La inspección realizada por la Policía Judicial en la carretera nacional N-340, el 26 de octubre de 2024, donde se produjo el atropello mortal de Rafal León, junto a una imagen suya, cedida por su familia, recibiendo una condecoración en su etapa en la Guardia Civil.

La inspección realizada por la Policía Judicial en la carretera nacional N-340, el 26 de octubre de 2024, donde se produjo el atropello mortal de Rafal León, junto a una imagen suya, cedida por su familia, recibiendo una condecoración en su etapa en la Guardia Civil.

Reportajes

La mujer que arrolló a Rafael, el guardia civil al que dejó morir, movió el cadáver y lo ocultó "en la cuneta" para alterar la escena

Joaquín Perales, abogado de la familia de la víctima mortal: "Está acreditado que tuvo la sangre fría de bajarse del coche para mover el cadáver e inventarse la historia de que arrolló a una cabra".

Más información: Rafael León, el guardia civil atropellado cuando iba en bici por una mujer que lo dejó morir y simuló arrollar a una cabra

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Los motoristas de la Agrupación de Tráfico están entrenados sobre el asfalto para tener la agudeza visual de un águila y el olfato de un sabueso. Tanto es así que la pareja de agentes que se desplazó a la N-340, por el atropello de un ciclista, no dio crédito a la escena que se topó aquella mañana del sábado 26 de octubre de 2024: el casco, la bicicleta, el bote de beber agua y el cadáver del pobre guardia civil Rafael León López, se encontraban colocados por ese orden sobre la cuneta, es decir, fuera de los tres carriles de circulación donde se había producido este siniestro.

Desde el primer minuto, estos agentes de Tráfico tuvieron claro que la escena parecía modificada ad hoc, por el conductor que se había dado a la fuga, tras llevarse por delante a este guardia civil retirado que había salido de Almuñécar para hacer una ruta en bici con su amigo Felipe. Todo ello, debido a que era imposible que el atropello de un ciclista se saldase con todos sus enseres agrupados, uno tras otro, en la cuneta que sirve de desagüe de la N-340, apoyados sobre el quitamiedos y al lado del cuerpo de la víctima mortal que había sido impulsada con violencia por un coche.

EL ESPAÑOL ha accedido en exclusiva a dos informes de la Guardia Civil, uno del Equipo de Policía Judicial de Almuñécar, y otro del Grupo de Investigación y Análisis del Grupo de Tráfico (G.I.A.T), los cuales dan una nueva vuelta de tuerca más a la investigación que tiene en la diana a Laura P. S. (Buenos Aires, 1980).

Básicamente, ambas unidades coinciden en afirmar que esta argentina, de 44 años, tuvo la supuesta sangre fría de modificar la escena del atropello, antes de darse a la fuga hasta el paraje del Barranco de En Medio donde empotró contra el muro de una casa abandonada el Renault Megane de la empresa donde trabajaba: Securitas Direct. Y acto seguido, se buscó una presunta coartada, al pedir una grúa alertando de que su coche había sufrido desperfectos tras arrollar a una cabra.

El Renault Megane que conducía Laura, supuesta autora del atropello mortal, durante el análisis de la Guardia Civil.

El Renault Megane que conducía Laura, supuesta autora del atropello mortal, durante el análisis de la Guardia Civil.

Parece que Laura se creyó más lista que la Guardia Civil, pero las conclusiones de estos informes la dejan a los pies de los caballos de la acusación particular que ejercen los familiares del difunto Rafael, a través del prestigioso despacho: Perales Abogados.

Aquella mañana de sábado, marcada por el viento, el Equipo de Policía Judicial de Almuñécar inspeccionó detalladamente el punto kilométrico 323 de la carretera nacional N-340 donde fue localizado el cadáver de la víctima mortal, a manos de su querido amigo, Felipe, con el que Rafael había quedado para hacer una ruta en bici hasta Torrox.

