A nadie se le escapa que la manera más rápida de comer no solo un tentempié, sino a veces una deliciosa e improvisada comida, merienda o cena, es colocar entre dos rebanadas de pan una selección de ingredientes apetitosos y a comer!

Tenemos que desterrar de nuestra cabeza la idea de que comer un sandwich no es propiamente una comida de sentarse a la mesa. La combinación de productos que elijamos, junto con la calidad del pan escogido, harán que nuestro plato luzca diferente, aún siendo un alimento completo y equilibrado.

Si el pan elegido es de barra, nos comeremos un bocadillo delicioso, si es pan de molde, tenemos en un momento un fantástico sandwich…, que es el que os traigo hoy.

Una combinación sencilla, rápida, fresca y riquísima para una comida completa y sin complicaciones. Probadlo y repetiréis seguro…

 

Preparación

Vamos, que más sencillo no puede ser el invento…

Untar ambas rebanadas con un poco de mayonesa por una de las caras, yo prefiero que sea sólo pincelar un poquito, pero eso lo dejo a vuestra elección. Picar muy menudo el salmón, la cebolleta y la lechuga, mezclar y disponer sobre una rebanada. Poner la otra encima, cortar a nuestro gusto y a disfrutar…

Una sugerencia que a lo mejor agradecéis…, al manipular el salmón ahumado con las manos, se queda en ellas un fuerte olor que cuesta eliminar, para ello, podéis poneros guantes de látex, plástico o cualquier otro material, valen muy bien los que hay en los supermercados para escoger la fruta y la verdura. Si preferís no usarlos, con tenedor y cuchillo se puede trabajar con el salmón sin tocarlo.

Resultado

Podéis elegir el pan de molde que más os guste para variar el resultado final, a mí el pan blanco sin corteza me parece el ideal. Acompañado de una ensalada, unas patatas chips o unos aros de cebolla, ya tenéis una opción más para la mesa este verano…

Tiempo: 5 minutos

Dificultad: 1/5

Digestión: 2/5

Precio: variable según raciones

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