Pasar por el supermercado al salir de trabajar para comprar los ingredientes de esa cena que se te ha antojado por la tarde o abrir la nevera para preparar un aperitivo mientras ves algo en la tele, son gestos tan cotidianos que ni nos damos cuenta del gran valor que tienen, de lo privilegiados que somos los que podemos tener un plato de comida cada vez que tenemos hambre.

Ya solo eso debería ser una buena razón para no despilfarrar alimentos, para poner los medios necesarios para que los alimentos que compremos no acaben olvidados en despensas y neveras hasta que se estropeen y tengan que ir directos a la basura.

El despilfarro de alimentos es un problema grave

Aunque todos hayamos escuchado desde pequeños que hay mucha gente pasando hambre en el mundo y sepamos que tirar la comida no está bien, lo cierto es que las cifras demuestran que no lo ponemos mucho en práctica. No nos damos cuenta de que si tiramos alimentos, estamos tirando también los recursos y el esfuerzo que han sido necesarios para su producción. Y ya es hora de buscar una solución.

Hace unos meses el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) arrancaba con la promoción “El país más rico del mundo”, una emotiva campaña en la que han contado con el chef José Andrés y con la que han buscado poner en valor la calidad y variedad de los alimentos que tenemos en nuestro país, los Alimentos de España. Ahora la promoción continúa con  la campaña “Aquí no se tira nada”, con la que nos invitan a reflexionar y a tomar conciencia de la necesidad de ser más responsables como consumidores.

¿Dónde se produce el desperdicio de alimentos?

Cartel de la campaña del MAPA "Aquí no se tira nada"

Para poder tomar medidas contra el desperdicio de alimentos, es fundamental saber dónde, cómo, cuánto o por qué se produce. Para ello, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación tiene en marcha dos paneles de cuantificación del desperdicio: en el hogar y en el consumo extradoméstico.

Se trata de dos muestras de colaboradores que declaran qué parte de los alimentos y bebidas que consumen en casa o fuera de ella acaban en la basura.

En el caso del desperdicio en el hogar, puede tratarse de alimentos sin utilizar, es decir, alimentos que se tiran tal cual se han comprado, por deterioro o porque ha pasado su fecha de caducidad (recordemos, no es lo mismo la fecha de caducidad que la de consumo preferente). Sin haberlos llegado a consumir ni utilizar, dinero directamente tirado a la basura. O bien puede tratarse de desperdicio de recetas, alimentos que se tiran tras haberlos preparado o cocinado, pero sin consumirlos en su totalidad.

En el caso del desperdicio extradoméstico, el panel del MAPA recoge el desperdicio que generamos los consumidores. Es decir, aquellos alimentos, aperitivos o bebidas que compramos cuando comemos fuera de casa pero no llegamos a consumir: los restos de la comida que nos sirven en un restaurante y que se quedan en el plato o vaso para, finalmente, terminar en la basura; el bocadillo, el pastel o la lata de bebida que compramos para consumir en la calle, pero los tiramos a medias, etc

¿Cuánta comida tiramos en España?

Durante el año 2020, 3 de cada 4 hogares españoles tiraron alimentos y bebidas a la basura, desperdiciando un volumen total de 1.364 millones de kg o litros. Estas cifras, suponen 11 millones de kg o litros más arrojados a la basura que en el ejercicio anterior.

Sin embargo, también muestran una cierta estabilidad en el volumen de alimentos desperdiciados en el último año ya que sólo aumenta un 0,8 %, cuando el volumen de alimentos comprados para el hogar ha crecido un 11,2%. Lo que significa que hay menos hogares que desperdician alimentos y bebidas que hace 1 año.

Cartel de la campaña del MAPA "Aquí no se tira nada"

En este año 2020 estas cifras se han visto afectadas por la crisis sociosanitaria provocada por la Covid-19 debido a diferentes factores como, entre otros, el teletrabajo y la permanencia en el hogar durante más tiempo debido a las restricciones. Por eso, hemos gestionado algo mejor la compra, ya que se ha tirado menos producto sin elaborar (disminuye en 107 millones de kg o litros respecto a 2019). Pero seguimos sin hacer el mejor uso de los alimentos, puesto que al cocinar más hemos acabado tirando más productos elaborados (118 millones de kg o litros más).

En ese mismo período de tiempo los españoles consumimos fuera del hogar más de 2.888 millones de kg-l de alimentos, bebidas y aperitivos.

Pero no todos estos productos se han aprovechado por completo ya que, al cierre del año, el 43,8 % de los españoles han desperdiciado algún alimento, bebida o aperitivo al consumirlo fuera del hogar. Este dato es menor que en relación con el número de hogares que desperdicia alimentos dentro de los hogares (75,3 %), si bien, el objetivo es que se reduzca para llegar al menor número posible en ambos sentidos, tanto en individuos fuera de casa, como en número de hogares, en relación con el consumo doméstico.

Trasladado a números absolutos, los españoles hemos generado un volumen total de desperdicio fuera del hogar de 25,7 millones de kg-l entre alimentos, bebidas o aperitivos.

Esta cantidad, supone que fuera del hogar, la tasa del desperdicio, es decir la ratio entre el volumen comprado y el volumen desperdiciado, es del 0,9 %, una cantidad menor a la que se produce dentro del hogar, que alcanza el 4,3 %. Si bien, esta cantidad varía con relación al tipo de producto que analicemos, del 1,3 % en el caso de alimentos, el 0,7 % en el caso de bebidas y llega al 1,0 % para aperitivos.

La importancia de un consumo responsable

Evitando el despilfarro contribuimos a la reducción del impacto medioambiental de la producción de alimentos, en beneficio de una economía circular, sostenible, baja en carbono, competitiva y eficiente en el uso de los recursos, para evitar que los alimentos acaben siendo eliminados como residuos porque, tal y como reza el eslogan de la campaña: “Aquí no se tira nada. Alimentos de España, El País Más Rico del Mundo”.

Un eslogan que nos invita a transformar las sobras en nuevos platos, a poner en práctica esas recetas de aprovechamiento que son una parte importante de nuestra gastronomía y que en los últimos tiempos parece que se están olvidando.