Los vinos de Formentera que se convertirán en tu adicción estival (el año que viene)

La bodega Terramoll, referente en viticultura ecológica de Formentera, acaba de sellar una alianza estratégica con la empresa vinícola riojana Vintae, que a partir de ahora se encargará de la gestión efectiva y también entrará en el accionariado de la bodega.

Esta unión supone el inicio de una nueva etapa para la cuadrilla riojana, cuyo propósito central es relanzar la tradición vinícola local y proyectar los vinos de la isla al mercado internacional, apoyándose en su potente red de distribución global, que exporta ya la mitad de su producción a más de 70 países.

“Nos emociona compartir esta noticia que marca el inicio de una nueva etapa para los vinos de Formentera. Una alianza basada en el respeto al entorno, la historia vitivinícola de la isla y el compromiso por proyectar su singularidad al mundo”, aseguran desde Vintae.

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Y es que el sueño de establecer una embajada en la isla balear, un paraíso natural que aún conserva su esencia más pura, comenzó hace mucho tiempo.

El grupo riojano, nacido en 1999 de la mano de José Miguel Arambarri y actualmente encabezada por sus hijos Richi y José Miguel Arambarri Pérez, es una empresa familiar de referencia en el panorama españo.

Cuenta con proyectos emblemáticos como Matsu en Toro, Bardos en Ribera del Duero, Le Naturel en Navarra y Hacienda López de Haro y Viñedos El Pacto en Rioja.

Pese a no tener un origen balear, la compañía tenía ya una vinculación estrecha con Formentera a través de la gestión del restaurante local Fandango Formentera, lo cual le permitió familiarizarse con la riqueza cultural y enológica insular.

Richi Arambarri y Arantxa Moll

Un viñedo frente al mar

“Hace cerca de 20 años que voy a la isla, y siempre me he fijado en los viñedos”, comenta Richo Arambarri, CEO de Vintae.

“La cercanía al mar, la frescura que el Mediterráneo aporta a las viñas, especialmente en el caso de La Mola, una pequeña montaña de unos 200 metros de altura, y el hecho de que en Formentera nunca haya habido filoxera, nos llamaba especialmente la atención”, continúa.

Fundada en el año 2000 en la zona de La Mola, Terramoll se ha consolidado como el gran exponente de la viticultura ecológica balear, con un compromiso innegociable con la sostenibilidad y el paisaje insular.

Para Arambarri, este es el proyecto más interesante de la isla: cerca de 15 hectáreas de viñedo propio, donde destacan las variedades autóctonas monastrell y malvasía, y también cultivos desyrah, viognier, garnacha blanca y moscatel de grano menudo, libre de filoxera y con un potencial enorme.

Según Arantxa Moll, responsable de Terramoll, la filosofía de respeto ambiental y de arraigo en la identidad isleña seguirá siendo fundamental en la gestión, ahora compartida con Vintae.

“Para nosotros, este acuerdo representa la oportunidad de asegurar el futuro del legado vitivinícola formenterense y contribuir a la proyección internacional de los vinos de la isla sin perder su autenticidad”, defiende Richi Arambarri, “potenciando los valores que han marcado el carácter de Terramoll: sostenibilidad, respeto al medio y la preservación del singular terruño de La Mola.

Terramoll bodega y viñedo

“El trabajo que se ha hecho hasta ahora está fenomenal, pero nosotros queremos aportar nuestra impronta”, adelanta Arambarri.

Aún es pronto para saber cómo serán los vinos que llevarán el sello riojano en Formentera, pero todo apunta a que seguirán la línea de amabilidad, frescura y elegancia que caracteriza a la región. Vintae en estado puro.

La primera vendimia de Vintae en Terramoll

El pasado lunes 28 de julio arrancaba la vendimia en Terramoll. Una cosecha especial para la compañía riojana, ya que no solo inaugura su nueva etapa en la isla, sino que también marca la vendimia más temprana de su historia y una de las primeras de Europa, al comenzar por primera vez en el mes de julio.

“Vamos a vendimiar a mano y muy temprano para evitar las horas de más calor del día”, explica Raúl Acha, director técnico de Vintae. “Llegamos con mucha ilusión a esta primera vendimia.

El entorno es único: viñedos en pie franco, suelos arenosos, cercanía al mar en todo el territorio de la isla… todo eso aporta tensión, salinidad y carácter a los vinos”, confía el viticultor.

La campaña llega tras un año agrícola especialmente seco en la isla, con apenas 200 litros de precipitación acumulada desde septiembre.

Esta escasez de agua ha exigido extremar el cuidado de las viñas, todas de secano, y anticipar la recolección para preservar la frescura de las uvas.

Terramoll vendimia 2025

Pero esta no es la única dificultad con la que se han encontrado este año: “Hemos tenido que cubrir las parcelas con mallas para protegerlas, las palomas torcaces se estaban comienzo la cosecha antes incluso de madurar”, explica.

Todo un reto que anima a los riojanos a profundizar en el conocimiento del patrimonio vitícola de Formentera.

“Aquí no llegó la filoxera y muchas viñas están plantadas sin portainjertos, en pie franco, por lo que es muy interesante para nosotros”, añade Acha. “Queremos estudiar el material genético de la isla y demostrar que Formentera tiene mucho que decir en el panorama del vino mediterráneo”.

“La idea es demostrar que aquí se pueden hacer grandes vinos, con identidad propia y vocación internacional”, añade Arambarri.

“Aspiramos a convertirnos en catalizador de ese sector primario que se perdió con la llegada del turismo, pero que ha sido fundamental en Formentera desde los fenicios”.