La fachada del restaurante.

La fachada del restaurante. Tripadvisor

Restaurantes

Así es el único restaurante de un pueblo de Cantabria de 10 habitantes: chuletón ultratierno y el gazpacho se sirve en jarra

Un local rústico de cocina tradicional cántabra a buen precio y con raciones contundentes.

Más información: El asador en un caserón centenario donde comer las mejores carnes de Cantabria.

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En el corazón de La Herrería, aldea perteneciente a la parroquia de Treceño (Cantabria), se alza un establecimiento que combina lo rural con lo memorable en lo culinario: Mesón El Tropezón, el único restaurante de este pueblo de sólo 10 habitantes.

Con su propuesta coherente de cocina tradicional montañesa ha logrado captar la atención tanto de locales como de visitantes, e incluso de influencers gastronómicos. Es el caso de Pablo Cabezal (conocido en redes como Cenando con Pablo), quien ha visitado el lugar y ha dedicado un vídeo al restaurante.

"Platos gigantes, precios de risa y comida casera", asegura. Esta visibilidad ha atraído público familiar o curioso de gastronomía, deseoso de probar los platos que él degustó.

En plataformas como Tripadvisor, Mesón El Tropezón figura entre los más valorados de la zona, con cerca de 300 opiniones positivas que resaltan su calidad, las raciones abundantes y el ambiente acogedor.

El local es rústico, con vigas de madera, ambiente cálido y una terraza exterior. En su interior puede acoger hasta 50 comensales, ideal para celebraciones, rutas gastronómicas o paradas de viajeros. En temporada alta, recomiendan reservar, ya que suele llenarse.

Cocina cántabra en un pueblo con encanto

La propuesta gira en torno a la cocina tradicional cántabra y montañesa, con especial atención a carnes, guisos y productos estacionales.

En su carta destacan diversos platos, especialmente el chuletón a la piedra (37 €/kg), una de las especialidades más celebradas. Cenando con Pablo lo ha probado y afirma que "es un sobresaliente".

Sobresalen también los guisos tradicionales como el cocido montañés, los pimientos rellenos con morcilla, carne de caza por encargo (venado, jabalí) y pescados como el bacalao.

@cenandoconpablo El único Restaurante del Pueblo: Platos gigantes - precios de risa y comida casera en Cantabria 👇🏼 Este Restaurante es el único del pueblo y preparan Comida Casera en platos gigantes a precios muy muy baratos. Se encuentra en Cantabria en un pequeño pueblo llamado La Herrería y se llama Mesón El Tropezón. Voy a probar un montón de platos como su Cocido Montañés, los Pimientos Rellenos de Morcilla, un Chuletón a 37€ el kilo, su Gazpacho y más aún.. Vas a quedarte a cuadros con el Restaurante que he descubierto... #cantabria #restaurantescantabria ♬ sonido original - CENANDO CON PABLO

Otra curiosidad es que sirven el gazpacho en jarra, de manera que puedes servirte tú mismo lo que te apetezca. Ocurre lo mismo con el cocido montañés o las alubias con venado, que te las llevan a la mesa con la olla.

Por último, cabe señalar que todos los postres son caseros (flan de huevo, cuajada con miel, crema montañesa...) y están elaborados con productos de la zona.

Además, las raciones en general son generosas y económicas, según coinciden comensales y la crítica del influencer. El menú del día, con primer plato, segundo, postre y agua, tiene un precio de 20 euros.

Opiniones y reputación local

Las reseñas en plataformas de viajeros reflejan una opinión mayoritariamente favorable: destacan el "bacalao buenísimo", el "chuletón espectacular", las "raciones grandes", el "precio razonable” y el "ambiente familiar".

El chuletón a la piedra del restaurante cántabro.

El chuletón a la piedra del restaurante cántabro. Tripadvisor

Algunas críticas menores mencionan que en temporada alta puede haber esperas, y que el pago a veces solo es en efectivo. Pero la inmensa mayoría de visitantes coinciden: se come bien, abundante y en un entorno auténtico.

En definitiva, Mesón El Tropezón, en La Herrería, combina ese sabor auténtico de la cocina montañesa cántabra con un local modesto pero acogedor, ideal para quienes viajan en busca de experiencias gastronómicas genuinas.

Asimismo, la visita de Cenando con Pablo ha dado visibilidad al establecimiento, confirmando lo que ya celebran los vecinos: generosidad en platos, buen producto local y una experiencia cálida.

Para quienes disfrutan descubriendo locales con carácter, este mesón se convierte en destino y no sólo en parada. Recomendable reservar, escoger el chuletón y, si la temporada lo permite, dejar sitio para un gazpacho fresco en jarra (una sorpresa bienvenida en el norte).