Como llevo días y días dándoos la matraca con recetas navideñas para todos los gustos y colores, hoy os propongo algo muy sencillito y muy muy rico para preparar cualquier día o, incluso para llevar en el túper al curro, unos jamoncitos de pollo en piparrada, que no es más que una salsa muy sencilla hecha básicamente con pimiento.

Ingredientes

  • Jamoncitos de pollo, 8
  • Bacon, 50 g
  • Cebolla, 1
  • Pimiento rojo, 1 grandote
  • Tomate fresco, 1 mediano
  • Aceite de oliva virgen extra, 3 cucharadas
  • Aceite para freír
  • Sal
  • Pimienta
  • Bicarbonato sódico, 1/8 de cucharadita

Es curioso, porque yo no hace muchos años que la conozco por ese nombre, pues en mi casa es lo que mi madre siempre llamó “fritá”, pero sea con el nombre que sea, hoy os voy a enseñar a prepararla con un pequeño truquito que hace que las verduras se caramelicen y el resultado es de esconder el pan porque os lo querréis comer todo.

Preparación de los Jamoncitos de pollo en piparrada

1: Preparar la piparrada

Para preparar la piparrada troceamos muy finamente la cebolla, el pimiento, el tomate y el bacon.

En una cazuela o sartén de fondo grueso ponemos a calentar el aceite a fuego medio alto y salteamos el bacon, cuando se empiece a dorar, añadimos la cebolla y el pimiento rojo, salamos al gusto y dejamos pochar durante unos 15 minutos a fuego medio-alto removiendo de vez en cuando hasta que la cebolla esté transparente.

Subimos el fuego, hacemos un hueco en el centro de la cazuela apartando la cebolla y el pimiento hacia los lados, añadimos el tomate troceado y lo dejamos que se fría durante unos 5 minutos con una pizca de sal.

Mezclamos bien todo, añadimos el bicarbonato sódico, mezclamos de nuevo y lo dejamos 5 minutos más a fuego alto vigilando y removiendo cada poco para que no se agarre.

2: Freír el pollo

Mientras se hace la salsa, en otra sartén con abundante aceite freímos los jamoncitos de pollo salpimentados, para ello los sumergimos en el aceite bien caliente hasta que se empiecen a dorar, bajamos el fuego hasta dejarlo medio-bajo, los cocinamos durante una media hora -el tiempo que tarda en hacerse la salsa- dando vueltas de vez en cuando y, en los tres últimos minutos subimos el fuego para que la piel quede bien crujiente. Es importante pinchar por varios sitios la piel de los jamoncitos de pollo para que no exploten durante la fritura.

3: Terminar de cocinar el pollo en la salsa

Finalmente pasamos los jamoncitos de pollo a la cazuela con la salsa y dejamos que se cocinen un par de minutos más sobre la salsa. Se les puede dar la vuelta para que se impregnen bien en ella o dejarlos tal cual. A mí me gusta hacerlo así porque queda un contraste chulo de texturas, por la parte de arriba la piel crujiente y por abajo el delicioso sabor de la salsa, aunque si son para llevar en el túper es mejor darles la vuelta para que pillen salsa por todos lados.

Resultado

Estos jamoncitos de pollo en piparrada estoy segura de que acabarán ocupando un sitio de honor en vuestro recetario personal.