Una fotografía de Sor Marta y la 'becaria monja'.

Una fotografía de Sor Marta y la 'becaria monja'. Cedida

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Prácticas de monja en un monasterio de León: la 'tiktoker' sor Marta busca una 'hermana becaria'

El monasterio de Santa Cruz abre las puertas a los fieles para que pasen con ellas cinco días y se acerquen a Dios a través de la vida benedictina.

27 mayo, 2024 01:59

La España rural sigue haciendo ruido, y es que en el municipio leonés de Sahagún han sido las monjas las que han revitalizado la voz de esta villa de apenas 2.500 habitantes. Acercarse a Dios este verano es posible. Las benedictinas han ofrecido a través de las redes sociales unas prácticas de cinco días en el Monasterio de Santa Cruz, y la noticia ha corrido como la pólvora. La vocación de servir al Señor está pasando las puertas del convento donde las hermanas esperan para guiar a sus fieles, y Sor Marta, la monástica 'youtuber' y 'tiktoker', explica a EL ESPAÑOL todo lo necesario para vivir la experiencia de 'monja becaria'.

Hay prácticas de todo tipo, pero cuando son unas prácticas para ser monja, pocos quedan indiferentes. Aun así, Marta sostiene que "en realidad es más común de lo que suele parecer". De hecho, no es el primer año que ofrecen la posibilidad de que alguna mujer conozca el estilo de vida que se lleva en el monasterio. "Solíamos poner fotos y carteles anunciándolo, pero tenían poco enganche. El año pasado ya publicamos un video que tuvo muy buenos resultados. 60 correos recibimos. Pero este año ha tenido una repercusión gigantesca por cambiar ligeramente el guion. Dijimos que eran unas prácticas". El resto es historia.

De un año a otro, las benedictinas han pasado de un video de 300.000 visitas a uno de más de un millón en tan solo 48 horas. El estallido mediático ha sido tan fuerte que las monjas no pararon de recibir nuevas solicitudes. "Cada minuto teníamos más y más correos, incluso de madrugada no paraban de saltar notificaciones. No sé qué ha pasado, pero nos escribía gente de México, el mensaje se ha hecho internacional", comenta la hermana.

Una fotografía de las monjas del Monasterio de Santa Cruz, en Sahagún (León).

Una fotografía de las monjas del Monasterio de Santa Cruz, en Sahagún (León). Cedida

¿Cómo son las prácticas de monja?

"Lo que ha llamado la atención a la gente es la ganas de buscar más a Dios y la apertura de las monjas". Y, a pesar de la exposición tan grande que han tenido, los prejuicios generalizados o "que pueda parecer complicado", Marta quiere dejar claro que la dinámica es "muy sencilla".

"Son cinco días que lo pasan completamente con nosotras para conocer nuestra vida. Las chicas que asistan participarán en los rezos, en los trabajos de dulces y cosmética. También recibirán sesiones de formación y reflexión, y de otras disciplinas como oraciones al Santísimo o paseos espirituales en la naturaleza por partes del Camino de Santiago. Cinco días concentrados para tener la oportunidad de experimentar la vida que tenemos en este monasterio. No nos interesa salirnos de la realidad si no mostrarla".

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Los requisitos para ser 'becaria monja'

Dada la alta demanda que están teniendo las monjas, estas han tenido en que enfatizar y matizar los perfiles para postular a las prácticas. Las peticiones son de todo tipo, desde personas que llevan más de dos años pensando en dedicarse a la religión hasta jóvenes que quieren empezar a creer en Dios. El abanico es muy grande, aunque algunos de los requisitos principales son la fe, que hayan recibido el bautismo y la comunión y "que se planteen la vocación religiosa".

En cuanto a las edades de las solicitantes, varían entre los 18 y los 30 años. Muchas de ellas quieren terminar con sus sacramentos para entregarse plenamente a la fe, pero muchas otras quieren un acercamiento con Dios, por lo que las hermanas las redirigen a su curso "Clic con Dios", por el que a través de Teams dan a conocer diferentes temas de la Comunidad de Benedictinas.

