Huevos fritos iStock
Efecto Leidenfrost: "Para que el huevo no se pegue a la sartén, la clave no es el aceite, es la temperatura"
Muchas personas piensan que, para freír un huevo o hacer una tortilla en una sartén sin antiadherente, la única manera es utilizar un montón de aceite. La ciencia dice lo contrario, lo que importa es la temperatura.
Más información: Ni más temperatura ni más aceite: el truco de abuela para que el pescado a la plancha no se pegue ni se rompa
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Nuestras abuelas freían huevos en sartenes sin teflón y no se les pegaban. Los freían con mucho aceite y sabían que tenía que estar bien caliente en el momento de echarlos en la sartén.
Muchas, para saber que el aceite estaba "en su punto", utilizaban un corcho o un trozo de miga de pan. Si al echar la miga de pan se formaban muchas burbujas alrededor, es que ya se podían echar los huevos.
Podría pensarse que es por usar una cantidad generosa de aceite por lo que el huevo no se pega, pero no, la clave es la temperatura. Si la controlamos, evitaremos que el huevo se pegue y sin necesidad de tener una piscina de aceite en la sartén.
Sin antiadherente y sin aceite
Incluso en una sartén de acero inoxidable sin nada de antiadherente se pueden cocinar huevos fritos y a la plancha y que éstos deslicen sobre su superficie como si fuera una pista de patinaje sobre hielo.
Este método, tal como explica el chef Alfredo Vozmediano en su canal de YouTube, se justifica por el efecto Leidenfrost, un fenómeno físico que ocurre cuando un líquido entra en contacto con una superficie mucho más caliente que su punto de ebullición.
En esas condiciones, el líquido no se evapora de inmediato, sino que forma una capa de vapor que lo separa de la superficie caliente.
Como el vapor conduce peor el calor que el agua líquida, se produce ese efecto en el que parece que las gotas de agua "bailan" sobre el acero sin tocarlo.
Al aplicar este principio físico al huevo frito, nos encontramos con que el vapor generado por la humedad de la clara al tocar la sartén caliente crea una fina capa que evita el contacto directo con el acero, lo cual previene que se pegue y permite una cocción uniforme sin que se queme.
Gracias a esta técnica, podemos cocinar huevos fritos o a la plancha sin necesidad de sartenes antiadherentes ni excesivas cantidades de grasa.
Solo se requiere controlar bien la temperatura y actuar en el momento justo, aprovechando las propiedades físicas del calor y el vapor para obtener un resultado sabroso, saludable y sin necesidad de ingredientes extras.
Este es el único truco que siempre funciona y no depende del tipo de sartén.
Para freír un huevo sin que se pegue y (casi) sin aceite
- Huevo, 1 ud
- Aceite vegetal, unas gotas
Paso 1
Comenzamos precalentando la sartén completamente vacía. La colocamos sobre fuego medio y la dejamos calentar durante aproximadamente 2 a 3 minutos. Es fundamental que no añadamos todavía ni aceite ni el huevo, ya que necesitamos alcanzar la temperatura adecuada para que se produzca el efecto Leidenfrost.
Paso 2
Para comprobar que se ha alcanzado la temperatura ideal, echamos una gota sobre la superficie caliente. Si esta se desliza formando una bolita que rebota y no se evapora de inmediato, entonces la temperatura es la adecuada y podemos continuar con el siguiente paso.
Paso 3
Ponemos unas gotas de aceite vegetal en la sartén. A continuación, con ayuda de un poco de papel de cocina, esparcimos el aceite por toda la superficie para engrasarla de manera uniforme, retirando el exceso si fuera necesario.
Paso 4
Cascamos el huevo en una taza y lo depositamos directamente sobre la superficie engrasada de la sartén caliente. Gracias al efecto Leidenfrost, el huevo se cocinará sin pegarse.
Paso 5
Cocinamos el huevo durante unos 2 o 3 minutos, o hasta que la clara esté completamente cuajada pero la yema aún conserve su textura líquida o al punto deseado. No es necesario moverlo durante la cocción.
Paso 6
Retiramos el huevo de la sartén con la ayuda de una espátula, procurando no romper la yema. Lo servimos inmediatamente, solo o acompañado de otros ingredientes al gusto.
Algunas ideas de cenas rápidas con un par de huevos
Un par de huevos nos pueden solucionar la ración de proteínas de una cena. Con eso y con pocas cosas más podemos resolver la última comida del día. A continuación, te dejamos algunas ideas:
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Tostadas integrales con aguacate. Sobre una rebanada de pan integral tostado, colocamos rodajas de aguacate maduro, un chorrito de aceite de oliva y sal. Encima, añadimos los huevos a la plancha, que aportan proteínas y textura. Es una cena ligera, nutritiva y muy saciante. Podemos acompañarla con unas hojas de rúcula o tomate cherry.
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Ensalada templada de espinacas y champiñones. Salteamos en una sartén espinacas frescas con champiñones laminados, un poco de ajo y sal. Servimos caliente y coronamos con los huevos a la plancha. Se puede completar con frutos secos o semillas.
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Arroz integral con verduras salteadas. Cocinamos arroz integral y lo mezclamos con un salteado de verduras como pimiento, zanahoria y calabacín. Añadimos salsa de soja ligera y servimos con los huevos encima. Es un plato completo, equilibrado y fácil de preparar con ingredientes que tengamos a mano.
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Huevos rotos. Preparamos una base de patatas y cebolla pochadas como si fueran para una tortilla. Sobre esta mezcla, colocamos los huevos cocinados a la plancha. Ideal para una cena tradicional con un giro.
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Pan de pita relleno de verduras asadas. Asamos berenjena, calabacín y pimiento al horno y los usamos para rellenar un pan de pita. Añadimos salsa de yogur o tahini y colocamos encima uno o dos huevos a la plancha.