Disfrutar del vino en verano es posible si sabes cómo
Cómo conservar y consumir el vino en verano según los expertos: "Lejos del horno o el lavavajillas"
Mantener la frescura y el sabor del vino durante los meses más calurosos del año y disfrutar cada copa al máximo este verano es posible gracias a los trucos de estos cuatro profesionales.
Más información: 'Light reds': 7 tintos frescos y ligeros para disfrutar al aire libre
Cuando las temperaturas suben, el vino puede perder su esencia si no se conserva correctamente. Para que cada brindis siga siendo un placer en los días más calurosos, hablar con sumilleres y expertos resulta fundamental.
Ellos nos explican paso a paso cómo elegir la copa, cuál es la temperatura ideal para cada tipo de vino y qué prácticas evitar a toda costa para no arruinar una buena botella.
En este artículo desvelamos los mejores consejos para conservar el vino en verano sin volverte loco y te damos ideas para que cada sorbo sea una experiencia perfecta, incluso bajo el sol.
“El calor es el peor enemigo del vino, y en casa no siempre tenemos una bodega climatizada, pero hay formas de hacerlo bien sin montar una cava en el salón”, explica Tomás Ucha Altamirano, Head Sommelier de DiverXO (Madrid).
Lo importante, insiste, es que no pase calor, ni le dé el sol. “El vino necesita frescura y estabilidad. No hace falta tenerlo a 12 °C exactos, pero que no esté subiendo y bajando de temperatura todo el día”.
Burbujas al aire libre
Los trucos de los sumilleres
1. Busca el sitio más fresco, oscuro y tranquilo de la casa. “Un armario interior, la despensa, lo que sea, pero sin luz y lejos del horno o el lavavajillas”, comenta Ucha.
“Es importante que la conservación sea bastante lineal. La temperatura constante, sin grandes variaciones, ni de temperatura, ni de humedad, y tampoco grandes movimientos”, puntualiza Silvia Ortuñez, supervisora de sumilleres en The Library Wine Boutique (Madrid).
Andrés Rodríguez, sumiller del Cenador de Amós (Cantabria), recomienda sacarlo de la cocina: “Es una estancia en donde hay muchísimos cambios y variaciones de temperatura que no le van bien al vino. La vitrocerámica, el horno, el vapor, hacen que suba mucho la temperatura mientras está en uso, y cuando no, esta baja de golpe”, recuerda.
Algo parecido sucede con otros espacios de la casa, como las escaleras. “Este es otro sitio muy popular para guardar el vino y que tampoco es adecuado”, destaca Rodríguez. “Por las escaleras subimos y bajamos todos los días y ocasionamos vibraciones que no ayudan en la conservación del vino”.
En verano, el vino necesita oscuridad, frescor y calma
2. Vinoteca: si puedes, ni te lo pienses. Para el sumiller de DiverXO, “una vinoteca pequeña para 12 o 24 botellas te salva la vida: las hay desde 150-200 €, y si te gusta el vino, compensa, pero si no quieres comprar una, hazte con una mini nevera y ponle un termostato tipo Inkbird”.
Silvia Ortuñez nos enseña a fabricarnos una cava artesanal: “No son milagrosas, pero ayudan; podemos hacer neveras con Poliexpán e incluso forrar cualquier hueco de casa con el material del que están hechos los parasoles de los coches o las mantas de emergencias”, asegura. “Estos tejidos hacen de aislante térmico y funcionan bastante bien”.
3. Nevera de casa: solo para el momento previo. “Meter vino en la nevera de casa durante semanas no es buena idea”, asegura Tomás Ucha. “Es demasiado fría y seca, y al final se te seca el corcho y se oxida el vino. Mejor usarla solo para enfriar antes de servir. Unas horas antes y listo”.
4. Las botellas, en horizontal siempre que tenga corcho. Poner la botella tumbada mantiene el corcho húmedo y sellado. “Si el vino tiene tapón de rosca, lo puedes dejar de pie sin problema”, añade el sumiller de DiverXO.
5. Cuidado con los olores. Ucha recuerda no poner las botellas cerca de productos de limpieza, comida fuerte o cosas que huelan raro: “El corcho, aunque parezca mentira, absorbe olores y luego el vino sabe a Fairy”.
Lo mejor para conservar el vino es bebérselo
6. Ojo con los vinos naturales, sin sulfitos o con tapón de cera. “Esos vinos son más frágiles. Si los tienes en casa en verano, lo ideal es que estén sí o sí en frío constante. Y si no puedes, bébetelos cuanto antes”, recomienda la mano derecha de Dabiz Muñoz.
7. Y no te flipes guardando todo: no todos los vinos mejoran con el tiempo. “Si compraste un blanco fresquito o un tinto joven para beber este mes, no lo guardes como si fuera un Vega Sicilia”, sentencia Tomás Ucha. “En verano, lo que es para beber, se bebe. Lo que quieres guardar, se protege”.
La sumiller de The Library Wine Boutique añade un consejo más para tener en cuenta durante los traslados estivales: “En verano, lo peor que nos puede pasar es olvidar vino en el coche”.
Lo mejor es transportarlo en el maletero, dentro de una nevera portátil o bolsa térmica para mantenerlo fresco y evitar golpes. "Nunca dejes el coche al sol ni sometas las botellas a cambios bruscos de temperatura. Si haces paradas largas, lleva contigo el vino y deja reposar las botellas tras el viaje”.
“No hay por qué pensar que en verano sólo podemos beber vino blanco, rosado o espumoso bien frío, también podemos escoger tintos ligeros”, termina María José Huertas, sumiller del restaurante de Paco Roncero en la Terraza del Casino (Madrid). “La clave está en conservar y disfrutar del vino a la temperatura adecuada para mantener lo mejor de sus aromas y sabor”.