Diversos estudios apoyan que la incidencia del alzhéimer está bajando.

Diversos estudios apoyan que la incidencia del alzhéimer está bajando. Eduardo Parra E.P.

Salud Neurología

El enigma del alzhéimer: nadie sabe por qué el porcentaje de enfermos se desploma en países ricos

Algunos estudios apuntan a una bajada en la incidencia en mayores de 65. En cambio, la OMS prevé hasta 152 millones de casos en 2050.

21 septiembre, 2023 03:43

En la literatura médica, el alzhéimer aparece definido como una enfermedad neurodegenerativa responsable de hasta el 70% de los casos de demencia, una alteración de la capacidad para recordar, pensar o tomar decisiones. Cuando se le pregunta a un paciente, la definición va mucho más allá. "Es ese miedo aterrador que te despoja de tu ser avanzando, pasito a pasito, hacia el país de la nada y sin tener armas para derrotarlo", describe Carmen Elías en su libro Cuando ya no sea yo.

Han pasado más de 100 años desde que el médico alemán Alois Alzheimer identificase el primer caso de lo que se conoce hoy como la enfermedad que lleva su apellido. Pese al tiempo transcurrido, no se dispone aún de un tratamiento eficaz (en 2023, la FDA autorizaba el uso de lecanemab, que ha demostrado resultado favorable en un ensayo clínico, ralentizando en un 27% la progresión de los síntomas neurodegenerativos) lo que pinta con tintes funestos el devenir de la enfermedad. Si bien, hay algunos estudios que dibujan un claro entre tanta oscuridad. Al parecer, en los últimos años su incidencia está cayendo en los países ricos.

El último trabajo que da cuenta de ello fue publicado a finales de 2022 en la revista científica PNAS. Elaborado con una muestra longitudinal y representativa de la población estadounidense, estima que la prevalencia de alzhéimer y otras demencias disminuyó del 12,2% en el 2000 al 8,5% en 2016 en población de 65 años. "Es una reducción significativa del 30,1%", advierten los autores.

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Las sospechas de que esto estaba ocurriendo sobrevolaban las cabezas de los expertos desde hacía tiempo. En 2017, un grupo de investigadores se propuso analizarlo creando el Alzheimer Cohorts Consortium, una gran base de datos que agrega información de nueve poblaciones internacionales para determinar qué cambios se estaban produciendo en la incidencia de la demencia en general desde 1990. En 2020, publicaron en Neurology sus primeros datos. Según informaron, la tasa en Europa y Estados Unidos había disminuido un 13% por década durante los últimos 25 años. La pregunta es por qué.

Resultados con 'truco'

"Muchas veces decimos que las demencias están disminuyendo, pero no es que se reduzcan, es que la expresión de los síntomas empieza más tarde porque estamos controlando los factores de riesgo que aceleran su aparición", indica Teresa Moreno, miembro de la Sociedad Española de Neurología. "La demencia es una pérdida progresiva de neuronas. Si tú aumentas el daño con otros factores de riesgo, los síntomas en lugar de aparecer a los 70, pueden empezar a los 50 o 60", prosigue la experta. 

Sus palabras encajan con lo que expresaba la Comisión Lancet de 2020 sobre prevención, intervención y atención de la demencia. En total, encontraron 12 factores de riesgo modificables que podrían "evitar o retrasar" el 40% de los casos. "El potencial de prevención es alto y podría ser mayor en países de ingresos bajos", dictamina el texto.

Estos factores son: hipertensión, tabaquismo, depresión, falta de actividad física, aislamiento social, golpes en la cabeza, problemas de audición, obesidad, consumo excesivo de alcohol, diabetes, exposición prolongada a contaminación atmosférica y falta de educación.

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Países como Finlandia han puesto en marcha programas para actuar sobre ellos. Es el caso del estudio FINGER, que después de dos años de intervención con personas mayores con riesgo de demencia consiguieron que mejoraran un 25% en la cognición. Incluso personas con susceptibilidad genética a la enfermedad de Alzheimer (portadores de ApoE4) obtuvieron "claros beneficios cognitivos". La intervención incluyó orientación nutricional, ejercicio físico, entrenamiento cognitivo, actividades sociales y manejo de factores de riesgo vascular y metabólico.

"Actuar contra la enfermedad de Alzheimer es fundamental. Según la OMS, el número de personas que padecen demencia se triplicará en los próximos 30 años", señala Bryan Strange, director del Laboratorio de Neurociencia Clínica de la Universidad Politécnica de Madrid. El organismo encargado de velar por la salud mundial indica en sus estimaciones que el número de personas que padece demencia pasará de 50 millones a 152 en 2050.

Frenar la epidemia

"Estos factores sí que están disminuyendo todos los tipos de demencia, pero el alzhéimer te digo yo que está aumentando por el incremento de la edad", matiza Moreno. A medida que las pirámides poblacionales engrosan el número de gente mayor, aunque el porcentaje de enfermos pueda ser menor, el número total siempre será más grande.

Ante la epidemia que se avecina, dar con la clave de por qué hay ciertos factores que previenen o aceleran el deterioro cognitivo es una cuestión vital. Strange lo hace desde el Proyecto Vallecas, un estudio longitudinal que busca mecanismos para identificar en un futuro a individuos en riesgo de demencia tipo alzhéimer. Este mismo verano publicó como firmante principal en The Lancet Health Longevity un estudio sobre 'superenvejecedores', personas que parecen tener un efecto protector contra el daño cerebral de la edad. Sus conclusiones son similares a los factores esbozados por la comisión Lancet

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Al otro lado del teléfono, Strange señala como factores protectores la salud cerebrovascular, la dieta mediterránea, una vida activa y la socialización. Eso último, algo que valora mucho en el caso de España. No hay que olvidar que está comprobado es que estar sólo o infeliz acelera más el envejecimiento que fumar. "Las personas mayores en España son muy activas en comparación a otros países y eso es algo que se puede promover", indica el experto.

Carrera a medio plazo

En el caso de España, según un estudio incluido dentro de una revisión publicada en Nature Reviews Neurology en 2017, se había producido una bajada en la incidencia de demencia del 50%. Sin embargo, esto sólo se había visto en hombres.

Esta diferenciación por sexos es algo que figura en todos los estudios que advierten del declive. "Lamentablemente, el alzhéimer es una enfermedad que afecta más a mujeres", aclara Strange. Según los datos de la SEN, más del 65% de los casos que se diagnostican en nuestro país son en el sexo femenino. El factor hormonal, sumado a causas genéticas y el hecho de que ellas vivan más forman parte de la explicación.

"La carrera contra las demencias es una carrera, por lo menos, a medio plazo", subraya Moreno. Insistiendo en que, pese a lo que dicen los estudios, el alzhéimer está en alza, pone sus esperanzas en la llegada de nuevos medicamentos para tratarlo. La última promesa llegaba estas navidades de la mano de lecanemab, en el que se entrevén luces y muchas sombras

"El alzhéimer y las otras demencias son una enfermedad multifactorial", reflexiona la neuróloga sobre la idea de ponerles fin con un único fármaco. "No sólo van destruyendo células, también son factores de riesgo y/o daño mitocondrial". Por eso, cree que el tratamiento debe ser, también, multifactorial: "Si vamos atacando y vamos conociendo más y más vías por las que se estropea el cerebro, podremos llegar a una mejor cura".