Josep Borrell y Liz Truss, durante una reunión del G7 el pasado mes de mayo

Josep Borrell y Liz Truss, durante una reunión del G7 el pasado mes de mayo Comisión Europea

Europa

La UE teme un empeoramiento de las relaciones con Reino Unido tras la victoria de Truss

La nueva primera ministra es la promotora de la ley que deroga el acuerdo del Brexit y se ha apoyado en el sector más eurófobo de los tories.

6 septiembre, 2022 02:54
Juan Sanhermelando Jara Atienza

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"Siempre esperamos nuevos comienzos. Cualquier cosa que haga avanzar nuestra relación con Reino Unido será bienvenida", aseguraba el portavoz de la Comisión Europea minutos antes de conocerse la victoria de Liz Truss (Oxford, 46 años) en las primarias del Partido Tory. Truss se convertirá oficialmente este martes en la sucesora de Boris Johnson y anunciará la composición de su gabinete tras reunirse con Isabel II en el castillo de Balmoral.

En realidad, en la UE nadie se hace ilusiones sobre la nueva primera ministra británica. Sobre todo porque en su anterior cargo de jefa de la diplomacia en el Gobierno de Boris Johnson contribuyó de forma destacada a que las relaciones entre Bruselas y Londres se hundieran hasta mínimos históricos.

Aunque en el referéndum de 2016 apoyó que Reino Unido se quedara en la UE, Truss se ha convertido con el tiempo en una ferviente brexitera. Tras su nombramiento por Johnson como ministra de Asuntos Exteriores en septiembre de 2021, el diálogo con Bruselas experimentó un breve periodo de deshielo por un talante que parecía más constructivo que el de su antecesor, Dominique Raab.

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Sin embargo, este cambio de tono se reveló rápidamente como un espejismo. La nueva primera ministra es la promotora del proyecto de ley que modifica unilateralmente el protocolo de Irlanda del Norte, que ha provocado un choque sin precedentes con Bruselas por incumplir el acuerdo del Brexit. Durante la campaña, su equipo adelantó que tiene previsto congelar de inmediato los controles aduaneros en el mar de Irlanda invocando el artículo 16 del protocolo.

En la carrera de las primarias, Truss se ha apoyado en el ala más radical y eurófoba del Partido Conservador y se ha presentado como la candidata de la continuidad de las políticas de Johnson, el arquitecto del Brexit, frente a un Rishi Sunak más moderado. "¿Es Macron un aliado o un enemigo?", le preguntaron en la campaña. "No está claro todavía", respondió la nueva primera ministra británica.

De ahí la desconfianza que destilan las felicitaciones que ha recibido desde la UE. Junto con la enhorabuena de rigor, la mayoría de dirigentes comunitarios le han recordado que Londres debe respetar los compromisos asumidos, en particular el acuerdo de divorcio y el protocolo de Irlanda del Norte.

"La UE y Reino Unido son socios. Nos enfrentamos a muchos desafíos juntos, desde el cambio climático a la invasión rusa de Ucrania. Espero una relación constructiva, en pleno respeto de nuestros acuerdos", ha escrito la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, en su cuenta de Twitter.

"Le deseo lo mejor, le deseo éxito. Esperemos que contribuya a mejorar las relaciones con el pleno cumplimiento del acuerdo del Brexit", ha asegurado el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell. También el propio Macron ha defendido una mayor cooperación con Reino Unido en materia energética y ha calificado de "espuma" su polémica con Truss.

"La elección de Liz Truss como primera ministra aumenta las posibilidades de que Reino Unido se distancie más de la UE o adopte una postura inflexible hacia ella, lo que a su vez aumenta las posibilidades de que Reino Unido algún día se deshaga, perdiendo Escocia, Irlanda del Norte o ambos. Esto y una economía más débil serán el último legado del Brexit", escribe el diplomático estadounidense Richard Haas, que fue asesor de Colin Powell.

[Por qué la caída de Johnson no arreglará las relaciones entre Reino Unido y la UE tras el Brexit]

En todo caso, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha lanzado una oferta de paz a la nueva primera ministra británica. En una entrevista a The Guardian durante el fin de semana, Michel ha confirmado que tiene previsto invitar a Truss a una cumbre en Praga el 6 de octubre para discutir la creación de una Comunidad Política Europea, un nuevo órgano dedicado a discutir la seguridad en el continente. En contraste, Johnson no fue invitado al Consejo Europeo extraordinario tras el estallido de la guerra en Ucrania, al que sí acudió Joe Biden.

¿Qué hará la UE si Truss sigue adelante con sus planes para desmantelar el protocolo de Irlanda del Norte? Como primera línea de defensa, Bruselas tiene previsto seguir adelante con el arsenal de expedientes que ya ha lanzado contra Londres.

El siguiente paso sería la imposición de aranceles a determinados productos británicos o incluso la suspensión total del acuerdo de libre comercio entre la UE y Reino Unido. Una guerra comercial abierta dentro del bloque occidental en pleno enfrentamiento con la Rusia de Vladímir Putin.

Turbulencias en casa

Además de tratar de llevar el brexit a buen puerto, Truss se enfrenta a una inflación desbocada (que roza ya máximos históricos), una crisis del coste de vida sin precedentes y una recesión en ciernes que el Banco de Inglaterra prevé que estalle en el último trimestre de 2022 y se prolongue hasta 2024.

Para abordar esta situación, la nueva ocupante de Downing Street ha prometido una rebaja masiva e indiscriminada de impuestos. Entre los recortes fiscales se encuentran el de revertir el aumento de la Seguridad Social, parar la subida del impuesto de sociedades a las empresas y suspender el IVA de la energía verde en los hogares.

Así, por encima de redistribuir la riqueza, su prioridad es, según ella misma ha explicado en una entrevista, "hacer crecer la economía", lo que de por sí "beneficia a todos" y ayuda a "reducir las desigualdades económicas".

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Un enfoque neoliberal que rompe con las derivas intervencionistas de su predecesor, Boris Johnson, y que ha generado preocupación en algunos sectores del Partido Consevador, según The Guardian. Probablemente, entre aquellos fieles al que era su principal rival en las primarias: Rishi Sunak, exministro de Economía y partidario de subir los impuestos.

Truss planea congelar los precios del gas y la electricidad para hacer frente a la crisis energética

Otro de los grandes retos que deberá abordar con urgencia es el de frenar la subida de los precios de la energía que está asfixiando a los hogares británicos.

En este sentido, antes de ser nombrada premier, Truss anunció que pondría en marcha un plan de emergencia en su primera semana de Gobierno. Y aunque por el momento no ha dado ningún detalle, ha prometido que evitará "un Armagedón energético".

Según ha avanzado el diario The Times, lo hará pactando con los líderes de la industria una congelación de los precios del gas y la electricidad. "El plan es introducir algún tipo de límite de precio artificial para los consumidores combinado con un mecanismo para reembolsar a los proveedores", señala una fuente consultada por el rotativo británico.