Primero, colocaron postas para marcar el orden de cada elemento que había en la cuneta y luego fotografiaron la bicicleta roja, marca Trek, con la que Rafael disfrutaba de su pasión por el ciclismo; su casco de color gris y su bote de agua naranja, serigrafiado con Glober-Biker. En su informe, los agentes de PJ plasmaron sospechas lapidarias sobre la conductora:"Llama la atención que los objetos se encuentran dispuestos en una posición que, a priori, parece adulterada".

La bicicleta de Rafael destrozada tras el atropello estaba colocada sobre el quitamiedos de la N-340.

La bicicleta de Rafael destrozada tras el atropello estaba colocada sobre el quitamiedos de la N-340.

"Denota una manipulación intencionada para provocar la alteración de la escena de los hechos, afectando al estado original de la misma. Como se puede observar, tras un accidente de semejante magnitud, sería meramente imposible que los objetos se encontrasen en la posición en la que se encuentran en la cuneta, así como el resto de elementos, como los fragmentos de la rueda trasera, los cuales se encuentran todos agrupados en un mismo lugar". A juicio de los investigadores de la Policía Judicial: "Tanto la bicicleta como el resto de elementos fueron depositados en la cuneta del carril, a modo de ocultación para el resto de usuarios de la vía".

Aquel sábado, era rocambolesco todo lo que ocurría en el punto kilométrico 323 de la carretera nacional N-340. Prueba de ello es que los agentes que estaban regulando la circulación, tras el atropello, se vieron sorprendidos por el conductor de una grúa que al pasar por la zona les puso sobre la pista de Laura. A este profesional le olía a chamusquina el contenido del aviso por el que había retirado un Renault Megane de Securitas Direct y demostró su honradez, informando de ello a los motoristas de la Agrupación de Tráfico que así lo plasmaron en un atestado:

"Cuando se encuentra a nuestra altura, se detiene el conductor [de la grúa] y pregunta a los agentes, si en el siniestro en el que nos encontramos regulando la circulación, podría estar implicado el vehículo que transporta. Nos indica que la conductora de dicho vehículo había sufrido un siniestro vial, consistente en el atropello de un animal. Tanto el gruista como la fuerza actuante, comprueban si los daños que presentaba el turismo podían ser compatibles con los sufridos por el atropello de un animal".

El casco que llevaba Rafa estaba destrozado.

El casco que llevaba Rafa estaba destrozado.

En el chasis del Renault no había ni un solo resto del pelaje de una cabra. "La fuerza actuante, al observar que los daños del vehículo pudieran ser compatibles con una colisión por alcance a una bicicleta, solicitan al gruista que les participe el lugar y la persona que había solicitado retirar el vehículo". De inmediato se contactó por teléfono con la conductora sospechosa, cerrando una entrevista presencial, y se movilizó a la unidad de élite de la Guardia Civil para la investigación de siniestros viales: el G.I.A.T.

Los miembros del Grupo de Investigación y Análisis del Grupo de Tráfico (G.I.A.T.) volvieron a fotografiar y a inspeccionar palmo a palmo, el citado punto kilométrico, donde le arrebataron la vida a un antiguo compañero y curtido ciclista de 64 años. De hecho, localizaron restos de sangre en el arcén de la carretera, pero el cadáver estaba en la cuneta.

En su informe, el G.I.A.T. carga las tintas contra la argentina Laura porque pudo quedarse en el lugar del siniestro, pero optó por huir tras alterar supuestamente la escena del atropello, colocando presuntamente el cuerpo del pobre Rafael en un punto ciego de la carretera: la cuneta. Ahí no era visible para el resto de conductores el cadáver de este guardia civil retirado, condecorado con la Cruz al mérito militar; la Cruz a la constancia y la Cruz con distintivo blanco, tras 23 años de servicio, jugándose el pellejo en la etapa más sangrienta de ETA en el País Vasco.

Rafael León López en una competición de ciclismo.

