La impresionante terraza que lucirá El Campero, en Madrid.
El icónico templo del atún rojo gaditano abre en Madrid: en un palacio con un impresionante jardín
El Campero desembarca en Madrid de la mano de Azotea Grupo para crear escuela con la filosofía que representa en torno al atún rojo de almadraba.
Más información: La empresa catalana que lleva el atún rojo al Cantábrico: una nueva era para la acuicultura sostenible en España
Madrid se prepara para recibir una de las aperturas más esperadas de 2026. El Campero, el templo que desde hace casi medio siglo simboliza la excelencia del atún rojo salvaje de almadraba y que ha convertido a Barbate en lugar de peregrinación para los devotos del gran producto marino.
Ahora, por primera vez, su experiencia completa —su liturgia, su técnica y su emoción— podrá vivirse sin dejar la capital. Y no en cualquier lugar, sino en un palacete rehabilitado del Barrio de Salamanca, con un jardín-terraza de 200 metros cuadrados que promete convertirse en uno de los rincones gastronómicos más deseados de la ciudad.
La llegada de El Campero a Madrid es un hito gastronómico. Fundado en 1978 por José “Pepe” Melero, el restaurante evolucionó de una tasca humilde a un referente internacional con dos Soles Repsol, un templo donde la cocina andaluza dialoga con la innovación técnica más depurada. Bajo el liderazgo de Julio Vázquez, jefe de cocina desde 2017, el restaurante ha convertido su respeto absoluto por el producto en una filosofía casi sagrada.
El interior de El Campero en Madrid.
Ese espíritu, aseguran, será exactamente el mismo en la sede madrileña. “Queremos que quien se siente en Madrid sienta que está en Barbate”, afirma Vázquez. Y ese objetivo se percibe en cada decisión: desde la trazabilidad del atún hasta el diseño del espacio, pasando por la minuciosa reproducción de las técnicas de cocina características del original.
Un palacete que respira Barbate
El nuevo local ocupará un palacio del XIX con 700 m² de interiores y 200 m² de jardín, situado en la calle María de Molina, esquina con Lagasca. El estudio MIL Studios, responsable de algunos de los espacios culinarios más admirados del país, firma un interiorismo que busca recrear la esencia luminosa, atlántica y táctil de Barbate dentro de un edificio histórico madrileño.
El Campero y su terraza en Madrid.
Texturas naturales, materiales nobles, luz filtrada y guiños constantes a la almadraba y al ritual del ronqueo componen un ambiente que promete ser cálido, envolvente y profundamente sensorial. “El ronqueo del atún se convierte en inspiración para un interior honesto y raw, que invita a vivir la cocina como un ritual”, explica Juan Luis Medina, cofundador del estudio.
El aforo total rondará los 200 comensales, distribuidos en varios salones, barras y espacios diferenciados que permitirán transitar desde el tapeo informal hasta la alta cocina más ceremonial. Su jardín-terraza, una joya en pleno Barrio de Salamanca, aspira a convertirse en una de las más codiciadas de la ciudad.
Un viaje por el atún rojo de almadraba
El corazón del proyecto sigue siendo el mismo: el atún rojo salvaje capturado mediante la técnica milenaria de la almadraba, un producto que en El Campero se convierte en un universo gastronómico en sí mismo. La carta explorará todos sus cortes, texturas y posibilidades, desde el crudo más limpio hasta los guisos tradicionales que forman parte de la memoria culinaria gaditana.
Entre los imprescindibles se encuentran su célebre Tosta de atún y trufa; el Carpaccio de paladar con sorbete de lima y albahaca; el Sashimi de ventresca “toro” aburi con yema de erizo; la Trilogía de sashimi: lomo, tarantelo y ventresca y sus clásicos calientes donde se encuentran el atún con tomate, atún encebollado, costillas de atún asadas, facera con salsa de Oporto o el corazón de atún a la plancha.
La propuesta no se limita al túnido: habrá también mariscos, pescados a la brasa como rodaballo o lenguado, ensaladas y carnes, siguiendo el esquema del restaurante matriz.
Y para quienes deseen la experiencia más completa, llegará a Madrid el mítico menú degustación “El Susurro de los Atunes”, un recorrido de 14 pases que atraviesa todos los cortes del animal, desde el paladar al morrillo o la parpatana, con opción de maridaje centrado en vinos de Jerez además de referencias nacionales e internacionales.
Un templo que Madrid estaba esperando
Para la capital, la llegada de El Campero es más que una apertura: es la incorporación de un icono cultural y gastronómico, un lugar donde la tradición andaluza se funde con la innovación técnica sin perder autenticidad. El proyecto, que aterriza en Madrid tras la adquisición del restaurante por parte de Azotea Grupo, aspira a convertirse en uno de los grandes hitos culinarios de 2026.
La entrada al palacio donde se ubica El Campero Madrid.
Pero más allá de su espectacular ubicación o su cuidada puesta en escena, lo que hace de El Campero un lugar único es algo más intangible: su capacidad para transportar al comensal a la costa de Cádiz, a la brisa del Atlántico, al gesto ancestral del ronqueo y al sabor profundo del atún de almadraba.
Un viaje sensorial que, muy pronto, se podrá emprender sin salir de Madrid.