
Donald Trump amenaza con subir los aranceles al sector del vino europeo
Así afectarán los nuevos aranceles de Trump al sector del vino español
Diferentes profesionales del mundo del vino nos dan las claves y su visión sobre la actual situación del sector vinícola con respecto a los aranceles de EE.UU.
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Con el regreso de Donald Trump al poder, regresa también la preocupación en España por la posibilidad de que se reintroduzcan o aumenten los aranceles sobre productos españoles, como el vino, el aceite de oliva y los quesos, tal como ocurrió durante su primer mandato. Ahora, las amenazas de nuevos aranceles han vuelto a ponerse sobre la mesa, con la sugerencia de Trump de vincularlos a factores como la contribución de España a la OTAN y otras cuestiones comerciales internacionales.
Para ponernos en situación. Trump ha impuesto un 20% de aranceles a las importaciones de la Unión Europea, incluidos los vinos españoles, como parte de su política de "aranceles recíprocos". Además, ha amenazado con elevar estas tasas hasta el 200% para productos alcohólicos europeos si la Unión Europea no retira sus tarifas al whisky estadounidense.
En este contexto, el sector vinícola español, que depende en gran medida de las exportaciones a EE.UU., se ve especialmente vulnerable. Las bodegas, en particular las pequeñas y medianas, temen que la imposición de aranceles perjudique gravemente sus ventas. Para entender hasta qué punto la situación puede ponerse fea y afectar gravemente al comercio del vino, hablamos con algunos de los protagonistas del trance.

Las relaciones con EE.UU, en la cuerda floja
¿Hasta qué punto depende el sector vinícola español de las exportaciones de EE.UU.?
“Actualmente, Estados Unidos es el tercer mercado más importante para el vino español, solo por detrás de Reino Unido y Alemania. Además, se considera un mercado con gran potencial de crecimiento a futuro, especialmente por su demanda de vinos de alta calidad y valor añadido, lo que lo convierte en un destino estratégico para muchas bodegas españolas”, responde Jorge Rivero, director comercial de Bodegas Marqués del Atrio.
"EE.UU. representa un mercado estratégico para el vino español fuera del entorno europeo”, añade Meritxell Juvé, CEO de Juvé & Camps. “No obstante, el grado de dependencia varía significativamente entre regiones y bodegas. En nuestro caso, el mercado estadounidense supone menos del 20% de nuestra cuota de exportación, dentro de una estrategia amplia de internacionalización que contempla múltiples destinos”.

Jorge Rivero, director comercial de Marqués del Atrio
Para Osborne, según Jaime Fernández de la Puente, director internacional del grupo, el estadounidense es un mercado de gran importancia estratégica, ya que representa más del 10% de sus exportaciones. “Estas medidas perjudican tanto a los productores como a los consumidores, encareciendo los productos, limitando su accesibilidad y afectando negativamente las relaciones comerciales internacionales”, defiende. “La imposición de aranceles no solo impactaría nuestras operaciones, sino que también afectaría a toda la industria vitivinícola española y europea, poniendo en riesgo miles de empleos y restringiendo la oferta de productos de calidad a los consumidores estadounidenses”.
La tradición del vino español en Estados Unidos, defiende, ha crecido gracias a décadas de cooperación y libre comercio: “Imponer barreras rompe este equilibrio y limita las oportunidades para ambas partes. Esperamos que, a través del diálogo y la diplomacia entre los gobiernos de EE.UU. y Europa, se logre una solución que restablezca condiciones de comercio justas y equitativas”.
¿Cómo afectan los aranceles al sector del vino español?
“La medida anunciada implica la aplicación de aranceles del 20% a todos los productos provenientes de la Unión Europea, incluido el vino. En el pasado, ya se habían establecido aranceles similares, aunque solo afectaban a vinos con un grado alcohólico inferior al 14%”, explica Jorge Rivero. “Esta nueva decisión podría ralentizar significativamente el crecimiento que el mercado estadounidense podría haber aportado al sector. No obstante, cabe destacar que el vino español mantiene un precio medio más bajo que el francés o el italiano, lo que puede representar una ventaja competitiva en este nuevo contexto”.

