
Una taza de infusión.
Ni manzanilla ni canela: este es el ingrediente de la infusión perfecta para deshinchar el estómago y cómo prepararla
Una receta sencilla para combatir el hinchazón abdominal.
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Con la llegada del buen tiempo, muchas personas quieren mimar su cuerpo y adoptar hábitos más saludables. No se trata de someterse a regímenes estrictos ni de buscar milagros imposibles, sino de hallar ese bienestar que les conceda una mayor vitalidad.
Tras una temporada de comidas abundantes, rutinas sedentarias y estrés acumulado, el verano es el momento perfecto para incorporar pequeños gestos que transformen nuestro estado físico y emocional.
Entre las opciones naturales que están ganando popularidad, destaca una infusión: el té verde con jengibre, limón y probióticos.
Esta bebida parece sacada de un cuento de bienestar, ya que reúne ingredientes reconocidos por su capacidad para facilitar la digestión, desintoxicar el organismo y revitalizar el ánimo, como el jengibre y el limón.
Pero, además, suma el poder de los probióticos, esos aliados microscópicos que restauran el equilibrio intestinal, optimizan la absorción de nutrientes y fortalecen nuestras defensas naturales.
El resultado es una infusión ligera, agradable al paladar y repleta de beneficios que van mucho más allá de lo que uno podría imaginar. Puedes disfrutarla al despertar, tras las comidas o como una alternativa refrescante y saludable a la clásica taza de café de la tarde.

Infusión de limón y jengibre.
Además de ayudarte a sentirte menos hinchado, favorece el metabolismo, aumenta la sensación de saciedad y potencia la absorción de nutrientes esenciales.
Lo más interesante es que no necesitas cambiar radicalmente tu estilo de vida ni seguir normas complicadas. Simplemente, incluyendo esta infusión en tu rutina, comenzarás a notar mejoras en tu digestión, tu energía y tu bienestar general.
Infusión de té verde, jengibre, limón y probióticos
Para preparar una infusión de té verde, jengibre, limón y probióticos, puedes seguir los siguientes pasos, combinando métodos tradicionales de infusión con la incorporación de probióticos, que normalmente se añaden después de la preparación para preservar sus beneficios.
Ingredientes
- Té verde, 3 cucharadas para 1 litro de agua (o 1 bolsita por taza).
- Jengibre fresco: 1-2 cm rallado o en rodajas.
- Jugo de 1 limón o rodajas al gusto.
- Probióticos, en polvo o cápsulas (añadir según las indicaciones del fabricante, normalmente después de dejar enfriar la infusión para evitar destruir las bacterias vivas).
- Agua, 1 litro o la cantidad deseada.
- Endulzante natural (miel, stevia) o menta fresca, opcional.
Paso 1
Calentar el agua: Lleva el agua a una temperatura de 70-85°C (no debe hervir para evitar que el té verde se amargue).
Paso 2
Infusionar el jengibre: Si prefieres un sabor más intenso y aprovechar mejor las propiedades del jengibre, añade el jengibre rallado o en rodajas al agua caliente y deja reposar durante 5-6 minutos.
Paso 3
Añadir el té verde: Agrega el té verde y deja infusionar durante 2-3 minutos (no más para evitar el exceso de taninos y el sabor amargo).
Paso 4
Retirar el té y el jengibre: Retira las hojas de té y el jengibre.
Paso 5
Añadir el limón: Incorpora el jugo de limón o las rodajas y mezcla bien.
Paso 6
Dejar enfriar (opcional): Si deseas una versión fría, puedes dejar enfriar la infusión y dejar reposar con el limón y el jengibre durante varias horas en la nevera.
Paso 7
Añadir probióticos: Una vez la infusión esté tibia o fría (no caliente), añade el probiótico en polvo o el contenido de una cápsula, según las indicaciones del fabricante, y mezcla bien. No añadas los probióticos al agua caliente, ya que el calor puede destruir las bacterias beneficiosas.
Paso 8
Servir y disfrutar: Puedes añadir un toque de miel o stevia si lo deseas. Consume preferiblemente recién preparado para aprovechar al máximo los beneficios de los probióticos.
Consejos y recomendaciones
Probióticos: Sigue siempre las indicaciones del fabricante para el tipo y cantidad de probiótico a utilizar.
Consumo: Ideal para beber por la mañana o por la tarde, en frío o caliente, según se prefiera.
Conservación: Si no consumes toda la infusión de inmediato, guárdala en la nevera y consúmela en 24 horas para preservar los probióticos.
Beneficios para la salud
Esta bebida destaca por sus propiedades antioxidantes y diuréticas, además de favorecer la digestión, la concentración y el sistema inmunológico.
Los probióticos presentes en la infusión ejercen un impacto directo sobre la salud intestinal, cerebral y el sistema inmunológico, promoviendo un bienestar integral.
-Aumentan la absorción de vitaminas y minerales como la B12, el calcio y el hierro.
-Inhiben el crecimiento de bacterias perjudiciales para el organismo.
-Previenen trastornos intestinales y mejoran la digestión.
-Refuerzan el sistema inmunológico y ayudan a mantener las defensas altas.
Por su parte, la vitamina C del limón:
-Protege frente al daño oxidativo y los radicales libres.
-Mejora la absorción del hierro y fortalece la función inmunitaria.
-Previene el estrés oxidativo y ayuda a mantener una buena salud cardiovascular.
-Regula los niveles de lípidos en sangre y la presión arterial.
El jengibre, otro ingrediente clave:
-Favorece la digestión y alivia síntomas como náuseas y vómitos.
-Protege el corazón, ayudando a controlar la presión arterial y el metabolismo de las grasas.
-Aumenta la temperatura corporal y estimula el metabolismo.
-Proporciona sensación de saciedad y ayuda a controlar el apetito.
Por su parte, el té verde:
-No contiene grasas ni carbohidratos.
-Es rico en vitaminas y minerales como flúor, cobre, zinc y manganeso.
-Destaca por sus propiedades antioxidantes y digestivas.