En el día del Padre, una receta un tanto atrevida, unas empanadillas al horno, de setas, pasas, panceta y queso. Una bomba deliciosa y que además nos permitirá cuida la línea evitando el aceitazo de la fritura, eso si, no estarán tan sabrosas, por algo existe el aceite, pero a cambio tendremos una comida, aperitivo muy sano y rico, y sobe todo fácil de hacer por un padre inexperto en las labores culinarias. Estoy seguro que te atreverás con estas empanadillas.

Preparación

Si habéis comprado las setas congeladas, lo primero de todo es descongelarlas bien con ayuda del microondas para que suelten todo el agua, o al menos la mayor parte de la escarcha.

Mientras calentamos la sartén con una cucharadita de aceite cortamos en trozos pequeños las tira de panceta, cuando el aceite este  caliente doramos muy bien los trocitos de panceta.

Cuando veamos que ya esta bien hecha la panceta añadimos las setas, si veis que después de descongelar siguen siendo muy grandes cortarlas también en trocitos pequeños y añadirlas a la sartén con la panceta.

Después añadimos un puñado de pasas ( podéis cortarlas o no) y un trozo no muy grande de queso azul para rematar el relleno, procurando siempre remover todo para que no se nos pegue. Entre freía la panceta y pasar los demás ingredientes no debería llevarnos más de 8 minutos, hasta que la mayor parte del agua que queda de las setas se haya evaporado y quede una pasta homogénea.

Con nuestra mezcla lista precalentamos el horno a 180ª  y rellenamos cada oblea con una cucharadita de la mezcla, después le damos forma de media luna,(tan siempre como doblar delicadamente por la mitad)  las pintamos con huevo batido ( a mi se me olvido este paso :S ) y las metemos 20 min en el horno. Es posible que los bordes se quemen un poco, ojo con esto y controlar la altura en el horno. la parte más complicada de toda la receta es precisamente controlar el tiempo en el horno.

Y aunque no lo creas, ya están listas. Doradas y crujientes, tiernas por dentro. Listas para comer.

Resultado

Es posible que a la superficie le salgan como burbujitas, es normal, y no pasa nada, no es lo mejor estéticamente, pero bueno. Se pueden comer frías o calientes y estarán igual de buenas. Si se acompañan con un vino joven crecerán en sabor. Por supuesto, esto es sólo el principio, ahora que ya sabes el poco truco de cómo hacerlas, puedes rellenarlas de lo que quieras, la cocina es experimentar y jugar 🙂

Tiempo: 30 minutos

Dificultad: 2/5

Digestión: 2/5

Precio: 3€

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