Fran Ortega, dueño de Café Bar Azahar.
Fran (23), hostelero, sobre abrir un bar en un pueblo de Granada de 360 habitantes: "Con más turismo y casas sería perfecto"
El joven explica por qué tomó la decisión de montar un bar y cómo es tener un negocio así en una localidad tan pequeña.
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¿Quién no ha pensado alguna vez en dejarlo todo e irse a vivir al campo? Con la masificación de las grandes ciudades y la vivienda cada vez más cara, muchos fantasean con la posibilidad de trasladarse a algún pueblo bonito y tranquilo. Otros, como Fran Ortega, lo hacen realidad.
Este joven de sólo 23 años ha abierto recientemente un bar junto a su pareja Helena en Restábal, un pueblo al sur de la provincia de Granada perteneciente al municipio de El Valle.
La localidad, a sólo 35 kilómetros de la ciudad de la Alhambra, es conocida gastronómicamente por su tradicional puchero de hinojos y por su producción de cítricos como limones y naranjas.
El establecimiento se llama Café Bar Azahar y está ubicado en la calle San José, en el local que antes ocuparon el Bar Sifón y El Arca de Manuel.
Abrió sus puertas el pasado 19 de julio en una apuesta por revitalizar el pueblo en lugar de marcharse de él, como se ven obligados muchos jóvenes por falta de trabajo.
Ofrecen una carta de tapas y platos caseros que mezcla tradición granadina con toques más contemporáneos. Algunas de las propuestas más destacadas son las croquetas de cocido o de longaniza local, los huevos rotos con jamón o el solomillo en salsa.
El interior de Café Bar Azahar.
También ofrecen opciones de mar, como quisquillas, pulpo a la gallega, sardinas a la plancha o pescaíto frito variado. De postre sobresalen la tarta de limón casera y el flan de huevo.
Según asegura Miguel Ángel Molina, divulgador sobre el Valle de Lecrín, pueden llegar a servir "hasta 50 comidas al día los fines de semana", lo que demuestra que se ha convertido en un punto de encuentro activo en un pueblo de sólo unos 360 habitantes, reforzando el tejido comunitario.
Invertir en un pueblo pequeño
Fran, natural de Restábal, empezó este negocio "desde cero" porque siempre le ha encantado la hostelería. Asegura estar "muy contento" de su decisión, aunque reconoce que "hay que echar muchas horas y estar muy encima del negocio".
Además, comenta que le costó mucho encontrar camarero: "Lo puse en anuncios, en Instagram, en las redes, pero supercomplicado". Al final encontró a un chico "muy apañado", así que admite que ha tenido suerte pese a todo. Su madre es quien trabaja en cocina, por lo que en ese sentido no tuvo que preocuparse ni buscar a nadie.
Un plato de Café Bar Azahar.
"Hay muchos hostales y casas rurales, en verano viene mucho turismo, que es de lo que nos estamos aprovechando nosotros", cuenta en una entrevista al Podcast Rural de Viaja a la Alpujarra.
Sin embargo, admite que en invierno "es complicado": "No hay mucha gente, hay muchas personas mayores, aquí vivimos mayormente gracias a la gente de fuera".
Desde su punto de vista, aún faltan "ganas" e "interés" en fomentar proyectos para que la gente visite el pueblo, para que haya más turismo: "Este pueblo con más turistas sería perfecto".
A ello se suma otro gran problema: la vivienda. "No hay casas nuevas para que la gente joven venga, no hay alquiler, y aparte hay casas bastante viejas y supercarísimas de precio; entonces es complicado que la gente joven se quede aquí", lamenta.
Aun así, los vecinos le han agradecido mucho la inversión que ha hecho en el pueblo. "Hacía muchísima falta", le dicen. "Es una cosa que te da alegría escuchar, el pueblo tienes que vivirlo", sentencia Fran.