
María Blasco, directora del CNIO, durante su comparecencia ante los medios este martes.
Lo que esconde la huida hacia delante de María Blasco: cada vez tiene menos apoyos dentro del patronato del CNIO
La reunión del patronato, que decidirá su futuro, está prevista para el 29 pero podría adelantarse.
Más información: María Blasco se aferra al cargo y arremete contra el gerente, a quien acusa de lastrar las cuentas del CNIO
"No olvidéis esto. El CNIO está bajo ataque y no podemos permitirlo". La directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, María Blasco, daba por finalizada la asamblea de trabajadores que convocó el jueves pasado para explicar lo que, según ella, es una "campaña de descrédito" en la que ella es una víctima.
Este martes, en rueda de prensa, anunciaba que iba a "denunciar" ante la Fiscalía la bicefalia del centro, que tiene a ella como directora científica y a Juan Arroyo como gerente. Aunque no ha concretado en qué consiste esta denuncia, sí que ha decidido pasar de la defensa al ataque y acusar a Arroyo del mal estado del CNIO.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, los apoyos de Blasco dentro del patronato del CNIO, que tiene que decidir sobre su futuro, cada vez son más frágiles, y hay una comunidad —de las cuatro que forman parte del mismo— que ya ha pedido públicamente su dimisión.
El patronato del centro está presidido por la Secretaria General de Investigación del Ministerio de Ciencia, Eva Ortega Paino, y la directora del Instituto de Salud Carlos III, Marina Pollán, es vicepresidente.
El Pleno del patronato lo componen, además, representantes del Ministerio de Sanidad, del Consejo Asesor de Ciencia, Tecnología e Innovación, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el Instituto de Salud Carlos III; cuatro representantes de las comunidades autónomas y dos vocales electivos, de las fundaciones que trabajan con el centro.
El patronato se reunirá el próximo miércoles 29 de enero para discutir los informes remitidos tanto por la dirección científica como por la gerencia sobre la situación del centro. Estos ya están en poder de los miembros y es probable que se adelante la reunión para no alargar más la situación actual, ha podido saber este periódico. La sensación es que la mayoría de los miembros no se opondrá a una destitución.
Mientras tanto, Blasco ha pasado de la defensa al ataque, acusando al gerente, Juan Arroyo, de lastrar las cuentas del centro por un crédito de 43 millones de euros para un proyecto de desarrollo de fármacos que se lanzó durante la época en que Mariano Barbacid era director del CNIO y que no tuvo los resultados esperados.
"Sobre la creación de este programa hay un informe negativo del entonces consejo asesor externo, que estaba presidido por Joan Massagué. Estos créditos se devolvieron durante el periodo en el que fui directora", ha apuntado.
La directora del centro asegura que "se llegó a cesar al gerente en una reunión en la que yo estaba presente y se propuso uno nuevo", pero ese cambio "nunca se materializó. Se pueden imaginar que aquello me dejó en una posición de inseguridad con el gerente, que desde entonces está dificultando mi labor".
En la misma rueda de prensa, afirmó que con la llegada del nuevo Gobierno se prometió que cambiarían la gerencia, pero no fue así.
Querella sobreseída
En su huída hacia delante, Blasco ha mencionado que su preocupación "ha ido aumentado debido a una demanda por prevaricación, tráfico de influencias y malversación contra él y dos miembros de su equipo" por fraccionamiento de contratos para favorecer a empresas con las que, supuestamente, tendrían vínculos.
La directora se refiere a una querella que interpuso el partido político Vox por irregularidades en la contratación con tres empresas durante los años 2017 y 2018. La declaración de Ana Isabel Higueras, expresidenta del comité de empresa, ligaba sentimentalmente a dos personas del equipo de Arroyo con otras dos que trabajaban en dichas empresas.
Sin embargo, el Juzgado de Instrucción nº 22 de Madrid dictaba sobreseimiento de la causa el pasado mes de marzo, aduciendo inconcreción de las presuntas irregularidades y señalando incoherencias, como que uno de los denunciados abandonó el CNIO en 2010, mucho antes de los hechos objeto de investigación.
El documento, al que ha accedido este medio, apunta, además, que "Juan Arroyo Muñoz no participa de la mesa de contratación y se limita a ejecutar contratos aprobados por la superioridad con intervención del abogado del estado".
Durante la rueda de prensa, Blasco aduce una falta de transparencia que se agravó este verano cuando, según ella, la gerencia "presenta el nombramiento de un puesto de director en funciones de una unidad científica, en contra de la decisión de la directora científica y del comité de directores del programa".
Ante esta situación, este martes anunció que en el informe remitido al patronato pide que se investigue "el origen de esta campaña de descrédito" y que había pedido una reunión con la ministra de Ciencia, Diana Morant. Esta, según informa El País, ha rechazado reunirse con Blasco antes de la reunión del patronato.
Un tercio de los jefes de grupo rubricó la carta que fue dirigida al Ministerio de Ciencia pidiendo el relevo de Blasco al frente del CNIO. También han salido denuncias por acoso y un alto grado de violencia psicológica y discriminación en el centro, como reflejaba su encuesta psicosocial. Durante la rueda de prensa de este martes, ella se limitó a comentar que las dudas habían sido resueltas durante la asamblea con los trabajadores que tuvo lugar el jueves pasado.
En la grabación en vídeo de esa asamblea (que ha sido facilitado por la propia dirección del CNIO), sin embargo, no parece despejar muchas dudas. Algunas asistentes se quejan, precisamente, de falta de transparencia y pérdida del contacto con los investigadores, de convocar uno solo de los órganos asesores (el comité de directores de programa) pero no el otro (el comité científico, con una representación más diversificada). Otras le acusan de haber subido el salario de algunas personas en el centro, a lo que ella responde que no tiene esas responsabilidades, sin profundizar más.
Pese a estas dudas aclaradas la semana pasada, este martes también se lanzó la plataforma CNIO First, con miembros del centro acusándola de firmar un contrato "ilegal" y ocultar la pérdida de producción científica desde 2012 y de prestigio entre los centros españoles e internacionales.
A pesar de esta huída hacia delante, la situación de Blasco al frente de la institución investigadora parece estar más en entredicho que nunca. Ella afirma estar siendo objeto de acoso, situación que ya vivió en su momento. Entre los investigadores hay miedo a posibles represalias si dan la cara. La tensión seguirá subiendo, presumiblemente, a medida que se acerque la fecha de la reunión del patronato.