
Botes de pimientos del piquillo iStock
Ni ensalada ni guiso: así convierto un bote de pimientos del piquillo en una cena proteica de chuparse los dedos
Una receta que puede hacerse sin encender el fuego y sin ensuciar casi nada, lo que nos gusta cuando llega el buen tiempo.
Más información: Ni ajo ni azúcar: el sencillo truco para que los pimientos del piquillo de bote queden buenísimos
- Total: 10 min
- Comensales: 2
Últimamente no estoy haciendo mucho batch cooking, pero hay algo que nunca falta en mi nevera: un táper con huevos cocidos y sin pelar. Aguantan una semana entera, están listos para usar y es la forma más fácil de añadirle proteínas a cualquier plato.
Otra cosa que tampoco falta en mi casa son conservas de todo tipo, que no hay que confundirlas con los precocinados ultraprocesados, pues me parecen una opción muy válida para preparar platos ricos y saludables en muy poco tiempo.
Eso me permite, por ejemplo, preparar recetas como estos pimientos del piquillo rellenos sin tener que encender el fuego. Una cena completa, ligera, saciante y equilibrada que es perfecta para hacer una digestión ligera antes de irme a dormir.
Proteínas, fibra y diversión
A veces la diferencia entre que una receta simplemente nos guste o nos encante está en la forma de presentarla. En esta podríamos mezclar todo en un bol y hacer una rica ensalada, pero montando las piezas de otra forma es mucho más apetecible.
Desde el punto de vista nutricional, aporta una buena combinación de proteínas, fibra, grasas saludables y micronutrientes esenciales, todo sin necesidad de cocinar o cocinando lo mínimo, lo que la hace perfecta para cenar en los meses más cálidos.
Las alubias son una excelente fuente de proteína y fibra soluble, eso se traduce en saciedad y control de la glucosa. También contienen minerales como hierro, magnesio y potasio, esenciales para el funcionamiento del sistema nervioso y muscular.
El huevo duro aporta proteínas de alto valor biológico, además de vitaminas como la B12, A y D, y minerales como el selenio y el zinc. Si se tiene preparado con antelación, se puede hacer toda la receta sin tener que encender el fuego.
Las aceitunas negras, en cantidades pequeñas, son una buena fuente de grasas monoinsaturadas, beneficiosas para la salud cardiovascular. También añaden sabor y antioxidantes como la vitamina E, que protege nuestras células del daño oxidativo.
Los pimientos del piquillo de bote conservan gran parte de sus propiedades, son ricos en vitamina C, betacarotenos y compuestos antioxidantes. Tienen muy pocas calorías y un sabor delicado; y son un excelente contenedor para rellenos nutritivos.
Para dar un extra de sabor al conjunto, en vez de una salsa industrial, optamos por una sencilla vinagreta que aporta antioxidantes y polifenoles, compuestos con propiedades antiinflamatorias.
Pimientos del piquillo rellenos de hummus
Ingredientes
- Pimientos del piquillo enteros en conserva, 8 ud
- Alubias blancas cocidas escurridas, 250 g
- Aceitunas negras sin hueso, 30 g
- Huevos, 2 ud
- Ajo, 1 diente
- Zumo de limón, 1 cucharada
- Comino molido, 1/4 cucharadita
- Sal, al gusto
- Pimienta negra molida, al gusto
Para la vinagreta:
- Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas
- Vinagre balsámico, 1 cucharada
- Sal, una pizca
- Pimienta negra molida, una pizca
Paso 1
Ponemos los huevos a cocer en agua fría y contamos 9 minutos desde que hierva. Una vez cocidos, los enfriamos bajo agua fría, los pelamos y los picamos finamente. Reservamos.
Paso 2
Enjuagamos las alubias blancas cocidas bajo agua fría y las escurrimos bien.
Paso 3
En el vaso de una batidora, introducimos las alubias blancas, el ajo pelado, el zumo de limón, el comino, sal y pimienta al gusto. Trituramos hasta obtener una crema homogénea. Podemos añadir una cucharada de agua para aligerar la textura.
Paso 4
Picamos finamente las aceitunas negras y las mezclamos en un bol con el hummus de alubias y el huevo duro picado. Removemos bien hasta que quede una mezcla uniforme.
Paso 5
Escurrimos los pimientos del piquillo del bote y los rellenamos cuidadosamente con la mezcla anterior, ayudándonos con una cucharilla o una manga pastelera.
Paso 6
En un cuenco, mezclamos el aceite de oliva virgen extra, el vinagre balsámico, una pizca de sal y otra de pimienta. Batimos bien con un tenedor o unas varillas pequeñas hasta emulsionar.
Paso 7
Colocamos los pimientos rellenos en un plato o fuente y los regamos con la vinagreta justo antes de servir.
Y para acompañar...
Una idea sencilla para acompañar estos pimientos sería una ensalada de hojas verdes, como rúcula, espinaca o canónigos, aliñada con limón y pimienta. Aporta frescor, volumen y micronutrientes al plato sin aumentar significativamente las calorías.
Para quienes prefieran un extra de textura crujiente, se pueden añadir nueces picadas o pipas de calabaza a la mezcla del relleno o espolvorearlas por encima. Esto aporta también grasas saludables y da un contraste de sabores adicional.
En lugar de alubias blancas, pueden usarse garbanzos cocidos para usar una variante de hummus más clásica, o incluso lentejas cocidas cuyo sabor ligeramente terroso también combina bien. Todas son fáciles de encontrar cocidas y listas para usar.
El huevo puede sustituirse por tofu marinado o por aguacate machacado, en caso de necesitar una alternativa vegana. Ambas opciones mantienen la untuosidad del relleno y aportan nutrientes valiosos, como grasas saludables o proteínas vegetales.
Si no se dispone de pimientos del piquillo, se pueden utilizar tomates pequeños vaciados o endivias como base para el relleno. Ambos se prestan también a ser consumidos en frío, manteniendo el concepto de plato ligero y rápido.
También quedan buenísimos si se sirven sobre una base de salmorejo, de manera que los pimientos rellenos se asemejen a unos falsos raviolis gigantes que podrían ser aptos para celíacos si se utiliza un pan sin gluten en el salmorejo.