Europa

Los agricultores españoles exigen protección ante las agresiones en Francia: "Va a ser un viernes negro"

Las protestas del sector agrícola acabaron el jueves con el saqueo de camiones de fruta y verdura extranjeros. El viernes, los sindicatos han anunciado un "bloqueo de París".

26 enero, 2024 02:00

Los sindicatos agricultores franceses han llamado este viernes a una "movilización histórica" en todo el territorio galo en protesta por el deterioro de sus condiciones salariales, la competencia extranjera y el aumento de los costes. La prensa del país —el mayor productor agrícola de la Unión Europea— presagia que la convocatoria será un "viernes negro" que dejará cortes en el abastecimiento. El jueves, los piquetes bloquearon distintas carreteras, y en la A9 que conecta Aviñón con la frontera con Girona quemaron toneladas de fruta y verdura procedentes de España.

El ministro español de Agricultura, Luis Planas, no tardó en calificar de "absolutamente inaceptables" los incidentes del jueves. Además de camiones españoles, los agricultores franceses atacaron vehículos procedentes de otros países que importaban fruta y verdura para ser vendida a menor precio en Francia. Planas ha señalado que respeta plenamente "el derecho de manifestación y el derecho de expresar libremente la opinión", pero siempre que se lleve a cabo "con respeto y pacíficamente, no con medios violentos y con la coacción. Estos hechos rompen el principio mismo de la libre circulación en el marco del mercado".

Además de la autopista que conecta con la frontera española, las protestas han colapsado otras carreteras de Francia. La ruta A7, que une Lyon y Marsella —segunda y tercera ciudades más grandes del país— anocheció el jueves llena de cajas de tomates, coles y coliflores saqueadas de camiones extranjeros. Al sur de París, un cohorte de tractores bloqueó el acceso a la capital en hora punta. Los cortes se han multiplicado por todo el país, y el presidente de la Federación Nacional de los Sindicatos Explotadores Agrícolas (FNSEA) estimó que más de 55.000 personas se manifestaron la noche del 25.

Las protestas de los agricultores franceses derivan en ataques a camiones extranjeros

La FNSEA ha anunciado que las protestas no cesarán hasta que el Gobierno ceda ante sus demandas: regular la competencia extranjera, la burocracia, el aumento de los costes y la pobreza salarial. "Es él quien tiene la llave", dijo Arnaud Gaillot, presidente de Jóvenes Agricultores, en referencia al primer ministro francés, Gabriel Attal. Attal ha prometido sacar "propuestas concretas de medidas de simplificación" de la reunión que tendrá la tarde del viernes con su ministro de Agricultura, Marc Fesneau. Pero, mientras dialogan, los sindicatos han convocado una "movilización histórica" que amenaza con ser un viernes negro, según la prensa de distintas regiones del país.

Además de las zonas agrícolas, las protestas del viernes prometen tomar la capital del Estado. FNSEA y los Jóvenes Agricultores han llamado a un "bloqueo de París" a partir de las 14:00 a través de las autopistas que acceden a la ciudad —las carreteras A1, A13, A15, A10, A11 y A6— y la estación de peaje de Chamant, a unos 80 kilómetros. Serge Bousquet-Cassagne, presidente de la Cámara de Agricultura de la región de Lot y Garona, declaró por teléfono a Le Monde que "a partir del lunes, unos 150 tractores se dirigirán a París. Ya hemos preparado dos camiones cisterna de gasóleo y provisiones para el viaje de vuelta".

[Los agricultores franceses atacan camiones de fruta española durante las protestas laborales]

En el telediario de TF1, el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, defendió la actuación de los agricultores, que tienen "derecho a reivindicar", afirmando que se encuentran "entre los que sufren en [su] territorio", según Libération. Fuera del Gobierno, la oposición aprovecha las manifestaciones para criticar la gestión de Emmanuel Macron antes de las elecciones europeas de junio. La líder de ultraderecha Marine Le Pen, cuyo partido Asamblea Nacional está obteniendo buenos resultados en las encuestas, culpó a los acuerdos de libre comercio, las importaciones y la burocracia de los problemas económicos de los agricultores. "Los peores enemigos de los agricultores se encuentran en este Gobierno", dijo el jueves.

La UE responde

La crisis en la industria agrícola no sólo atañe a Francia. En las últimas semanas, se han visto protestas similares en otros países de Europa, como Alemania, Países Bajos, Polonia y Rumanía. El asunto, que promete ser un tema candente en las elecciones parlamentarias de la UE el próximo junio, ha llevado a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a inaugurar un panel de debate para tratar de situar a la agricultura en una nueva posición.

Los agricultores franceses queman frutas españolas en la autopista A9, a la altura en Nimes.

Los agricultores franceses queman frutas españolas en la autopista A9, a la altura en Nimes. Efe

"Todos estamos de acuerdo en que los retos son, sin lugar a dudas, cada vez mayores", dijo von der Leyen, ya sea "la competencia del exterior, el exceso de regulación [en la UE], el cambio climático, la pérdida de biodiversidad o el declive demográfico, por nombrar sólo algunos de los retos". 

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha advertido de que la crisis agrícola en Francia y el resto de Europa podría constituir un "obstáculo" para la conclusión del acuerdo entre la UE y Mercosur. Tras veinte años de negociaciones, "la pelota está ahora en el tejado de Europa. Nos corresponde a nosotros decir si queremos este acuerdo o no", subrayó en una reunión en el Parlamento Europeo en Bruselas. Para el líder europeo, el deseo de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia de firmar este acuerdo nunca ha sido tan fuerte.