Militantes palestinos asisten a la manifestación de Hamas Solidaridad con Al-Aqsa en Jabalia, norte de Gaza.

Militantes palestinos asisten a la manifestación de Hamas Solidaridad con Al-Aqsa en Jabalia, norte de Gaza. Reuters

Asia

Alianza terrorista contra Israel: Hezbolá y Hamás unen fuerzas en plena ola de violencia

Los libaneses apoyan "todas" las medidas que tomen las facciones palestinas en respuesta a la "flagrante violación" cometida por Israel.

10 abril, 2023 02:13

Ante la escalada bélica de los últimos días en torno a Israel, el secretario general del grupo libanés chií, Hezbolá, Hasán Nasrala, y el jefe político del movimiento islamista Hamás, Ismael Haniye, se han reunido este domingo en el Líbano para la "preparación y cooperación" de los grupos del "eje de la resistencia" contra el Estado de Israel.

Según el comunicado difundido por Hezbolá, la reunión tuvo la finalidad de "repasar los acontecimientos más importantes en los territorios ocupados de Palestina y en la mezquita de Al Aqsa, y la escalada de la resistencia en Cisjordania y Gaza". La nota no dio a conocer más detalles del encuentro, que se produce tras varios días de tensión en la zona, incluyendo un intercambio de fuego entre el Ejército israelí y milicias palestinas tanto en la Franja de Gaza como en el sur de Líbano y Siria.

Hezbolá, que controla áreas del sur del Líbano y es muy influyente en regiones sirias, no ha reivindicado ninguno de los ataques con cohetes de los últimos días hacia Israel desde Siria o Líbano, los cuales provocaron la respuesta israelí. No obstante, el grupo chií aseguró el jueves pasado que apoya "todas" las medidas que tomen las facciones palestinas en respuesta a la "flagrante violación" cometida por las fuerzas israelíes, que el miércoles entraron a la mezquita Al Aqsa de Jerusalén y se enzarzaron a golpes con los presentes.

Pedro Baños, coronel de infantería del Ejército de Tierra en la reserva y analista, ha apuntado en declaraciones a EL ESPAÑOL que puede tratarse de una "alianza puntual" que contaría con el apoyo "más o menos directo de Irán, muy molesto por Israel por los permanentes ataques que sufren sus intereses en Siria por parte de Tel Aviv". Sin embargo, Baños recuerda que ambos grupos "también rivalizan en ciertos momentos" por circunstancias "normalmente relacionadas con el poder y el dinero". 

Este 2023 ha sido el inicio de año más mortífero en el marco del conflicto palestino-israelí desde el 2000. En los pocos más de tres meses desde el inicio de este año, 18 personas han muerto en ataques cometidos por parte de palestinos o árabes-israelíes, mientras que al menos 93 palestinos han muerto en incidentes violentos de distinta índole con Israel.

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Las circunstancias recientes han desencadenado fuertes enfrentamientos en la Explanada de las Mezquitas (para los musulmanes) o Monte del Templo (para los judíos), un lugar al que sólo tienen acceso los fieles de la religión de Mahoma y algunos rabinos. Esto se debe al pacto hablado entre Israel y Jordania en 1967, según el cual solo los musulmanes pueden orar en el recinto (el tercero más sagrado para el islam), donde los judíos solo pueden entrar como visitantes.

Para evitar tensiones, Israel suele prohibir la entrada de judíos a la Explanada de las Mezquitas durante el Ramadán, pero grupos sionistas religiosos (en general alineados con el movimiento colono) han presionado para poder entrar esa semana de Pésaj, una de las fiestas judías más importantes.

Durante la madrugada del pasado miércoles la policía israelí desalojó por la fuerza a decenas de fieles que se encontraban en el interior de la mezquita de Al Aqsa. Gaza reaccionó disparando varios cohetes hacia el sur de Israel, respondiendo éste con el ataque a varios objetivos de la Franja a primera hora de la mañana. El intercambio de ataques continuó con enfrentamientos entre civiles y la policía por la noche de ese mismo día en territorio israelí.

En respuesta, el brazo armado del Frente Democrático por la Liberación de Palestina (FDLP) anunció el lanzamiento de proyectiles la ciudad israelí de Ascalón, al sur de Tel Aviv. En la noche del miércoles, agentes de la policía israelí volvieron a invadir Al Aqsa utilizando, en esa ocasión, granadas de aturdimiento y pelotas de goma para expulsar a los miles de fieles congregados por la plegaria nocturna, que respondieron lanzando objetos.

Coche utilizado por el terrorista.

Coche utilizado por el terrorista.

La tensión culminó con un atentado terrorista en la ciudad de Tel Aviv, en el que murió un hombre italiano y otros siete turistas resultaron heridos. Un conductor de un vehículo atropelló a varios peatones en una avenida céntrica en el área del frente marítimo de Tel Aviv hasta que volcó. Tras ello, agentes en el área vieron que el conductor estaba tratando de coger un arma, ante lo que dispararon y le mataron, concretó un portavoz policial. Según medios, el presunto autor del ataque era un árabe-israelí de Kafer Qasem, una localidad de mayoría árabe en el centro de Israel.

Frente sirio

En la madrugada del sábado el Ejército israelí atacó posiciones del sur de Siria con artillería y por aire después de que se lanzaran desde esa zona en dos tandas seis cohetes, de los que tres cruzaron a territorio israelí. "Aviones de combate israelíes atacaron objetivos adicionales en territorio sirio, incluido un complejo militar de la Cuarta División de las Fuerzas Armadas de Siria, sistemas de radares militares y puestos de artillería utilizados por las Fuerzas Armadas de Siria", informó en un comunicado un portavoz militar israelí.

Previamente, tropas israelíes atacaron con artillería desde la frontera y con drones los puestos desde donde se lanzaron los cohetes, que fueron los primeros disparados desde Siria a Israel desde 2019 y se producen dos días después de que milicias palestinas lanzaran una treintena de proyectiles desde el sur de Líbano y más de una decena desde Gaza.

Israel también respondió bombardeando con misiles objetivos de Hamás tanto en la franja como en el sur de Líbano, desde donde se llevó a cabo el mayor ataque en esa frontera desde 2006, cuando tropas israelíes libraron una guerra de un mes con Hezbolá.