Blas, soldador y dueño de un taller. YouTube
Blas Martín, dueño de un taller, sobre la falta de trabajadores jóvenes: "Me dicen que no van a venir a trabajar por 1.200 euros"
El soldador manifiesta que los talleres no quieren contratar aprendices porque el coste para la empresa es igual que con un trabajador experimentado.
Más información: Una jubilada estalla por la reciente subida del precio de los huevos: "Antes media docena costaba 1€ y pico y ahora 2,40€"
España afronta un problema profundo de relevo generacional en los oficios manuales. Aunque tenemos la tasa de paro más alta de la Unión Europea y un paro juvenil del 23%, en el cuarto trimestre de 2024 hubo 89.189 vacantes de empleo, según el Observatorio de Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Las ocupaciones más afectadas son los camareros, los cocineros, los conductores de camiones, los albañiles y el personal de limpieza. Pero otros oficios como el de soldador, según indica Blas Martín, dueño de un pequeño taller de carpintería metálica en Granada, también están encontrando obstáculos para contratar personal.
"Los jóvenes dicen que no van a venir a trabajar aquí por 1.200 euros, pero no tienen en cuenta que a los tres meses puede subir a 1.500 euros y al siguiente año puedes cobrar 1.700 o 1.800 euros", reflexiona el soldador para el podcast Sector Oficios.
Costes de contratación
Blas añade que a él le "encantaría pagar 2.000 euros. Si el chaval me saca el trabajo adelante, a mí no me importa pagar 2.000 euros, pero tiene que sacarlo. Lo que no puedo hacer es sacarme el dinero de mi bolsillo para pagar".
Además, subraya que los costes de la empresa van más allá de la remuneración del trabajador. "Un seguro de un peón son casi 1.000 euros y tengo que pagar lo mismo por una persona de prácticas que por otra que tiene 20 años de experiencia", explica.
Por ello, dice que los talleres no quieren tener aprendices porque los costes son tan altos que es mucho más efectivo emplear a un trabajador con más experiencia y recursos.
En cambio, reivindica que es un sector que ofrece mejores condiciones y remuneración que otros oficios. "Está muy bien pagado", por lo que recomienda a los jóvenes que aunque al principio su nómina no sea excesivamente alta, después mejora y el horario es cómodo "con los fines de semana libres". Sin embargo, protesta porque "no hay gente" suficiente.
De hecho, en contra de la teoría generalizada sobre la apatía de los jóvenes trabajadores, el soldador se muestra satisfecho con su actual trabajador en prácticas, quien a sus 26 años es "apañado" y muestra buenas aptitudes para la unión de piezas de metal y la fusión de materiales.
Blas, durante la entrevista, expresa su rechazo a los cursos que otorgan títulos de soldador sin proporcionar la formación y las prácticas necesarias 'in situ' en el taller. Por eso ve fundamental que los jóvenes realicen prácticas y, más adelante, empiecen a cobrar como un trabajador ordinario.