Dos vigilantes de sala se aproximan a los activistas que se pegaron a los marcos de las dos 'Majas' de Goya este sábado en el Museo del Prado. Foto: EFE/Futuro Vegetal

Dos vigilantes de sala se aproximan a los activistas que se pegaron a los marcos de las dos 'Majas' de Goya este sábado en el Museo del Prado. Foto: EFE/Futuro Vegetal

Arte

El Prado ve un 'éxito' su respuesta al ataque a 'Las Majas' y descarta reforzar su seguridad

El director del patronato, Javier Solana, considera que todo el personal siguió un protocolo muy ensayado y que este tipo de acciones no se pueden evitar

7 noviembre, 2022 01:23

Tras el acto de 'ecovandalismo' del sábado por la mañana en el Museo del Prado, la pinacoteca centró todos sus esfuerzos en volver a la normalidad lo antes posible. La pintada fue eliminada rápidamente y a las cinco de la tarde la sala ya estaba abierta de nuevo al público. Ayer la consigna era “hablar de normalidad”, aseguraron a este medio fuentes del museo. Borrón y cuenta nueva. 

El presidente del patronato del Museo del Prado, Javier Solana, llegó al museo poco después del incidente y fue el encargado de reabrir la sala al público. “Ha sido una operación llevada en tiempo récord, llevábamos semanas preparándonos para que ocurriera algo así. Todo salió estupendamente”, afirma Solana a El Cultural.

Lo que queda claro tras el suceso es que los atacantes no dañaron las obras porque no quisieron, pero podrían haberlo hecho, del mismo modo que podrán hacerlo futuros imitadores si no se refuerzan las medidas de seguridad. No obstante, Solana opina que el protocolo de seguridad actual es eficaz e informa de que no hay intención de reforzarlo, ya que considera que no se podía haber hecho nada más para impedir la acción de los dos manifestantes. “Podrían haber hecho cualquier barbaridad pero contra estas cosas no hay quien pueda prepararse”, sostiene.

[Dos activistas pegan sus manos a los marcos de los cuadros de 'Las Majas' de Goya en El Prado]

El director de Comunicación del Museo del Prado, Carlos Chaguaceda, eludió también cualquier atisbo de autocrítica este domingo. En una entrevista en RTVE, dijo que “plantear esto en términos estrictos de seguridad no nos conduce a ningún sitio, porque desde que empezaron las movilizaciones hasta el día de ayer habrán pasado más de 350.000 personas sin ningún problema. Ayer, en concreto, pasaron 8.144 personas”. También afirmó que “mantener un estado de vigilancia absoluta sobre el 100 % de los cuadros nos obligaría a convertir los museos en búnkeres”, y que “los museos no están dispuestos a cachear a los visitantes”. 

Además, Chaguaceda achacó la proliferación de este tipo de ataques en todo el mundo al “impacto mediático” que generan. En este sentido, recordó que tras la prohibición de la FIFA de mostrar en televisión las imágenes de los manifestantes que saltaban a los campos de fútbol, este tipo de protestas cesaron. En la misma línea, Solana considera que “lo importante es no hacer más propaganda” de este tipo de acciones para no incitar a que las sigan cometiendo. “Ellos pierden si no hay fotos”, subraya.

Protocolo oculto

En los vídeos del suceso que circularon por las redes sociales, puede verse a varias vigilantes de sala intentando desalojar al público de la zona y centrando casi todos sus esfuerzos en evitar que este hiciera fotos o grabara la escena. Después, según relata Solana, llegaron los guardias de seguridad y muy poco después la policía, ya que había un retén prevenido en las inmediaciones del museo por si sucedía algo así. Los jóvenes miembros de la organización Futuro Vegetal, de 18 y 21 años, fueron despegados de los marcos de ‘Las Majas’ y fueron detenidos sin ninguna resistencia por su parte. “Los chicos pedían perdón todo el rato por lo que habían hecho”, relata el presidente del patronato del museo. El domingo, Futuro Vegetal aseguró que otras dos activistas fueron detenidas por la mañana por grabar las imágenes.

Aunque Solana considera eficaz el protocolo de seguridad del Prado, el museo se niega a detallar su plan de actuación en situaciones como la ocurrida el sábado. Al preguntar por ello, fuentes del museo nos remiten a la escueta normativa de seguridad publicada en su web, dirigida a los visitantes.

Preocupación en la Comunidad de Madrid

Los tres niveles territoriales de la Administración Pública forman parte del Real Patronato del Museo del Prado: Ministerio de Cultura y Deporte (que lo preside), Comunidad de Madrid y Ayuntamiento de Madrid. Las tres administraciones han rechazado por ahora hacer declaraciones a este medio sobre la necesidad de reforzar la seguridad del museo. 

[El Prado "repudia" el ataque a 'Las Majas' de Goya pero rechaza explicar su protocolo de seguridad]

No obstante, el pasado miércoles, tres días antes del ataque, la Comunidad de Madrid pidió al ministerio que reforzase la seguridad del museo, a través de una carta que la consejera de Cultura, Marta Rivera de la Cruz, envió a Miquel Iceta.

“Querido ministro: Me pongo en contacto contigo para trasladarte mi preocupación acerca de la falta de vigilantes de sala en diferentes museos estatales. Yo misma he podido comprobar, en mis visitas a museos madrileños, que ante la falta de personal de control en salas, se han visto obligados a cerrar ciertas estancias. En algunos casos se ha llegado al cierre del 50% del espacio, como sucedió hace unos días en el Museo Arqueológico Nacional”, decía la misiva.

Ayer, en un mensaje de condena del acto vandálico, Rivera de la Cruz volvió a referirse a esta situación, que “evidencia también que puede haber algunos problemas de seguridad”. “Lo sucedido en el Prado realmente no puede repetirse. Hay una moda muy peligrosa que puede acabar dañando de forma irreparable el patrimonio de todos y hay que tomar medidas cuanto antes”.

Por su parte, fuentes del Ministerio de Cultura y Deporte aseguran que el pasado 24 de octubre el ministerio “envió una comunicación a todos los museos nacionales para instarles a extremar las medidas de seguridad y ser exhaustivos en el cumplimiento de las normas de acceso que los visitantes ya deben cumplir para acceder al recinto, como la prohibición de introducir elementos y bebidas en las salas, mochilas y bultos grandes, paraguas u objetos punzantes, etc”. Sin embargo, no se contempla por ahora ninguna reunión del Patronato del Museo del Prado para endurecer el protocolo de seguridad, según reconoce su presidente. 

Tomás Marco, director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y, como tal, miembro del Patronato del Museo del Prado, opina que la pinacoteca “está haciendo lo que debe hacer, lo cual no excluye al cien por cien que se haga algo más. Creo que se pueden evitar muchas cosas”. Al mismo tiempo considera que cualquier medida adicional habrá que implementarla “con tiento”, para que “la obsesión por la seguridad no incida en las libertades individuales y los derechos de la gente”.

Una de las medidas más sencillas para aumentar la protección de las obras del Prado y otros museos consistiría en colocar mamparas de cristal cubriendo las obras más importantes. Con respecto a ello, Marco opina que en algunos casos esta medida “rebajaría la calidad de la contemplación” de las obras de arte.