Richi Arambarri, CEO de Vintae
Richi Arambarri, CEO de Vintae, está de acuerdo. “Si al final se confirman estos porcentajes y hay otros países como Argentina que no tienen otro punto impositivo, las bodegas, de alguna forma, seremos menos competitivas y parte del mercado se lo llevarán otros productores”, adelanta. “Nosotros estamos vendiendo más vino ahora en Canadá porque el consumidor canadiense está dejando de consumir vinos estadounidenses; a veces en estas cosas hay efectos colaterales positivos”.
¿Cuáles serían las principales consecuencias económicas?
Estados Unidos representa el 13% de las ventas totales al exterior. En 2024, las exportaciones alcanzaron 390 millones de euros (97 millones de litros). Las bodegas españolas podrían perder hasta 400 millones de euros en ventas si se aplican los aranceles del 20%, y enfrentarían un colapso comercial si Trump implementa la tasa del 200%.
“Asumiendo que el consumo no se vea afectado (que creemos que a futuro sí lo hará por la recesión que estos aranceles podrían provocar en el consumidor americano, que dejaría de consumir productos importados europeos, y también por cómo podría afectar al consumo interno, que eso aún es incierto) y asumiendo el 100% del arancel, ahora mismo nos estaría impactando en 1 millón de euros, y solo en materia de vinos unos 300.000 euros de impacto directo”, puntualiza Rocío Osborne, dircom de Osborne.

Rocío Osborne, dircom de Osborne
¿Cuáles serían los sectores o regiones más afectadas?
“En principio, esta medida afecta a todo el sector por igual. Sin embargo, en la anterior aplicación de aranceles, al centrarse en vinos con menos de un 14% de alcohol, los vinos tintos, que suelen superar ese porcentaje, se vieron menos afectados que los vinos blancos o espumosos. La situación actual, con un arancel más amplio, impactará de forma más transversal”, opina el director comercial de Marqués del Atrio, Jorge Rivero.
Así, las nuevas políticas de exportación de Trump podrían afectar directamente a los vinos espumosos, léase cava, pues EE.UU. es su principal mercado de exportación. También a grandes denominaciones de origen como Ribera del Duero, Rioja o Rías Baixas, que dependen significativamente del mercado estadounidense, y en gran medida a pymes vitivinícolas. No hay que olvidar que más del 90% de las bodegas españolas son pequeñas y medianas empresas con menor capacidad para absorber costes o diversificar mercados.
En lo que respecta al cava, Meritxell Juvé, desde Juvé & Camps, recuerda que este no se vio directamente afectado por los aranceles establecidos en primera instancia, aunque el entorno general sí tuvo repercusiones en la dinámica del mercado. Como sector, añade, “se ha hecho un seguimiento constante de estas medidas, y cada bodega ha adaptado sus decisiones comerciales con prudencia".

César Saldaña, presidente del Consejo Regulado del Jerez y la Manzanilla
Algo similar estima César Saldaña, presidente del Consejo Regulador del Jerez y la Manzanilla de Sanlúcar: “Ahora mismo las bodegas y el propio sector estamos analizando la situación. Estados Unidos es un mercado complejo desde el punto de vista de la distribución y también desde el de los consumidores. Son consumidores acostumbrados a pagar precios altos, los precios con los que exportamos son significativamente superiores de media”.
Estados Unidos es un mercado importante no solo para el vino de Jerez, sino también para el resto de los productos que se exportan desde el Marco, matiza Saldaña: “El brandy, por supuesto, pero también otros productos como vinos tranquilos, vermús, licores, en fin, todo un conjunto de productos que, haciendo una estimación total, nos llevaría a unos niveles entre 12 y 15 millones de euros”.
¿Cuál ha sido la respuesta del sector?
La incertidumbre afecta a toda la cadena productiva, desde viticultores hasta distribuidores, con riesgo de desplome de ventas y cierres de empresas. No obstante, los consumidores estadounidenses también sufrirían al encarecerse un producto que EE.UU. no produce en suficiente cantidad para cubrir su demanda interna.

Las bodegas europeas buscan otros mercados
Mientras la Federación Española del Vino (FEV) califica los aranceles de "injustificados", destacando que las diferencias arancelarias previas entre la Unión Europea y Estados Unidos eran mínimas, las denominaciones de origen españolas han expresado su "profunda preocupación", advirtiendo sobre aumentos de precios y pérdida de competitividad. El sector pide la eliminación inmediata de las tarifas y la aceleración de acuerdos alternativos, como el tratado con Mercosur.
¿Cómo se preparan las bodegas y las administraciones?
Ante la amenaza de aranceles del 20%-200%, las bodegas españolas están implementando medidas urgentes para mitigar el impacto y mantener su presencia en el mercado estadounidense. Soluciones que pasan por anticipar envíos, adelantar exportaciones para evitar los aranceles antes de su aplicación, diversificar mercados (México, Japón y Polonia se perfilan como alternativas prioritarias, con crecimientos destacados en los últimos años), explorar mercados nicho como el de los vinos ecológicos o biodinámicos, que tienen mayor margen y menor competencia, ajustar la producción o reforzar el marketing y la sostenibilidad.
El sector apuesta por una combinación de adaptación técnica (como ajustar graduaciones) y diversificación geográfica, aunque la solución definitiva depende de un acuerdo político entre la UE y EE.UU.

