Aviso de un control de velocidad por radar, en imagen de archivo.

Aviso de un control de velocidad por radar, en imagen de archivo.

Reportajes

Los radares invisibles de la DGT pueden no ser legales: podrás recurrir las multas de hasta 600 euros

Desde hace un tiempo, la DGT viene empleando diversas técnicas para tratar de multar a todos aquellos que exceden los límites de velocidad.

14 octubre, 2023 12:26

Como todos sabemos, cuando hablamos de seguridad vial toda precaución es poca. Por ello, con el auge de la tecnología y los nuevos dispositivos, la DGT ha encontrado su particular solución en el ámbito de los radares y las multas de tráfico. El organismo ha incorporado en diferentes tramos los velolaser, unos aparatos más pequeños y discretos que se colocan en sitios estratégicos para que pasen desapercibidos y que pueden sancionar con hasta 600 euros y la retirada de 6 puntos. Sin embargo, recientemente, se ha descubierto un posible error de homologación, lo cual supone un incumplimiento de la ley por parte de la DGT y una posibilidad para reclamar las multas impuestas.

Los radares velolaser, también denominados radares invisibles, son dispositivos móviles que se colocan en puntos clave y pueden cambiar de ubicación sin previo aviso. La mayor ventaja de estos es que pueden captar velocidades de hasta 250 kilómetros por hora, independientemente del carril por el que se desplace el vehículo. Además, son unos aparatos ligeros, discretos y que pueden controlarse a distancia. Por norma general, estos se colocan en las barreras de seguridad o en la parte posterior de las señales de tráfico.

Sin embargo, algunos de los 1.000 radares actualmente en funcionamiento en territorio español, de los cuales 60 son velolaser, no disponen de homologación adecuada en la parte que une el radar al punto de apoyo, lo cual puede afectar a su precisión a la hora de detectar infracciones de velocidad. 

Un radar fijo de la DGT.

Un radar fijo de la DGT.

Todo esto se basa en un caso del año 2020, donde un conductor fue detectado por este dispositivo por exceder el límite de velocidad permitido. El Juzgado de lo Contencioso de Madrid emitió un fallo a favor del conductor, argumentando una falta de homologación en el soporte del radar. Como resultado, la Dirección General de Tráfico tuvo que reembolsar al conductor los 300 euros que había pagado como multa. A partir de este incidente, se reveló que la DGT no había garantizado la calidad de los soportes utilizados en estos radares.

Este no es el único motivo por el cual los radares pueden presentar fallos. Por ejemplo, en el año 2019, uno situado en la carretera N-330, en Alicante, multó a dos conductores que circulaban ligeramente por encima de los 90 km/h, en una zona donde el límite de velocidad era de 100 km/h. Este estuvo operando de manera defectuosa durante 20 días, hasta que la DGT lo retiró y tuvieron que anularse las sanciones impuestas en ese período.