Rafael León López en una competición de ciclismo. Cedida

"En el lugar del siniestro, se observa que ha habido posibles modificaciones de las posiciones finales tanto de la persona fallecida (ciclista), como de la bicicleta que este llevaba", tal y como advierte el G.I.A.T. en su informe. "La bicicleta ha sido depositada, apoyándola de pie sobre el poste de la bionda metálica [quitamiedos] del margen derecho, pero en el lado externo de este, junto a la persona fallecida, donde no se puede observar desde la carretera por el desnivel del terreno". "Estas posiciones finales son incongruentes con el tipo de siniestro de un atropello a un ciclista, por encontrarse lo descrito ordenado, como colocado en la cuneta intencionadamente".

Los investigadores ponen en duda que Rafael acabase en la cuneta porque la N-340 tiene tres carriles de circulación, dos en sentido Cádiz y uno en sentido Barcelona. Además, Rafa iba circulando por el arcén y después de ser embestido por detrás, el quitamiedos podría haber evitado que su cuerpo terminase al otro lado del asfalto, en un punto de desagüe: "Existe una barrera metálica de protección que separa la calzada de la cuneta para verter agua, que hubiera impedido estas posiciones finales".

El lazo de la investigación lo pusieron las pruebas científicas que realizaron al Renault Megane intervenido, nada más recibir el soplo del gruista que lo transportaba. En el coche de Securitas Direct, tomaron muestras biológicas de la zona abollada en el capó y la luna delantera, el volante, el freno de mano y el cambio de marchas, para cotejarla con el perfil genético de la víctima mortal para confirmar sus sospechas: "Se procedió a la toma de muestras en la zona de la abolladura del capó, en la zona alta de la luna delantera, así como en el orificio de la luna, posiblemente producido por el impacto de la cabeza del ciclista".

Estado que presentaba la luna delantera del Renault Megane que transportaba la grúa.

Estado que presentaba la luna delantera del Renault Megane que transportaba la grúa.

Aquel sábado, cada una de las unidades de la Guardia Civil implicadas en esta investigación hilaron tan fino, que los agentes llegaron a la entrevista con Laura con la firme convicción de que, pregunta a pregunta, iban a desmoronar como un castillo de naipes su historieta de que había llamado a una grúa porque atropelló a una cabra y se acabó estrellando contra el muro de una casa abandonada -cuando circulaba por la N-340-.

Consignan 300.000 euros

Joaquín Perales, abogado de los familiares de Rafael, explica que ya ha conseguido que "la compañía aseguradora consigne 300.000 euros" por el atropello mortal de este guardia civil que ingresó en el Instituto Armado, con 22 años, siendo destinado a un cuartel en Menorca, y que se retiró con 54 años, en la Agrupación de Tráfico de Jaén, después de plantar cara a la barbarie de ETA en el municipio vasco de Rentería.

El letrado aclara que ni la esposa ni los hijos del fallecido buscan una indemnización económica con la acusación particular que ejercen, "solo desean la mayor pena de cárcel posible para la conductora", por la trama que aparentemente ideó en tiempo récord, para evitar responder ante la Justicia por el atropello de Rafael: un guardia civil que se retiró para pasar más tiempo junto a su esposa y sus dos nietos.

"Está acreditado que tuvo la sangre fría de bajarse del coche para mover el cadáver e inventarse la historia de que arrolló a una cabra", tal y como sostiene Joaquín Perales. "Los informes son muy completos".

Laura está acorralada por sus propias mentiras y responderá en un juicio por los delitos de homicidio por imprudencia, omisión del deber de socorro y abandono del lugar del accidente. De momento, la Guardia Civil ha destapado la farsa que se encontró en una carretera de Almuñécar: "De las primeras hipótesis, se cree que el cadáver del ciclista ha sido movido y ocultado en la cuneta de la vía, manipulando intencionadamente la escena de los hechos para provocar su alteración original".