euros.

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En Wetzlar, una pequeña ciudad alemana, se ha extendido una alfombra roja para celebrar un aniversario singular. No es el de la fundación del municipio, ni el de su honrado y distinguido pero breve vecino Johann Wolfgang von Goethe, sino la celebración de los 100 años de una manera de hacer fotografía.

En Alemania, como bien sabemos sus vecinos europeos, tienen su propia forma de hacer las cosas. Esto pasa también con la manera de capturar las imágenes a través de una lente. Wetzlar es la sede, desde hace décadas, de lo que un día fueron altas naves y refinados talleres en los que se fabricaron, de forma artesanal, las primeras ópticas para las cámaras fotográficas ensambladas a principios del siglo XX. Y hoy es la sede de todo un complejo dedicado a la cámara más mítica: Leica.

'Leitz-Park' no es otra cosa que la ciudad de Leica, una suerte de parque temático con edificios de diseño en el que la marca de lentes y de cámaras fotográficas tiene su cuartel general y que incluye un museo, su escondido archivo y hasta un hotel-restaurante. Todo un resort de lujo que fue inaugurado en 2014, después ampliado en 2018 y que hoy se ha convertido en un lugar sagrado para los aficionados de la fotografía.

La imagen más repetida en Wetzlar: coleccionistas de Leica con sus 'tesoros' y llamativos cordones

La imagen más repetida en Wetzlar: coleccionistas de Leica con sus 'tesoros' y llamativos cordones Jose Verdugo

Sin embargo, la celebración comenzó de manera solemne con un concierto en la colorida y fotogénica catedral de Wetzlar. ¿Alguna vez se han hecho tantas fotos en un sitio a la misma vez? Allí, una pequeña orquesta de cámara y el coro de Leica (sin una cámara, eso sí, en el cuello de sus músicos) hicieron las delicias ante la atenta mirada de Joel Meyerowitz, Ralph Gibson, Jane Evelyn Atwood y Steve McCurry, así como otros tantos iconos de la fotografía.

Ellos han sido algunos de los principales reclamos de una distinguida fiesta que ha congregado a centenares de personas de todo el mundo entre artistas, influencers, muchos coleccionistas, directivos de la casa, periodistas y celebrities como el actor Jason Momoa o el músico Jamie Cullum, también aficionados de esta histórica marca. En definitiva, un cumpleaños gigante en el que la mayoría de asistentes llevaba colgada de sus hombros una valiosa cámara de fotos casi siempre ataviada con llamativos cordones.

La exclusiva marca alemana celebra este 2025 el 100 cumpleaños de su primera cámara, la Leica I, que fue fabricada en serie en 1925 en esta ciudad bañada por el río Lahn. Una máquina de fotografía que cambió el concepto que existía de las cámaras, que hasta entonces eran grandes aparatos, difíciles de mover, con largas exposiciones, trabajosos revelados y reservadas para gente del gremio.

Uno de los coleccionistas presentes en Wetzlar sacó de su bolsillo este modelo de 1939, una Leica II

Uno de los coleccionistas presentes en Wetzlar sacó de su bolsillo este modelo de 1939, una Leica II

Con ello empezó una nueva forma de entender la captura instantánea de imágenes, que ha estado muy ligada desde estos inicios del siglo XX al fotoperiodismo (ahí están los ejemplos de Cartier-Bresson o de Robert Capa) y también a la fotografía más artística que sigue representando a los usuarios de las lentes Leitz en la actualidad.

De los prototipos de Barnack al distinguido diseño actual

Los modelos primigenios diseñados por la casa de Ernst Leitz -dedicada ya de antes a la fabricación de microscopios y lentes de precisión- y siguiendo los prototipos que Oskar Barnack ya había dibujado años atrás y fueron paralizados por la I Guerra Mundial, se atesoran hoy en un pequeño y escondido archivo que Leica guarda en las dependencias de su ciudad temática. Es en este recóndito lugar donde se guardan modelos únicos, desde los más antiguos a los prototipos más actuales con los que trabajan para promocionar la singularidad que les caracteriza.

Entre cuerpos, lentes y gran variedad de componentes, el archivo mantiene intactos algunos ejemplares de los diferentes modelos de la codiciada Leica I, con ópticas de diferentes distancias focales, así como rarezas como el sistema rotatorio 'Orlof' y otras series únicas con valores superiores a los 20.000€, que son objetos de colección a lo largo y ancho del planeta.

Ralf Niggemann, trabajador del Archivo, enseña una de las rarezas de Leica, el sitema Orolf de intercambio rotatorio de lentes

Ralf Niggemann, trabajador del Archivo, enseña una de las rarezas de Leica, el sitema Orolf de intercambio rotatorio de lentes Jose Verdugo

Y es que precisamente, cada vez es más amplio el mercado de coleccionistas dentro del universo Leica. Así se ha visto también durante toda la celebración de este particular centenario, con decenas y decenas de personas que han exhibido alegremente modelos más antiguos o incluso más novedosos, pero siempre lujosos de estas cámaras. Tanto es así, que durante los fastos del aniversario se ha realizado una subasta de un ejemplar único de la Serie 0 que ha sido vendido por 6 millones de euros.

