Toffe, os suena ¿no? Pues si, es el dulce del caramelo y complemento para muchos otros postres y dulces en general, por su cremosidad, por que es muy dulce y porque tiene un sabor, que es muy peculiar e inovidable, a si que me animé a hacerlo en casa, sabiendo de antemano que la repostería de verdad lleva tiempo y en este caso igual, requiere dedicación y tiempo, pero queda muy muy bien y para mucho tiempo, vamos, que tendrás toffe para un tiempo y para animar muchos postres.

Preparación

En un cazo mediano poner el azúcar y el agua y empezar a remover para que se disuelva, le costará porque es bastante azúcar para tan poca agua, pero al final se quedará un almíbar que a medida que vaya evaporándose el agua, irá espesando. Llegará un punto en que empiece a cristalizarse, remover con energía, y cuando ya empiece a pegarse (no os preocupéis porque se quede por todos lados, luego se disolverá) echar la cuchara de mantequilla y continuar siempre con el fuego lento removiendo y mezclando la pasta.

Añadir la nata y remover para que se deshagan todos los grumos de azúcar que se hayan podido crear. Mantener a fuego lento cociendo unos 20 o 25 minutos, hasta que veáis que empieza a hacerse una pasta, incluso si no habéis usado azúcar moreno, a tostarse. Aquí depende de vosotros si lo queréis con una textura más terrosa como me ha salido a mi, o algo más líquido. Y ya está. Cuidado donde vertemos el toffe porque estará muy muy caliente.

 

Resultado

Dejar enfriar y disfrutar solo o acompañando cualquier postre, o como he hecho yo, con un poco de coco, está delicioso. Por supuesto podéis hacer banoffe, tan sencillo como hacer masa para magdalenas (podéis copiaros de la de los muffins de esta otra receta) y añadir a cada molde una rodajita de plátano y un poco de toffe. Conquistarás a cualquiera, es una poción mágica para conseguir todo lo que te propongas 😉

Tiempo: 35 minutos

Dificultad: 4/5

Digestión: 4/5

Precio: 1€

Noticias relacionadas