
El bocadillo que ha alimentado a malagueños y visitantes durante más de dos siglos Venta La Butibamba
El bocadillo más famoso de Málaga se vende en un bar con más de 200 años: por menos de 7 € comen dos personas
Esta antigua venta, en una de las calas más bonitas del Mediterráneo, es uno de los secretos mejor guardados de los malagueños para comer bien y barato.
Más información: El restaurante que enamoró a Carlos Herrera en Barcelona: regentado por un gallego y con unos calamares deliciosos
A orillas de la tranquila Cala de Mijas (Málaga), con su arena fina y dorada y las aguas calmadas del Mediterráneo, se encuentra uno de los iconos gastronómicos de la región.
Con más de dos siglos a sus espaldas, Venta La Butibamba, el establecimiento regentado por la familia Porras desde 1800, que durante cinco generaciones ha mantenido viva la tradición de la casa de postas que fue en el siglo XIX.
En aquellos tiempos, este establecimiento, situado en el km 201 de la Autovía del Mediterráneo, estaba regulado por el gobierno y tenían obligación de ofrecer cobijo y alimento a los viajeros sin importar a qué hora llegasen.
Según contaba Francisco Javier Sepúlveda, actual gerente y marido de la bisnieta del fundador, en un reportaje publicado por Diario Sur, a lo largo de estos más de 200 años, las anécdotas son numerosas.
Lo que empezó como un refugio para viajeros, que en alguna ocasión hasta fue escenario de escaramuzas entre bandoleros y guardias civiles, se ha transformado en un templo de la cocina casera, donde reyes, artistas y vecinos comparten barra, mesa y bocadillo.
El rey de La Butibamba: el bocata de lomo en manteca
Si hay algo que es un auténtico emblema del local, es el bocata Butibamba, un bocadillo de lomo en manteca, considerado por muchos como el mejor de Málaga, si no de toda la Costa del Sol.
Con las redes sociales, su fama ha trascendido y cuenta ya con fans por todo el territorio nacional. Los malagueños Jorge y Jennifer, detrás de la cuenta de Instagram @que_comemos_, lo describen con verdadera pasión. “Mirad qué bocadillo, es como mi brazo".
"Y podrás comértelo por 6,90 euros y el medio bocadillo, por 4,90 euros”, cuentan… “recomiendan acudir al local con hambre “porque con este bocadillo comen dos personas”. Os podemos asegurar que es el mejor lomo en manteca que hemos comido nunca".
No hay mejor forma de describirlo, un bocadillo a prueba de crisis y de inflación que ha sido capaz de sobrevivir a dos guerras. Pocos bares o restaurantes pueden presumir de semejante logro.
Una receta secreta y muchas opciones para comer bien y barato
La receta que triunfa en La Butibamba sigue siendo fiel a su origen y se sigue cocinando casi igual que cuando inició su andadura el establecimiento a la par que el siglo XIX.
Seleccionan piezas de lomo de cerdo de Coín, las cortan en tacos y los marinan durante 24 horas con un majado de ajos “granaínos”, orégano, pimentón dulce, vinagre de manzana, manteca ibérica y sal, más ese ingrediente secreto que hace que la carne quede más tierna.
La carne se cocina durante tres horas, hasta conseguir una textura tierna, sabrosa y muy jugosa que empapa el pan artesanal en el que se sirve el bocadillo.
Pero, aunque el bocadillo de lomo sea la estrella de la casa, la carta ofrece una buena selección de platos caseros a precios de los que no dejan agujeros en los bolsillos. Un "plato fuerte del día" que consiste en guisos y potajes de temporada por 5,90 €.
O raciones de cocido del puchero con su pollo y sus garbanzos o de sopa de picadillo, también por 5,90 €. Por 9,90 € se puede abrir boca con una ración de embutidos de Ronda cocinados que incluye morcilla, chorizo, butifarra y longaniza.
Estando junto a la playa, no faltan los productos del mar, como el cazón en adobo o el bacalao frito (11,90 €), pero siendo su especialidad el lomo, los que quieran una versión algo más ligera también tienen la opción de disfrutar de unos filetes a la plancha.
Si se opta por alguno de sus bocadillos, que también los sirven para llevar y es muy buen plan disfrutar de ellos en la playa, las elecciones son interminables y los precios sin competencia.
Enteros cuestan entre 4,70 € (el de tortilla francesa) y los 6,90 € (lomo en manteca y serranito de ternera). Si se opta por la versión pequeña, medio bocadillo, los precios pueden bajar hasta los 3,90 €. Se pueden incorporar ingredientes extra por 0,90 €.
Bar de barrio y de peregrinaje
El sitio, que ha tenido que ser reconstruido en varias ocasiones en el transcurso de los años, sigue manteniendo la esencia de los bares de antaño.
Tintineo de tragaperras, innumerables fotos de sus especialidades en las paredes y ambiente familiar, ideal para reponer fuerzas tras una ruta, una jornada de playa o una escapada costera. En verano, La Butibamba despacha hasta 200 bocadillos al día.
En este marco tan tradicional se junta una clientela heterogénea, desde vecinos de la zona hasta camioneros en ruta, comerciales, turistas nacionales y extranjeros.
Una mezcla ecléctica donde han hecho parada desde el golfista Miguel Ángel Jiménez hasta El Sevilla (cantante de los Mojinos Escozíos), pasando por el político Elías Bendodo, el periodista Matías Prats, el actor Antonio Banderas o el torero José Tomás.
Todos, en algún momento, se han sentado ante ese bocadillo legendario que no entiende de clases sociales. Tal vez ese sea su secreto.