Estos dos restaurantes preparan el mejor rey a la brasa de Asturias

Estos dos restaurantes preparan el mejor rey a la brasa de Asturias

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Estos dos restaurantes preparan el mejor virrey a la brasa de Asturias

¿Quedarnos solo con uno? Tarea complicada. La Huerto y Güeyu Mar dominan a la perfección el arte de las brasas por las que pasa uno de los pescados más caros del mercado, pero también uno de los más deliciosos.

1 septiembre, 2023 02:00

Lo reconocerás por sus ojos saltones y su potente color rojo. Y es que este pescado, que habita entre 200 y 400 metros de profundidad en el mar, donde apenas hay luz, es también uno de los más preciados de la gastronomía. Se le conoce como rey o virrey. Algunos también lo llaman alfonsino. Y es sencillamente perfecto.

¿Sus características? Una infiltración de grasa excepcional, una carne blanca y tersa y una piel que si se cocina bien, es una delicia. Y ojo, es un pescado muy caro, que se tarifa a unos 120-140 euros el kilo, pero su sabor, compensa con creces el desembolso.

Güeyu Mar

Lo que tenemos claro, es que se ha convertido en la estrella de algunas mesas. Lleva siendo un tiempo ya, en dos en concreto, en dos lugares de Asturias que se postulan como ambos templos del producto y de la cocina a la brasa en particular. Uno está en Ribadesella, el otro en la Playa de Vega. ¿Cuál lo prepara mejor? Imposible decidirse. Así son y así comerás en dos pesos pesados de la gastronomía, La Huertona y Güeyu Mar. 

La Huertona, la sencillez de lo primitivo

El entorno, una vez que te acercas a La Huertona, no puede ser más idílico. Dejando atrás Ribadesella y a apenas unos minutos de la misma, se encuentra esta casona rodeada de prados y verde. A los mandos de esta casa, que en verano tiene una coqueta terraza, se encuentra José Manuel Viejo, un virtuoso y probablemente uno de los mejores parrilleros de todo el país, en activo desde que tenía 14 años.

Trabaja con la mejor materia prima que encuentran en las lonjas de Llanes y Ribadesella, que además disponen a la entrada del restaurante para que cada uno, pueda ir haciéndose a la idea de qué pedir.

En esta 'joyería' no faltan la gamba roja, chipirones de potera, pescados como el mero, el rodaballo o el rey, piezas que madura durante unos pocos días. ¿Sus brasas? Las prepara con madera y carbón de encina, sobre las que deposita los pescados abiertos y no las piezas enteras, como se suele hacer en el País Vasco. 

Con esto consigue que cada pieza quede en perfecta cocción, dejando la piel crujiente y el interior cocinado en su punto y jugoso. Y así preparan el rey a la brasa, estrella indiscutible del menú, que se puede acompañar de una refrescante ensalada de lechuga salvaje y cebolla.

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Pero no es lo único. En temporada hay que pedir los chipirones afogaos, que preparan con cebolla, la gamba roja de Palamós a la brasa, el salpicón de bogavante al momento, el puerro a la brasa con caviar o una croqueta excepcional y nada convencional, ya que se prepara con manzana y se corona con hígado fresco de pato. 

De hecho, este punto dulce, hace que la sirvan al final de su opción de menú degustación (120 €) justo antes de los postres. Arroz con leche tradicional, tarta de galleta con crema de queso y arándanos, sorbetes... son solo algunas de las opciones para terminar una comida que se convertirá en memorable. 

Güeyu Mar, brasas con vistas a la playa

Una carretera de doble sentido, en la que apenas caben dos coches, nos lleva hasta una de las playas más bonitas de Asturias, la de Vega. Preferida por los surfistas y bañistas, su naturaleza salvaje embauca a cualquiera. Y es allí, en una de las pocas construcciones que se vislumbran desde la costa, precisamente con un rey adornando la fachada, es donde está Güeyu Mar, el paraíso de las brasas de Abel Álvarez

Él es el encargado de convertir, todo lo que pasa por sus manos, en una joya digna de peregrinaje. El rey de los mares lo llaman algunos y no andan desencaminados, porque desde 2007, año en el que abrió su chalet casi a pie de playa, se ha hecho un hueco en el panorama nacional de los asadores.

El mar a la brasa, nada más y nada menos. Pescados y unos entrantes que también pasan por el fuego primitivo. La carta va cambiando según temporada, pero no hay que perderse su salpicón de bogavante, los bocartes y las piparras fritas en temporada o un par de ensaladas que conquistan. Una es de tomate, cebolla y su conserva de atún a la brasa, la otra, de lechuga, cebolleta y langostinos a la brasa. 

Hay producto puro y duro, como las nécoras cocinadas, las cigalas asadas en el horno de brasa, las ostras al natural... y por su puesto, los pescados. El rey que sirven en raciones para dos o cuatro personas, mero, rodaballo, salmonetes, lubina o una ventresca de bonito deliciosa. ¿De postre? Un poco de queso Gamoneu, que elabora la propia familia de Abel. De hecho, él nació en esta población. 

Por si todo esto fuera poco, hace ya algún tiempo en que Abel se lanzó al mundo de las conservas, sacando a la venta una colección de conservas a la brasa. Con este proyecto consiguió revolucionar "el comer de lata", como él mismo afirma. Su dominio de la brasa tenía que ir más allá, así que cogió lo mejor del mar, lo pasó por su parrilla y lo enlató.

 

¿El resultado? De las mejores conservas que podrás probar. Colas y lomos de sardina -también en escabeche-, lomo, mormo, morrillo o ventresca de atún, mejillones a la brasa, calamares de otro planeta (en su tinta) o navajas son solo algunas de las opciones. Hasta venden portentos como las angulas a la brasa enlatadas con aceite de Castillo de Canena

¿Has disfrutado? "Eso es que has tenido suerte", tal y como dicen en el restaurante. Pero la suerte hay que saber encontrarla, claro.