Meritxell Juvé, CEO de Juvé & Camps
"Ante este tipo de escenarios, muchas bodegas han optado por reforzar su presencia en mercados consolidados y, al mismo tiempo, explorar nuevos destinos. En este sentido, países como Canadá pueden abrir oportunidades para los vinos europeos. Desde Juvé & Camps, apostamos por una estrategia de internacionalización diversificada y estamos en contacto constante con nuestros importadores en una posición colaborativa, con el objetivo de encontrar conjuntamente las mejores vías para afrontar esta situación", comenta Meritxell Juvé.
“En Marqués del Atrio estamos trabajando activamente en coordinación con nuestra oficina en Miami y con nuestros distribuidores locales. Mantenemos reuniones diarias para definir estrategias, diseñar promociones y buscar fórmulas que nos permitan minimizar el impacto de los aranceles, adaptándonos lo mejor posible a este nuevo escenario comercial”, expone Jorge Rivero.
Richi Arambarri se suma al envío masivo de existencias para esquivar los futuros aranceles: “Como llevan tanto tiempo avisándonos de que viene el lobo, en Vintae hemos enviado mucha mercancía para llenar los almacenes en EE.UU., y nos han confirmado que lo que a lo que está en el agua ya no se van a subir las tarifas, así que tenemos para unos cuantos meses por delante. Veremos si en este tiempo la cosa se calma y hay negociaciones”.

Los aranceles también podrían traer cambios de consumo
“El análisis que se está haciendo no descarta otras medidas por parte de las bodegas, como un mayor esfuerzo de diversificación en otros mercados que puedan absorber la caída que experimenta el mercado norteamericano”, declara el presidente del Consejo Regulador del Jerez y la Manzanilla. Mercados como el asiático, Japón, Corea, Vietnam, el latinoamericano con México a la cabeza, mercados europeos y el propio mercado nacional, destaca César Saldaña, “que todavía tiene capacidad de crecimiento para productos con alto valor añadido”.
Desde el punto de vista de las administraciones, concluye, “es importante no escalar el obstáculo, es decir, no responder con aranceles agresivos, sino más bien negociar, tratar de reducir estos impuestos con los que se nos ha castigado”. Es el momento de la negociación, no de la escalada: “Hay que mantener la cabeza fría y tratar de minimizar este problema”.
¿Y qué pasa con lo que no es vino?
“En España, más de la mitad de las barricas que se fabrican se hacen con roble americano procedente de Estados Unidos, por lo que una previsible carga arancelaria por parte de Europa a los productos procedentes de este país subiría los costes y nos haría menos competitivos”. Así de clara se muestra Teresa Pérez, gerente de Tonelería Gangutia.
“Además, exportamos barricas a USA, con lo que un 20% de arancel nos perjudicaría con respecto a otros países productores que cuentan con un arancel inferior. Esto mismo ocurre con nuestros principales clientes, bodegas españolas y europeas que previsiblemente reducirán sus compras al vender menos. Y para colmo, verán cómo indirectamente sus barricas también se encarecerán”, prevé la responsable de esta tonelería riojana, una de las primeras de España.

Teresa Pérez, gerente de Tonelería Gangutia
Pérez asegura que la política de impuestos de Donald Trump al sector del vino europeo afecta de manera directa al segmento de la tonelería: “Compramos en dólares y vendemos en euros. Nuestros márgenes están en la cuerda floja en función del volátil mercado de divisas y de una eventual guerra de aranceles. De momento, el 20% a las exportaciones debilita a las bodegas y reduce su capacidad adquisitiva. A la espera de la respuesta de Europa todo hace pensar que empeorará la situación y también encarecerá nuestra principal materia prima”.
Ante esta situación, parece que, de momento, lo mejor es mantener la calma: “Hay margen para un arreglo de última hora. No hay nada definitivo. En tonelería el stock de materia prima nos permite trabajar durante meses e incluso años sin reponer madera. Es preferible no tomar decisiones precipitadas”.