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Restaurantes

Lúa, estrella Michelín y buen precio en el centro de Madrid

Hoy hablamos del restaurante Lúa, un estrella Michelín a buen precio en el centro de Madrid. Hemos visitado su barra y nos ha encantado.

14 julio, 2017 10:22

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Comer en un restaurante con estrellas Michelín y hacerlo a buen precio son dos caminos que normalmente transcurren separados. Pero en Lúa podemos comer en un estrella Michelín a buen precio y en pleno centro de Madrid.

Restaurante Lúa Madrid

Lúa es un restaurante de cocina tradicional renovada con una alta influencia de la cocina gallega. Ofrece dos opciones: menú degustación y zona de barra.

  • Dirección: Lúa está en Paseo de Eduardo Dato, 5, Madrid
  • Horario: Lúa abre de lunes a sábado de 13:30 a 16:00 y de 20:30 a 23:00
  • Reservas: Para reservar en Lúa se puede hacer desde el teléfono 913 95 28 53. Para el menú degustación hay que hacerlo entre uno y dos meses antes, para la zona de barra no suele hacer falta más de una semana, normalmente menos.
  • Precio: El precio medio por persona en la barra de Lúa va de 25€ a 35€, dependiendo de la bebida sobre todo.
  • Nota: 5/5

Me enamoré de Lúa la primera vez que lo visité. Un lugar agradable, tranquilo, con buena comida, un maridaje excelente y encima con un precio mucho más que razonable, especialmente sabiendo que Lúa cuenta con una estrella Michelín, cualidad que como todos sabemos suele encarecer los precios.

Lúa tiene dos zonas claramente diferenciadas, la planta sótano con mesas formales dedicada al menú degustación y la planta baja para la zona de barra, que es en la que me quiero centrar hoy. ¿Por qué? Porque considero la barra de Lúa como una de las mejores formas de contacto con una cocina de alta calidad con estrella Michelín a muy buen precio. Comer bien en un estrella Michelín sin dejarse los cuartos, ¿podemos pedir más?

lua-madrid-manuel-dominguez

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Lúa (del gallego luna) arrancó en Madrid hace diez años de la mano del chef Manuel Domínguez en la calle Zurbano. En 2012 se mudaron a Eduardo Dato, donde actualmente se ubica, con la idea de ampliar espacio precisamente para poder ofrecer esta zona de barra que tan buena idea me parece. Que las tapas no solo son fritanga y griterío (por divertido que sea y mucho que nos guste), que también se pueden hacer tapas dentro de la alta gastronomía sin disparar los precios. Y Lúa lo demuestra.

Lúa, de la degustación a las tapas

En Lúa nos encontramos con dos formatos diferentes en dos zonas diferenciadas del restaurante. En el comedor gastronómico de la parte baja del restaurante se sirve un menú degustación que Manuel define como “cocina tradicional del siglo XXI”, en el que encontramos platos de toda la vida a los que se les han apretado las tuercas para pensarlos y elaborarlos de una forma diferente, donde la oferta del menú varía según la temporada y el mercado.

Cocinillas

Cocinillas

El menú degustación tiene dos opciones, una de nueve pasos por 65€ y una que además incluye un completísimo maridaje por 90€. Desde la sopa de ajo hasta el increíble cochinillo confitado a baja temperatura con salsa hoisin, pasando por la empanada de pera y queso San Simón con micuit de pato, cada plato del menú degustación es una maravilla. Y permítame que insista, pero el maridaje es una pasada, merece mucho la pena.

Pero yo he venido hoy aquí a hablar de mi libro. O del de Manuel Domínguez. Y en concreto del de su barra de tapas de Lúa. La idea de abrir una zona informal, más distendida y con precios asequibles dentro de un restaurante estrella Michelín es genial, y necesitamos más restaurantes haciendo esto en Madrid. La oferta de alta gastronomía en la capital española es muy amplia, pero encontrar algo más del día a día con tapas y raciones de alta calidad culinaria no es tan fácil.

En la zona de barra de Lúa podemos optar por sentarnos en mesa alta, baja o en la propia barra, como lo hacemos en el bar de toda la vida, que por alguna extraña razón que todavía ningún científico ha conseguido explicar es donde más se disfruta de unas tapas y unas cañas. Durante el verano se abre además la terraza en la zona exterior.

La carta de la barra es, aunque ahondaremos más adelante en ella, excelente. Tanto en calidad como en precio. Y encima hay platos en barra de los que se ofrecen en el menú degustación.

Además, una gran ventaja de la zona de barra de Lúa. Mientras que reservar un menú degustación puede ir para un par de meses, conseguir mesa en la zona de barra es mucho más sencillo. Normalmente con llamar a principios de semana si queremos para el fin de semana será suficiente. Dependiendo de la época puede que sea más complicado o que incluso consigamos sitio el día anterior. Pero desde luego es mucho más fácil conseguir mesa aquí que para el menú degustación. Incluso si pasas por la zona puedes aventurarte y probar, quizás quede algo de sitio en la propia barra.

