El alma de cualquier ensalada es siempre la vinagreta. De ella depende la gracia de esta, que quede jugosa que tenga matices y contrastes y que todos los ingredientes que se incorporen tengan sentido. Puede ser desde la vinagreta más básica con aceite, vinagre y sal o se puede elaborar una con más toques en función de lo que se busque. La de hoy, sirve para todo tipo de ensaladas, pero también para aliñar un arroz caliente o incluso un pollo recién salido del horno o de la plancha. ¿Qué hay mejor que un pollo asado bien condimentado?

En realidad, esta ensalada es tremendamente básica y lo único que hace es conjugar dos ingredientes que siempre van de la mano: el queso y el membrillo. Ambos funcionan juntos de maravilla, son el postre perfecto y el más repetido en muchas casas cuando la temporada llega y es que lo malo de esta fruta es que sólo se da en otoño. Eso sí, se puede guardar el dulce durante mucho tiempo envasado al vacío y en la nevera, incluso congelado. Su elaboración sólo requiere algo de tiempo y membrillos recién recolectados además de una gran cantidad de azúcar. Poco a poco la fruta irá caramelizándose, quedándose hecha un puré y, cuando se enfríe, se cuajará haciendo una especie de gelatina.

Además del queso y del membrillo, para esta ensalada se necesitan hojas de lechuga (cada uno puede elegir la variedad que prefiera) y avellanas. Pero también se podría hacer con espinacas frescas como la ensalada de espinacas con fresas o la ensalada de espinacas y gambas. Igual que en la ensalada Waldorf de pera, las avellanas se podrían sustituir por nueces o también por almendras o anacardos e incluso estos frutos secos podrían utilizarse con algún sabor ácido o picante que le daría a todo el conjunto un toque muy especial.

Receta de ensalada de queso con membrillo

Ingredientes

  • Hojas de mix de lechuga, 500 g
  • Queso fresco de cabra, 120 g
  • Dulce de membrillo, 80 g
  • Avellanas, 50 g

Para la vinagreta

  • Aceite de oliva virgen extra, 3 cucharadas
  • Mostaza de Dijon, 1 cucharadita
  • Zumo de jengibre, 2 cucharadas
  • Miso, 1 cucharadita
  • Miel, 1 cucharadita
  • Sal, c/s

Paso 1

Trocear el queso fresco de cabra en dados. También se puede utilizar un queso fresco de vaca, de oveja o de mezcla. Lo mejor es utilizar alguno con un poco de cuerpo, que no se queden demasiado blandos y tengan mordida. También se podría emplear un queso feta, aunque queda mucho más ácido y harinoso.

Paso 2

Trocear igualmente el membrillo en dados pequeños o lonchas finas. Picar las avellanas de manera tosca, dejando algunas a la mitad y otras más finas.

Paso 3

Preparar la vinagreta mezclando todos los ingredientes menos el aceite de oliva en un bol. Por último, incorporar el aceite y mezclar. Bañar con la vinagreta a la lechuga bien lavada y escurrida, y mezclar bien.

Paso 4

Terminar la ensalada añadiendo los dados de queso, los trozos de membrillo y las avellanas poniendo todo a punto de sal. Ser generoso con la vinagreta, ¡es lo que le da la gracia al conjunto!