Los miembros de la misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) se encuentran junto a los vehículos de la ONU en el hotel cuando parten para visitar la planta de energía nuclear de Zaporizhzhia .

Los miembros de la misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) se encuentran junto a los vehículos de la ONU en el hotel cuando parten para visitar la planta de energía nuclear de Zaporizhzhia . Reuters

Europa

Los expertos de la OIEA en el limbo: 130 km de campo de batalla les separan de la central de Zaporiyia

Los inspectores de la organización de la ONU esperan llegar a las instalaciones para "evitar un accidente nuclear".

1 septiembre, 2022 02:54

"Evitar un accidente nuclear". Ese es el objetivo con el que 14 expertos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), con sede en Viena, se desplazaron el miércoles hasta la ciudad ucraniana de Zaporiyia, situada sobre el río Dniéper. 

Comienzan los ensayos de seguridad contra una posible fuga radiactiva en Zaporiyia

Ese no es, sin embargo, su destino final. Se dirigen a la otra orilla, la oriental, para inspeccionar la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, que en las últimas semanas ha sido escenario de combates entre las tropas rusas y las ucranianas. 

Esperan llegar a lo largo del jueves, pero desde la capital de la región hasta las instalaciones de la planta atómica hay 120 kilómetros de carretera. Una distancia que, en tiempos normales llevaría poco más de 90 minutos, pero que en el contexto de la guerra puede convertirse en una larga travesía de varias horas llena de obstáculos.

Una vista muestra la central nuclear de Zaporizhzhia en el curso del conflicto entre Ucrania y Rusia en las afueras de la ciudad de Enerhodar, controlada por Rusia, en la región de Zaporiyia.

Una vista muestra la central nuclear de Zaporizhzhia en el curso del conflicto entre Ucrania y Rusia en las afueras de la ciudad de Enerhodar, controlada por Rusia, en la región de Zaporiyia. Reuters

El equipo de inspectores de la organización dependiente de Naciones Unidas (ONU) debe atravesar la línea del frente que separa el territorio ocupado por Rusia al inicio de la invasión en marzo -donde se encuentra la central- y el que todavía resiste. 

Eso significa sortear los tanques, el fuego de artillería y los misiles de largo alcance, porque los ataques a los alrededores de las instalaciones que albergan seis de los 15 reactores con los que cuenta Ucrania, no han cesado. Y no hay visos de que paren en los próximos días. Sin ir más lejos, el miércoles, Kiev acusó a las fuerzas rusas de bombardear Energodar, situado en las inmediaciones de la central.

[La ONU, tras el ataque a la central de Zaporiyia: "El riesgo de desastre nuclear es real"]

"La situación con esas provocaciones es peligrosa", señaló en Telegram Evhen Yevtushenko, jefe ucraniano de la administración regional. También el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, acusó en su parte diario a Rusia de no detener las "provocaciones" en los lugares por donde los inspectores deben pasar para llegar a la central de Zaporiyia.

Por su parte, Moscú aseguró que habían sido las tropas rusas las que habían intentado atacar el lugar con un dron. No obstante, estas acusaciones cruzadas, que llevan repitiéndose semanas, no han conseguido disuadir a los expertos nucleares, que van camino de la planta de Zaporiyia para "evaluar los daños" y "ayudar a estabilizar la situación tanto como se pueda". 

"Vamos a una zona de guerra, vamos a un territorio ocupado y esto requiere garantías explícitas, no sólo de la federación rusa sino también de Ucrania", ha señalado el jefe de la OIEA, Rafael Grossi, que ha anunciado que ha podido asegurar esas garantías a pesar de que Rusia se haya negado a desmilitarizar la zona. 

[Los motivos del ejército de Rusia para dejar de jugar con fuego en la central nuclear de Zaporiyia]

Ha sido el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, quien, aunque ha calificado de "necesaria" la misión del OIEA a Zaporiyia, ha advertido de que Moscú no va a hablar de la posibilidad de desmilitarizar la zona, como ha pedido recientemente Estados Unidos. 

¿Temporal o permanente?

La misión de los inspectores nucleares es una "misión técnica", según ha señalado Grossi. Y los principales objetivos, además de "evitar un desastre nuclear" será recabar información real de lo que sucede dentro de las instalaciones (y no la que llega del Kremlin) y hablar con los operarios ucranianos. De ahí que, a priori, esta partida vaya a durar "apenas unos días". 

Ahora bien, de acuerdo con el jefe de la OIEA, no se descarta que la agencia establezca una misión permanente en la planta para controlar su buen funcionamiento. Una idea que el representante de Rusia ante las organizaciones internacionales en Viena, Mikhail Ulyanov, ha aplaudido en su cuenta de Twitter.