El vino es una sustancia viva que está en constante evolución, es por eso que necesita de unas condiciones ambientales determinadas para no perder sus propiedades. Por ello, es muy importante almacenarlo de forma correcta, pero, sobre todo, saber qué debemos hacer para que no se eche a perder una vez que lo hemos abierto.

5 consejos para conservar el vino una vez abierto

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Aunque lo más aconsejable es consumir el vino el mismo día que se abre la botella y aunque existen formatos de botellas adecuados para casi cualquier ocasión, lo cierto es que no es raro abrir una botella de vino y que no se acabe al momento. Y para ello en Corporación Vinoloa nos dan una serie de consejos para que ese vino que sobra se conserve en buenas condiciones.

Cuánto dura el vino una vez abierta la botella

En general, hay que tener en cuenta que un vino abierto se puede consumir hasta pasadas 36 horas o incluso algunos días dependiendo del vino del que se trate. Una vez que se ha abierto la botella, comienza la oxigenación del vino con lo que sus propiedades se diluyen. Además, muchos de sus componentes son volátiles por lo que, cuanto más tiempo estén en contacto con el aire, más se perderán.

Cómo guardar una botella de vino abierta

Para mantener las propiedades del vino y poder consumirlo más adelante, es importante que se encuentre en una zona fresca y seca de la casa. La temperatura ambiente de la estancia no debe superar los 22 ºC. Ahora, durante el verano, lo recomendable es mantener el vino abierto en la nevera, ya que las temperaturas son más altas, por lo que el vino se deteriorará más rápidamente. Recuerda, además, que hay que alejarlo todo lo posible de la luz tanto solar como artificial.

Conservar las botellas de vino abiertas en posición vertical

Al contrario de lo que ocurre con las botellas cerradas, cuando ya están abiertas es mejor guardarlas en vertical. De esta manera, disminuimos el contacto del aire con el vino y evitaremos las oscilaciones de la botella.

El mejor tapón para una botella de vino abierta

tapones corcho

Hay que tapar siempre la botella abierta con su propio corcho. Este material es uno de los mejores aislantes de líquido que existe. La corteza de alcornoque es capaz de contener el vino mientras le aporta la mínima oxigenación que necesita para madurar, pero sin que se abombe.

Si el corcho ha quedado inutilizado, existen en el mercado una gran variedad de tapones con las mismas funciones y beneficios.

Si es posible, guardar el vino en un recipiente más pequeño

Otra gran alternativa cuando no se ha terminado la botella, es cambiarlo a una más pequeña. Mediante un embudo se puede hacer el traspaso de un frasco a otro, aunque hay que intentar llenarlo lo máximo posible de tal forma que apenas quede un dedo entre la botella y el tapón.

También, hay que tener en cuenta que no todos los vinos se conservan en buen estado durante el mismo tiempo. Los vinos espumosos son los que más rápido se deterioran; mientras que los tintos jóvenes pueden durar alrededor de una semana. Los vinos blancos, tintos crianza y rosados, duran entre 3 y 5 días.

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