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El plan de Transportes para proteger el AVE incluye cámaras térmicas con 14 km de alcance o como las del tren a La Meca

La red ferroviaria de Arabia Saudí cuenta con cámaras que funcionan en condiciones adversas como tormentas de arena e incluyen tecnología con IA.

Más información: La Guardia Civil alertó hace un mes por escrito a sus unidades de Policía Judicial del "aumento continuo en el robo de cobre"

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El Ministerio de Transportes ya trabaja en un plan para garantizar la seguridad del tendido del AVE, con el fin de evitar nuevos robos de cobre como el que provocó el caos el pasado fin de semana, con cerca de 10.000 pasajeros atrapados en los trenes de la línea que une Madrid con Andalucía.

El departamento que dirige Óscar Puente estudia la instalación de cámaras térmicas con una visión de 14 kilómetros de alcance, capaces de detectar cualquier movimiento durante la noche, o incluso el uso de sistemas similares a los que se han aplicado en el AVE de Arabia Saudí, en la línea que une La Meca y Medina.

En este último caso, se utilizan cámaras que permiten la vigilancia continua tanto de día como de noche, incluso en condiciones adversas como altas temperaturas y tormentas de arena. Además, desde 2022 un software gallego ayuda a vigilar la red con inteligencia artificial.

La empresa viguesa Gradiant ha desarrollado una tecnología de videoanálisis, que se integra en un sistema de seguridad desarrollado por Indra, que procesa automáticamente las imágenes captadas por las cámaras térmicas. Este sistema utiliza inteligencia artificial y visión por computador para detectar incidencias y enviar alertas inmediatas al centro de control.

Sin embargo, el principal problema sigue siendo el tamaño de la red ferroviaria española. El AVE de La Meca-Medina cubre una distancia total de 453 kilómetros. En España hay una red ferroviaria de 15.600 kilómetros, 4.000 de ellos de alta velocidad.

Caos ferroviario

La interrupción de la línea del AVE el pasado domingo ha causado un problema político al Gobierno. La cercanía del suceso con el gran apagón del 28 de abril ha servido a la oposición para hablar de un país que "no funciona". Y la crítica ha hecho mella en el Ejecutivo.

En su intervención en el pleno del Congreso de este miércoles, el presidente Pedro Sánchez evitó pronunciarse sobre este asunto.

El robo de cable de cobre en varios puntos de la vía del AVE Madrid-Sevilla en la provincia de Toledo afectó a 30 convoyes y a más de 10.000 viajeros. Aunque el Gobierno habló desde el primer momento de un "sabotaje", la principal línea de investigación de la Guardia Civil sigue siendo el robo a cargo de delincuentes comunes.

Pero incluso este viernes, Transportes sostenía la teoría de que la Guardia Civil mantiene "por inercia" la tesis del robo. Insiste, por tanto, en no descartar el sabotaje en el AVE.

El pasado martes, el ministro Óscar Puente ya reconoció que es prácticamente imposible garantizar la seguridad plena, aunque la práctica totalidad de ese recorrido se encuentra vallado.

Otra opción, que podría ser complementaria aunque no dependería de Transportes, sería la de incrementar los operarios de seguridad privada y agentes de la Guardia Civil que ya se dedican actualmente a vigilar esas infraestructuras, tan importantes para el país.

De hecho, una de las principales críticas que recibió el Gobierno tras el incidente del pasado domingo es que la zona en la que se robó el cable, en la provincia de Toledo, forma parte de la llamada España vaciada, y cada vez tiene menos agentes patrullando.

Según explican las fuentes de Transportes, a pesar de la complejidad del asunto, también se están estudiando cuáles serían los mejores lugares para instalar esos sistemas de vigilancia y que sirvan de cobertura "en las zonas más sensibles", como la del pasado domingo.