No es ninguna novedad el selecto público de las cámaras alemanas que se ha multiplicado durante las últimas décadas. Las leicas son un producto gourmet dentro del mundo de la fotografía. También es muy especializado, no obstante, el resultado de las mismas, algo que se puede observar tanto en los modelos más antiguos que son perseguidos, incluso, por fetichistas del sonido del obturador, como en los más novedosos -como la edición especial fabricada por los 100 años- que usan ópticas de última generación.

Pero hay un dato curioso en cuanto a la vanguardia tecnológica de Leica, y es que ahora que la fotografía analógica ha regresado de forma tan abrumadora, la casa ha sacado por primera vez un carrete de 35mm. En 2025. El Monopan 50, como no podía ser de otra manera, sigue la estética retro y vintage de la marca tanto en su packaging como en su difusión.

Los 'popes' de la fotografía, de paseo por Wetzlar

Entre cámaras antiguas y modernas y centenares de fotografías impresas en todos los formatos que adornan todos los rincones -por supuesto, también los aseos- del 'Leitz-Park', han paseado estos días grandes autores de los últimos tiempos, todos ellos embajadores de la casa. Si hiciéramos una analogía con el Vaticano que sería esta ciudad santa de la fotografía, Joel Meyerowitz, Steve McCurry y Jane Evelyn Atwood serían sin duda tres de sus 'popes', pero no los únicos. Todos los objetivos apuntaban hacia ellos.

Meyerowitz, que a sus 87 años sigue en activo y es uno de los protagonistas del amplio elenco del documental que también ha estrenado Leica, es como una estrella del rock avd rol en Wetzlar. A veces con su cámara en el hombro, otras, con su sombrero y sus gafas. Acaba de inaugurar la exposición The pleasure ef seringa / El placer de ver, que cuenta con una selección de 100 obras realizada por el propio artista, entre las que figuran algunas fotografías que hizo durante su estancia en Europa en los años 60.

A Joel Meyerowitz no paraban de pedirle autógrafos por doquier

A Joel Meyerowitz no paraban de pedirle autógrafos por doquier Jose Verdugo

Por su lado, Steve McCurry siempre andaba perdido entre los muchos fotógrafos y coleccionistas presentes en el cuartel general de Leica. Durante estos días le han parado continuamente para hacerse una foto con él. Sus fan buscan conectar con la mirada de esos ojos pequeños y azules que le caracterizan y que quizá son un espejo de las miradas que siempre ha buscado el estadounidense en su trabajo. Él, criticado y alabado quizá a partes iguales, firma los libros que le llevan con su mano izquierda y poca gente se atreve a preguntarle por sus polémicas de años atrás. Pese a todo, McCurry expone sus obras -hace solo unos meses lo hizo en Madrid- y lleva su fotografía documental, con la archiconocida niña afgana y muchas otras obras, a rincones de todo el planeta.

Jane Atwood enseñó hace décadas cómo eran las cárceles por dentro, con una mirada muy particular sobre las mujeres que permanecían dentro. La también fotógrafa estadounidense visitó diferentes prisiones de su país y de Europa. Ese trabajo, que dio la vuelta al mundo, le valió para ganar el Premio Oskar Barnack en 1997 y situarse en la órbita de Leica. Para tomar las imágenes, usó una M6 y una M7 que hoy guarda en su casa.

La película, que se estrenará en los próximos meses, también ha servido para rendir homenaje a la más sonada ausencia de este centenario, la de Sebastião Salgado. El que fue Premio Princesa de Asturias de las Artes en 1998 y otro de los embajadores más famosos de la marca alemana falleció el pasado 23 de mayo a los 81 años. En todos los actos de la celebración del centenario, cada vez que se nombraba al fotógrafo brasileño o que se mostraba una imagen suya, se introducía una sonora ovación. Su legado queda grabado en la retina de todas aquellas personas que han conocido de cerca su trabajo.

La mirada de los 100 años

Mientras el mundo se desmorona a nuestro alrededor, cada vez parece más importante preservar una manera de ver las cosas con pausa, con detenimiento, aunque sea a través de una cámara: esa aliada que nos ayuda a guardar recuerdos, momentos y miradas. Sin duda, el mundo de la fotografía -que ha atravesado guerras y crisis continuamente-, ahora tiene un reto que asumir (que ya asume desde hace tiempo) y que ha abierto nuevos frentes y debates: la inteligencia artificial.

Una aficionada de Leica pasea por el parque temático de la casa en Wetzlar

Una aficionada de Leica pasea por el parque temático de la casa en Wetzlar Jose Verdugo

Asistimos con este particular cumpleaños de una cámara de fotos en mitad de escena a un momento único en el que la tecnología vuelve a desarrollar objetos que antes eran fabricados de forma artesanal, mientras también contribuye a que crezcan los modelos de IA tan presentes en el mundo gráfico. Y esto no ha resultado ajeno en las conversaciones que se han extendido por todo el 'Leitz Park' estos días: la generación artificial de imágenes se ha colado en workshops, presentaciones, entrevistas y conferencias en este momento en el que la IA ha irrumpido de forma tan brutal.

A través de los años, las lentes y películas fotográficas han servido como testimonios de revoluciones tecnológicas que ahora atraviesan un nuevo e inquietante capítulo que deja una pregunta con difícil respuesta: ¿cómo va a convivir la fotografía con su nuevo compañero de viaje, la inteligencia artificial?