Las tapas de la barra de Lúa

La carta de la zona de tapas de Lúa se divide en cinco secciones diferentes: para uno o para todos, la cuchara, pescados, carnes y postres. La primera es la que homenajea al más puro tapeo, y las siguientes ofrecen opciones más variadas y contundentes para completar la carta.

Aunque no habría dudado en ningún momento de pedir las navajas con ponzu y cebolla encurtida o el micuit sobre empanada de pera y queso San Simón caramelizado, son dos platos que ya conocía del menú degustación y prefería probar cosas nuevas. Aún así os recomiendo cualquiera de estas dos opciones porque son excelentes.

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En lugar de ello preferí optar por el clásico de los clásicos, y más tratándose Manuel de un cocinero con familia de tradición pulpeira. Así que empecé por el pulpo á feira, ese plato que si visitas Galicia no puedes no pedir. Y como Lúa es un pedazo de Galicia en Madrid, uno no puede irse de aquí sin probar el que posiblemente sea el mejor pulpo á feira de la capital. Jugoso, tierno y con mucho sabor, un pulpo perfectamente preparado.

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Me llaman la atención las bravas de langostino, una especie de trampantojo que intenta imitar unas patatas bravas pero que en realidad es langostino rebozado con una salsa brava. Ricas, pero no son el plato fuerte de la carta.

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Continuamos con los nuggets de mollejas de cordero con mojo picón, plato perfecto para aquellos a los que la casquería no les hace mucha gracia pero se quieren atrever a probar algo. Son muy tiernos y están ricos, aunque con opciones como las antes citadas navajas y micuit optaría antes por ellas.

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Lo que es una delicia es el gazpacho de melocotón, papaya y vieira en ceviche, riquísimo y muy fresco para los días calurosos de verano. No soy muy aficionado a los platos de cuchara en una comida de tapas y raciones, pero este bien merece la pena. Y el toque del ceviche de vieira en el centro suma muchos puntos.

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Pasamos a los pescados y de entre las muchas opciones que se ofrecen me decanto por el lingote de salmón ahumado con miso, que está buenísimo. Es un lomo de salmón que ahúman ellos mismos en la cocina de Lúa y acaban con una costra de miso, una pasta de semillas de soja que queda perfecto con casi cualquier pescado en este formato.

A estas alturas del partido mi estómago ya casi no puede más, pero como lo conozco bien del menú degustación os recomiendo encarecidamente probar el cochinillo confitado con salsa hoisin. Está delicioso, increíblemente tierno por dentro y crujiente por fuera.

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Para los que lleguéis al postre y os guste el queso no dejéis de probar el helado de Idiazábal con sopa de violeta, un postre diferente que sale del típico dulce y es perfecto para cerrar una estupenda comida de tapeo en Lúa. Y si preferís algo dulce, la ensalada de chocolate con frutos rojos, una curiosa combinación de chocolate muy achocoltado para los más golosos con sal, rúcula y frutos rojos.

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Y si sois muy valientes o preferís saltaros el postre pero queréis acabar con algo dulce, no dejéis de probar las cañas fritas de Carballiño. Es un dulce típico de esta localidad gallega que en Madrid solo puedes probar en Lúa, así que mejor no perder la oportunidad. Con el café va perfecto.

Para beber yo soy partidario de una buena caña de cerveza, muy bien tirada y cuidada en Lúa, pero la oferta de vinos no es poca, y es que con unas 150 referencias es difícil quedarse corto. Personalmente recomiendo probar A Tiro Fijo, un tinto que Coto de Gomariz elabora para Lúa, y como este es el único sitio donde se puede probar la oportunidad es perfecta.

Los precios del restaurante Lúa

Respecto a los precios de Lúa, teniendo en cuenta la altísima calidad del producto y la elaboración, son muy razonables, especialmente en la zona de barra que es en lo que nos hemos centrado hoy. Como comparación base voy a coger el pulpo á feira, que cuesta 9€ la media ración y 16€ la ración completa. La cantidad es más que razonable, y con media ración comen de sobra dos personas, incluso se puede compartir entre cuatro si se van a compartir muchos platos. Dada la calidad de este pulpo á feira, que es Madrid y que estamos en un restaurante con estrella Michelín, el precio es excelente.

Otros precios de la carta son (se indica siempre primero el precio de media ración y después de ración completa, si solo hay un precio es de ración completa) las navajas con ponzu y cebolla caramelizada 10€/20€, el foie micuit sobre empanada de pera y queso San Simón caramelizado 9€/18€, las bravas de langostino 8€/16€, los nuggets de mollejas de cordero 10€/18€, el gazpacho de melocotón y papaya con ceviche de vieira 8€, el salmón ahumado con miso 12€/20€, el cochinillo confitado 14€/24€, el helado de Idiazábal 7€ y las cañas fritas de Carballiño 2€ la unidad.

Se puede comer muy bien en la barra de Lúa sin quedarse con hambre por 25-35€ sin ningún problema (dependiendo sobre todo de la bebida), y eso es fantástico.

La barra de Lúa es una de las mejores opciones para disfrutar de unas tapas de alta calidad gastronómica. Un restaurante con estrella Michelin en el que comer desde el mejor pulpo á feira de Madrid hasta un cochinillo confitado a baja temperatura a un precio más que razonable.