Una imagen de una mujer limpiando puertas de madera blanca.

Una imagen de una mujer limpiando puertas de madera blanca. E.E.

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Ni pintura ni reformas: el sencillo truco que uso como experta para blanquear puertas amarillas

Con el paso del tiempo, las puertas blancas tienden a amarillear y perder brillo, pero existe un truco casero fácil y económico para devolverles su color original.

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A medida que pasa el tiempo, las puertas blancas van perdiendo su brillo original, haciendo que se vayan amarilleando y acumulando pequeñas manchas y marcas difíciles de eliminar. Llegado al punto de darles una nueva cara, se puede pensar en cambiarlas o repintarlas.

Sin embargo, no siempre es necesario hacerlo, pues existe un truco con el que podrás evitar la pintura y las reformas, y que hará que puedas blanquear puertas amarillas de una manera muy sencilla y barata, sin ningún tipo de esfuerzo.

La experta en limpieza Marga Díaz (@decorbymaggie) tiene claro cuál es el mejor método para poder recuperar el color blanco de las puertas que con el paso del tiempo han empezado a adquirir una tonalidad amarillenta, y es apostar por la vaselina líquida.

@decorbymaggie Truquito para limpiar tus puertas blancas. Lo conocías? Feliz noche. #limpieza #cleaning #clean #hogar #trucos #trucoslimpieza #tips #tipshogar ♬ FEEL THE GROOVE - Queens Road, Fabian Graetz

En uno de sus vídeos más populares en sus redes sociales, ha dado a conocer el truco definitivo para devolver su aspecto a las puertas blancas, incluso aunque lleven más de una década instaladas en su lugar. Un efectivo remedio casero hace que vuelvan a lucir como nuevas.

El truco de Marga Díaz es muy sencillo de ejecutar, si bien es cierto que para un buen resultado se necesita de constancia y del uso de los productos apropiados. En su caso, apuesta por una fórmula a base de ingredientes económicos y fáciles de encontrar:

  • 500 ml de agua
  • 250 ml de agua oxigenada
  • 3 cucharadas de vaselina líquida
  • 1 tapón de jabón natural

Una vez reunidos estos ingredientes, se conseguirá una mezcla que tiene un efecto blanqueador suave, pero muy eficaz, siendo ideal para conseguir que superficies blancas que han perdido su luminosidad sin estar muy deterioradas, la consigan recuperar.

La clave radica, según la experta, en no aplicar el producto directamente sobre la puerta, sino que se debe utilizar un paño de microfibra blanco, para evitar desteñidos, y utilizarlo cuando esté bien escurrido. Es muy importante que el paño no gotee, sino que solo esté humedecido.

De esta forma, la mezcla podrá actuar sobre la superficie sin llegar a saturarla y, por lo tanto, sin dejar residuos o marcas que puedan afectar al resultado final. Asimismo, hay que usar guantes durante la limpieza para evitar problemas durante la manipulación del agua oxigenada.

Este remedio se puede usar para puertas blancas, pero también para otras superficies que puedan encontrarse amarillentas por el paso del tiempo, como:

  • Superficies lacadas: es útil para aquellas superficies lacadas en blanco que acumulen residuos grasos o polvo.
  • Muebles sin brillo: los muebles blancos que han perdido su brillo o han comenzado a amarillear también se pueden tratar con este remedio.
  • Estantes o baldas de tonos claros: de igual forma, se puede usar para recuperar el buen aspecto de estantes o baldas de tonos claros, sobre todo cuando se encuentran cerca de zonas de cocina o expuestos al sol.

En todo caso, como sucede con otros muchos remedios caseros o productos de limpieza, se recomienda hacer una prueba en una zona poco visible antes de aplicar la mezcla en toda la superficie, sobre todo cuando se trata de materiales delicados.

Asimismo, hay que tener en cuenta que no se trata de un truco instantáneo ni mágico, sino que se debe incluir dentro de una rutina de limpieza habitual. Con constancia se podrá conseguir que las puertas luzcan más blancas y dejen de estar amarillentas.

Además de conseguir un mejor aspecto y que luzcan más limpias, también estarán más protegidas frente al paso del tiempo, la luz solar o la humedad. Además, la vaselina líquida crea una barrera protectora que aporta brillo y ayuda a repeler el polvo.

Cómo recuperar el blanco de las puertas

El blanco es un color que aporta luminosidad en el hogar, además de un acabado que transmite limpieza, si bien tiene algunos inconvenientes, entre los que nos encontramos el de que, con el paso del tiempo, es muy posible que se vaya amarilleando, lo que afecta a su estética.

También puede perder brillo, lo que puede acabar resultando en un gran problema si se quiere disfrutar de los muebles con un aspecto impecable. El primero de los consejos a seguir para que las puertas sigan estando blancas es limpiarlas de forma regular y efectiva.

No son necesarios muchos productos ni utensilios para ello, sino que es suficiente con usar un plumero, la aspiradora y una bayeta para quitar el polvo. Además, se puede limpiar su superficie con agua tibia y un jabón líquido suave para que no se manchen.

En cualquier caso, tras aplicar un producto de limpieza es imprescindible dejar que se seque la zona para que quede perfecta. Es, por lo tanto, algo muy sencillo que se puede hacer una vez a la semana o en aquellos momentos de limpieza profunda dentro del hogar.

En el caso de que pierdan su brillo o si adquieren un tono amarillento, las puertas lacadas se pueden volver a pintar para que estén perfectas nuevamente, aunque la prevención es un factor clave para evitarlo, recurriendo al uso de soluciones como la glicerina.

La glicerina es un líquido transparente, sin olor y con una textura viscosa que, cuando se aplica sobre muebles lacados, se convierte en un producto ideal para su limpieza. Se puede aplicar de una forma muy sencilla, con tan solo usar un paño de microfibra.

Tras dejar que seque, solo hay que usar otro paño seco para retirar los restos de jabón del producto, haciendo que la puerta recupere su brillo original.