Las bajas temperaturas nocturnas pueden dejar placas de hielo peligrosas para la circulación.

Las bajas temperaturas nocturnas pueden dejar placas de hielo peligrosas para la circulación.

Meteorología

Aemet avisa: éste es el tiempo que nos espera este invierno en España con un 'zarpazo' por Navidad

El regreso del anticiclón propiciará días de sol que vendrán seguidos de noches muy frías, con la aparición de importantes heladas.

21 diciembre, 2023 23:16

El invierno 2023-2024 que comienza este 22 de diciembre a las 4:27 hora peninsular será de nuevo más cálido de lo normal en todo el país y más lluvioso en el noroeste y centro peninsular, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Sin embargo, el proceso de inversión térmica de estos días anticiclónicos favorecerá la aparición de placas de hielo durante las noches, muy peligrosas para los desplazamientos en coche.

Rubén Del Campo, portavoz de Aemet, avanza que hay un 50 % de probabilidades de que el invierno sea más cálido para el trimestre de enero, febrero y marzo, salvo en el sur peninsular y archipiélagos. En Andalucía, Baleares y Canarias, la probabilidad de ser más cálido asciende al 60 %. En cuanto a las precipitaciones, el invierno será "más lluvioso" en el cuadrante noroeste peninsular y en áreas de la zona centro.

En Nochebuena y Navidad " no nevará en ningún lugar de la Península, pero sí que habrá hielo. Se esperan heladas en buena parte del interior, y con la inversión térmica podrían ser más intensas en los fondos de los valles y en zonas deprimidas, y más altas en las cumbres", advierte Samuel Biener, experto de Meteored. "En Teruel, Cuenca, Albacete, Lugo y en casi todas las capitales de Castilla y León despertarán en Navidad con temperaturas negativas, entre -1 y -4 ºC".

[El otoño se despide de España con un potente anticiclón, heladas y nieblas persistentes]

En lo que respecta a las máximas, "la Nochebuena y la Navidad podrían ser gélidas en bastantes zonas de Castilla y León, donde no pasarían de los 5 ºC por la niebla", prosigue Biener. "La otra cara de la moneda la encontraríamos en la costa mediterránea, donde en las horas centrales podrían alcanzarse o superarse los 20 ºC en Alicante o Murcia, valores ideales para disfrutar al aire libre".

Finalmente, la inversión térmica también propicia la acumulación de partículas nocivas en el aire y la polución. "Los mapas muestran que los niveles de dióxido de nitrógeno y de PM2,5 se situarían por encima de los umbrales establecidos por la OMS para delimitar una calidad del aire desfavorable", apunta.

Un otoño de récord

Respecto al otoño, ha sido "extremadamente cálido" según el portavoz de Aemet, con una media de 16,3 grados (1,9 grados sobre el promedio). Se trata del segundo otoño más cálido desde 1961, tan solo por detrás del de 2022. "Siete de los diez otoños más cálidos pertenecen al siglo XXI", advierte Del Campo, y en una de cada tres estaciones de la red de Aemet desplegadas por toda España, la media otoñal ha sido la más alta de las respectivas series.

El trimestre tuvo carácter muy cálido en el suroeste peninsular y extremadamente cálido en el resto de la España peninsular. En Baleares fue muy cálido, mientras que en Canarias tuvo carácter muy cálido o extremadamente cálido. Se registraron varios episodios cálidos, como el del 25 de septiembre y el 18 de octubre, con máximas y mínimas muy por encima de las habituales para la época del año, y afectó a toda España, siendo especialmente intenso en las Canarias.

En el archipiélago canario hubo una ola de calor del 2 al 17 de octubre que resultó "excepcional por su duración y por lo tardío" de las fechas en las que se produjo. En cuanto a las precipitaciones, el otoño fue húmedo con un valor de 243,6 litros por metro cuadrado. Se trata de un valor superior en un 21 % respecto al normal del trimestre y se ha tratado del decimoséptimo otoño más húmedo desde 1961 y el quinto del siglo XXI.

La estación ha desarrollado grandes diferencias por zonas geográficas. Fue extremadamente húmedo en gran parte de Galicia, puntos de Castilla y León, de Madrid, de Navarra y norte de Castilla-La Mancha, mientras que fue seco en el Levante peninsular, mitad oriental de Aragón, Castilla-La Mancha y Andalucía. En puntos de Cataluña, en zonas de Málaga y en la Baleares fue extremadamente seco, mientras que en Canarias el otoño fue entre normal y seco, y muy seco en la isla de Lanzarote.

Estas precipitaciones otoñales "ayudaron a paliar, en parte, la sequía meteorológica", en áreas del noroeste y del centro de la Península. Por el contrario, se agudizó todavía más en Cataluña, donde se está padeciendo la sequía más intensa desde el inicio de la serie en 1961, ha concluido el portavoz de Aemet.