Seguimos con las verduras raras. Hoy os presento al colinabo.

Esta verdura con aspecto de OVNI es un cruce entre repollo y nabo. En la caja de verduras de esta semana me han llegado dos; uno verde y ¡uno morado! Como no tenía ni idea de qué hacer con ello he recurrido a la técnica de hacer una crema y la verdad es que me ha quedado de vicio.

El colinabo se puede comer crudo tal cual, o en rodajas o rallado en una ensalada. Da la impresión de que tiene por dentro muchas capas, pero no, en realidad detrás de la primera capa verde es sólido y uniforme por dentro. Las hojas también son comestibles, aunque yo no las he utilizado para esta receta.

Esta crema la he inventado sobre la marcha y es bastante diferente a las que he hecho anteriormente. A ver qué os parece.

Preparación

Cortamos la cebolla en cuadraditos y la echamos en la olla junto con un chorro de aceite y una cucharada de mantequilla.

Cuando la cebolla esté más blandita añadimos el colinabo partido en trozos  pequeños, sal y pimienta y la albahaca, y removemos bien de vez en cuando con el fuego medio-bajo durante unos 5 minutos.

Mientras tanto vamos calentando el caldo, y después de los 5 minutos lo añadimos a  la olla y dejamos cociendo a fuego medio durante 7 minutos, removiendo de vez en cuando.

Por último, echamos todo en un procesador de alimentos o batidora y añadimos el yogur griego. Batimos todo y… ¡a disfrutar antes de que se enfríe!

Resultado

¡Esta crema está buenísima! De hecho desde hoy está entre mis favoritas, junto con la de calabacín y la de calabaza.

El colinabo por supuesto lo podéis cambiar por verduras parecidas, como nabo, repollo o incluso lechuga.

Tiempo: 25 minutos

Dificultad: 3/5

Digestión: 2/5

Precio: 3€

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