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El día a día en el monasterio

A quien madruga, Dios le ayuda. Las monjas del monasterio de Santa Cruz se levantan a las 6:20 de la mañana para comenzar su día. "Tenemos varios rezos desde por la mañana. Lo primero que hacemos es rezar. Comenzamos con el oficio de lectura, de oración personal, y luego nos vamos a desayunar. Después nos repartimos las tareas diarias, como la formación musical, tanto darla como recibirla, los encargados de la alimentación, de los dulces, la cosmética… Cada una tiene su labor".

Luego de los quehaceres de la mañana, las benedictinas se vuelven a juntar a las una de la tarde para rezar la Liturgia de las Horas. Al terminar de comer tienen un espacio de descanso, pero a las cuatro se vuelve a reunir para el rezo de La Nona, seguido del Rosario.

Una monja del monasterio preparando dulces.

Una monja del monasterio preparando dulces. Cedida

Durante la tarde se reanudan las loberas de formación, empacar los dulces…, "lo que cada una tenga asignado", hasta que a las seis de la tarde tienen la lectura espiritual. "Es uno de los pilares de la vida benedictina. Sirve para nutrirnos aparte de los textos bíblicos. A las siete cantamos vísperas, y luego tenemos media hora de oración personal. A las ocho, la cena, seguida de un espacio al que nos gusta llamar 'el recreo' donde compartimos con el resto de hermanas, como si fuera una reunión familiar. Finalmente, a las nueve tenemos el último rezo, y luego nos vamos a dormir sobre las 23:00".

Las monjas y las redes sociales

La mayoría de los monasterios activos tienen una página web para mostrar mínimamente su presencia en una era donde todo se hace en línea, pero Sor Marta vino para cambiar las cosas. Revolucionaria, Marta está presente en todas las redes sociales para conocer y desmitificar a las monjas.

"El tema de las redes sociales, por un lado, causa sorpresa, y por otro tiene bastante acogida, da frutos y es positivo tanto para la comunidad, como el Evangelio y el mensaje de los benedictinos. Eso sí, hay que organizarlo, no puedo estar todos los días metida en las redes sociales o creando contenido. Busco el equilibrio entre la vida monástica, que es la que quiero tener y la presencia en redes, que nos favorece, pero no es absoluta".

Sor Marta y dos hermanas vendiendo dulces.

Sor Marta y dos hermanas vendiendo dulces. Cedida

La difusión que tiene esta monja en redes es asombrosa, su mensaje ha trascendido las barreras de una pequeña localidad, convirtiéndose en un escaparate publicitario para el monasterio de Sahagún. "He llegado tanto a creyentes como a ateos. Ahora quiero seguir profundizando en nuestro estilo de vida y en el Evangelio".

La comunidad benedictina se rige por el ora et labora, es decir, en la que manifiesta en trabajo manual diario y los rezos para alcanzar a Dios. "Trabajar dignifica", por lo que hay que encontrar un equilibrio o estructura justa, que permita compaginar los diferentes oficios del convento con la oración.

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Desde su punto de vista, Sor Marta argumenta que el monasterio del pueblo sea un centro de interés al que se acerca la gente, a que se mitifique la figura de la monja en el cine. "Ahora ven el edificio y no saben lo que hay dentro. Hay mucho que hacer. Si las personas no vienen tendremos que ser nosotras las que salgamos a por ellas", y así hace difundiendo su mensaje en redes, pues "lo que no está en internet, no existe".

"Lo que pasa con en la fe hoy en día es que hemos pasado de una sociedad muy creyente o, por lo menos, muy practicante, a una sociedad en la que hay una variedad de ofertas espirituales que hace que las personas estén muy perdidas. Nosotras queremos proponer El Evangelio, es lo que consideramos como lo mejor y es la luz que tenemos que compartir".