La mejor cafetera para hacer un buen 'capuccino' cuesta menos de 15 euros iStock
José, experto en café, lo tiene claro: "Esta es la mejor cafetera para hacer un buen 'capuccino' y cuesta menos de 15 euros"
Ya no hay que irse a la cafetería de moda ni pagar un dineral por una cafetera para disfrutar de un buen capuccino. Con el truco de este experto, podemos hacerlo en casa sin ningún esfuerzo.
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Muchas veces pensamos que para disfrutar de un auténtico capuccino lo que necesitamos es una carísima cafetera de esas con mil opciones o un aparato especial, pero lo cierto es que la experiencia puede ser igual de placentera con una herramienta mucho más sencilla.
La clave, a menudo, está en saber cómo aprovechar lo que puede que ya tengamos en casa. Hoy vamos a ver cómo hacer este popular café italiano, con su gruesa capa de espuma, de una manera muy sencilla.
No hace falta ser un barista profesional, solo una humilde cafetera de prensa francesa y un poco de práctica para conseguir un resultado sorprendente.
Capuccino en una prensa francesa
En un vídeo subido a YouTube por José, de Santo Amaro Coffee, nos descubre una "nueva" cafetera con la que "te vas a poder hacer capuccinos y cuesta menos de 15 €". Y no es otra, que la que se conoce como prensa francesa o French press.
Preparar un capuccino con una prensa francesa ofrece una gran ventaja desde un punto de vista económico, pues nos permite hacer cafés con mucha espuma de leche sin tener que invertir en una máquina de café expreso ni en espumadores de leche específicos.
Con un solo utensilio, que es sencillo de usar, económico y fácil de encontrar, podemos elaborar tanto el café como la crema de leche que caracteriza a esta bebida. Es, dicho de otro modo, un truco que democratiza el acceso a un capuccino de calidad en casa.
Otra ventaja importante es la versatilidad de esta cafetera. La prensa francesa, originalmente, sirve para elaborar cafés filtrados con matices aromáticos distintos, más limpios y afrutados que los que obtenemos con otras técnicas como el expresso.
Además, si se usa con cierta maña, nos permite hacer una espuma de leche lo suficientemente densa como para coronar cualquier café como si estuviéramos en una cafetería de especialidad.
Un último punto a favor de la prensa francesa es la sencillez de uso y de mantenimiento. Es una cafetera que se limpia con mucha facilidad y ocupa muy poco espacio en la cocina, por lo que es perfecta para disfrutar de un capuccino casero en cualquier momento.
Ingredientes
- Café molido, 18 g
- Agua caliente (90-95 ºC), 250 ml
- Leche entera, 120 ml
- Cacao o canela en polvo, opcional
Paso 1
Si nuestro café no está molido, lo molemos con molienda media-gruesa, que es la más adecuada para este tipo de cafeteras, y lo ponemos en la prensa francesa.
Paso 2
Calentamos 250 ml de agua hasta unos 90-95 °C (no debe llegar a hervir) y la vertemos en la prensa francesa sobre el café. Mezclamos suavemente y dejamos infusionar durante unos 4 minutos. Transcurrido el tiempo, bajamos el émbolo con cuidado y reservamos el café.
Paso 3
Vaciamos y enjuagamos la prensa francesa para eliminar los restos del café. Añadimos los 120 ml de leche fría o caliente, según nos apetezca en ese momento.
Paso 4
Colocamos el émbolo de la prensa francesa y comenzamos a bombear. Primero, bajamos y subimos el émbolo varias veces con energía, incorporando aire en la leche.
Paso 5
A continuación, seguimos subiendo y bajando sin sacar el émbolo del líquido para que las burbujas de aire se vayan haciendo más finas y se vaya espesando la crema. Cuanto más finas sean las burbujas, más estable será la espuma.
Paso 6
Para servir el capuccino, primero ponemos el café en una taza y después añadimos espuma de leche. Opcionalmente, podemos espolvorear con un poco de cacao o canela.
La diferencia con el capuccino de un bar
Aunque los resultados son muy buenos, la diferencia entre un capuccino hecho con prensa francesa y uno elaborado con máquina expreso está en el método de extracción de café y la textura de la leche.
En una máquina expreso, el café se extrae a alta presión y resulta más intenso, con cuerpo más denso y con una fina capa de crema dorada en la superficie.
En cambio, la prensa francesa trabaja por infusión y filtrado, de manera que el resultado es un café más menos concentrado, de cuerpo más ligero y con notas aromáticas más limpias, donde se aprecian mejor los matices del grano.
En cuanto a la leche, la máquina expreso utiliza un vaporizador que inyecta vapor a alta presión y forma una microespuma muy fina y estable.
Con la prensa francesa, el aire se incorpora manualmente al bombear el émbolo, lo que produce una espuma un poco más ligera con burbujas de aire más grandes, aunque suficiente para dar la sensación cremosa y aterciopelada que buscamos en un capuccino.