¿A que el nombre ya os suena a una delicia celestial?

Os prometí hace unos días, cuando hicimos los Miguelitos, que esas cuatro claras que nos sobraban las aprovecharíamos divinamente. Y no se me ocurre mejor manera para ello que animaros a hacer este fabuloso postre.

La idea de esta maravilla dulce se la disputan Australia y nueva Zelanda, y  fue creada en honor a la bailarina rusa Anna Pavlova, pensando en algo que fuera ligero como el aire y elegante como ella. Fuera quien fuera el creador, dio en el clavo…, pues la base de merengue al horno, coronada de nata montada y frutas  resulta uno de los bocados más originales y deliciosos que os podáis imaginar.

Paulova (10)

Preparación

Precalentamos el horno a 150ºC y preparamos una bandeja con un papel sulfurizado, en el que dibujaremos una circunferencia ayudándonos de un plato o lo que más a mano tengamos, con que mida 20 cm de diámetro es suficiente, que yo me pasé un poco y me salió enorme…, ansias!

Colocamos la cara con el dibujo hacia abajo, se transparentará por arriba y nos servirá de guía para rellenarlo del merengue.

Ayudándonos de unas varillas, thermomix o de un buen brazo, montamos las claras con una pizca de sal, y vamos añadiendo el azúcar poco a poco, una vez que estén montadas bien firmes, que hagan picos gruesos, añadimos con cuidado y con movimientos envolventes el vinagre, la maicena y la vainilla. Colocamos este merengue sobre el círculo en la bandeja de horno. Yo lo he hecho con una manga pastelera, pero quedará estupendamente también si lo hacemos con una cuchara. Intentaremos que los bordes queden un poco más elevados, como si fuera un plato hondo. Y llevamos al horno precalentado por espacio de una hora más o menos. Estará cuando empecemos a verlo doradito por fuera. Consiste en que quede crujiente por fuera y blandito por dentro, el vinagre nos habrá ayudado a eso…

Podéis preparar la base de merengue el día antes, ya que hay que dejarla enfriar antes de ponerle la cobertura.

Con varillas o con thermomix, montamos la nata con el azúcar glas. Para montar la nata, ésta debe estar muy fría, e incluso el recipiente en que las montemos, podemos meterlo al congelador o a la nevera un rato antes. Ojo con pasarnos al batir, que haremos mantequilla…, pararemos cuando tengamos una nata firme.

Extenderemos la nata por encima de la base de merengue horneado y frío, y pondremos por encima trozos de fruta fresca a nuestra elección. Meteremos a la nevera y dejaremos enfriar bien el conjunto, porque fría es como está más rica.

Resultado

Base de merengue crujiente, una ligera cobertura de nata y vuestra fruta favorita…, mmmmmmm, os vais a relamer de gusto!!

Tiempo:  15 minutos más 1 hr de horno

Dificultad: 3/5

Digestión:3/5

Precio:  variable según la fruta elegida (aprox 5€)

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