
Martín Berasategui, chef con estrellas, lo deja bien claro: "Haciendo esto, las patatas asadas se hacen más rápido y mejor" iStock
Martín Berasategui, chef con estrellas, lo deja bien claro: "Haciendo esto, las patatas asadas se hacen más rápido y mejor"
El cocinero aconseja un sencillísimo truco con el que consigue que las patatas asadas queden mucho más sabrosas y, además, se cocinen más rápido. En estos tiempos de prisas nos viene fenomenal.
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- Total: 35 min
Las patatas asadas son una de esas guarniciones que no pasan de moda. Son sencillas, económicas, versátiles y siempre bienvenidas en la mesa.
Sin embargo, hasta para las recetas tan humildes como esta, los grandes chefs tienen sus truquitos que no dudan en compartir, como este que recomienda Martín Berasategui, el chef que tiene más estrellas Michelin en España.
Cuando Berasategui habla, los amantes de la gastronomía escuchamos y seguimos sus consejos. Y el de hoy es un paso bien sencillo que no cuesta dinero, al contrario, nos lo ahorra, porque nuestras patatas se cocinarán antes -menos gasto de luz- y quedarán más sabrosas.
Un truco pequeño y un resultado grande
Las patatas asadas no absorben humedad, como cuando se cuecen, y no absorben tanta grasa como cuando se fríen, así que son más sanas y más sabrosas. También son más fáciles de hacer por lo que a mucha gente le gusta prepararlas.
Para que se asen en menos tiempo, el truco que Martín Berasategui propone es, en realidad, algo bastante obvio, pues no es más que cortarlas por la mitad.
Así podremos poner algo de grasa, sal y especias en contacto con la carne de las patatas para condimentarlas y, aparte de cocinarse más rápido, estarán mucho más sabrosas.
Un alimento saludable
Las patatas han sido injustamente demonizadas durante años, especialmente en el contexto de dietas para perder peso o grasa.
Sin embargo, cuando se analizan sus valores nutricionales, queda mucho más claro que este tubérculo es un alimento altamente nutritivo y mucho menos calórico de lo que suele ser la creencia popular.
Una patata mediana cocida, sin piel ni grasa añadida, aporta unas 88 kcal por cada 100 gramos -datos de la Fundación Española de la Nutrición-, una cifra comparable a la de muchos cereales integrales o legumbres.
Además, las patatas son una fuente rica en potasio, vitamina C, vitamina B6 y fibra (cuando se consumen con piel). Estos nutrientes son fundamentales para el buen funcionamiento muscular, la salud cardiovascular y el sistema inmunológico.
También son naturalmente libres de grasas y colesterol, lo que las convierte en una opción saludable si se preparan de manera adecuada, es decir, sin frituras ni salsas pesadas.
Incluir patatas en una dieta equilibrada es totalmente compatible con un estilo de vida saludable. Cocidas al vapor, asadas o hervidas y acompañadas de vegetales y fuentes de proteína magra, se integran perfectamente en menús nutricionalmente completos.
La clave está en la preparación, no son las patatas las que desequilibran una dieta, sino los métodos poco saludables con los que a veces se cocinan.
Cómo hacer las patatas asadas más rápido con el truco de Martín Berasategui
- Patatas de variedad Monalisa o Kennebec, 1 mediana por persona
- Aceite o mantequilla, cantidad necesaria
- Sal
- Pimienta, al gusto
- Especias o hierbas aromáticas al gusto, opcional
Paso 1
Precalentamos el horno a 180 ºC. Lavamos bien las patatas, las secamos y las cortamos por la mitad.
Paso 2
Engrasamos una fuente de horno con aceite de oliva o con mantequilla, sazonamos las patatas con sal y pimienta.
Paso 3
Ponemos las patatas bocabajo sobre la fuente engrasada, esto es, apoyando sobre la zona de corte, y cocinamos durante unos 35 minutos hasta que estén tiernas. Puede ser necesario algún minuto más si las patatas fuesen muy grandes.
Paso 4
Opcionalmente, antes de servir podemos espolvorear algunas especias o hierbas aromáticas como tomillo y orégano seco. También se les pueden poner por encima unas gotas de aceite de oliva virgen extra.
Cómo asar las patatas con piel
Como hemos dicho, las patatas asadas son una guarnición sencilla y versátil. Esta receta de Martín Berasategui, por ejemplo, sería perfecta como acompañamiento para de cualquier plato de carne.
Pero las patatas asadas enteras con piel, especialmente si se refrigeran para que se forme almidón resistente y se conviertan en un alimento prebiótico, tienen otros muchos usos en la cocina.
Las patatas asadas así se pueden usar para hacer purés, para espesar cremas de verduras, para hacer todo tipo de ensaladas o, incluso, para hacer tortilla de patatas, que tendrán mucho más sabor que si se usaran patatas cocidas.
Una forma muy sencilla de asar las patatas en el horno o en una freidora de aire es envolviéndolas en papel de aluminio.
Hay que lavar bien la patata, secarla, darle algunos pinchazos en la piel con ayuda de un cuchillo, envolverla en el papel y cocinarla a 180 ºC durante unos 50-60 minutos o, incluso, algo más, si la patata fuese muy grande.
El tiempo total dependerá del tamaño. La mejor forma de saber si está lista es comprobar que podemos pincharla con un tenedor sin que oponga resistencia.
Cuando lleguemos a ese punto, ya podemos enfriarla para usarla en otra preparación, o podemos abrir el paquete, cortar la patata, ponerle sal, pimienta y una nuez de mantequilla o un chorrito de aceite de oliva virgen extra y disfrutarla.