La vicepresidenta Yolanda Díaz junto a la candidata Marta Lois, el viernes en el cierre de campaña celebrado en  Santiago.

La vicepresidenta Yolanda Díaz junto a la candidata Marta Lois, el viernes en el cierre de campaña celebrado en Santiago. EFE

Política elecciones gallegas

Yolanda Díaz se despeña en su tierra, Vox naufraga con el 2% y Podemos saca el 0,26%, menos que Pacma

Sumar sólo obtiene 304 votos en Fene, el pueblo de Yolanda Díaz, mientras Podemos recibe 3.854 papeletas en un censo de 2,7 millones de electores.

19 febrero, 2024 00:49

La noche de los perdedores fue especialmente amarga en las sedes de Sumar, Podemos y Vox. La vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz abrió la precampaña buscando pellets en la playa de A Pobra do Caramiñal (A Coruña) junto a Marta Lois, a la que sacrificó como portavoz parlamentaria para ser candidata a la Presidencia de la Xunta.

"Si Sumar entra, Rueda cae", repitió Yolanda Díaz como un mantra, incluso durante la jornada electoral. Pero el crecimiento fulgurante del BNG no dejó hueco para que Sumar entre en el Parlamento gallego: pese al desembarco de ministros de la coalición en las costas gallegas, Sumar se ha quedado con tan sólo el 1,90% de los votos (algo menos de 30.000), por detrás de Vox.

En realidad, Sumar no ha tenido opción de obtener un escaño en ninguna de las cuatro circunscripciones, al quedar lejos del umbral del 5% del voto: ha sacado el 2,25% en la provincia de La Coruña, el 0,59% en Lugo, el 0,49% en Orense y el 2,42% en Pontevedra.

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Y un último dato: Sumar sólo ha obtenido 304 votos (el 4,35%) en Fene, el pueblo natal de Yolanda Díaz, situado en los aledaños de Ferrol, en la provincia de La Coruña.

Un balance desolador, a pesar de que la vicepresidenta ha multiplicado los golpes de efecto durante la campaña: aseguró en una entrevista que habla de forma habitual con Carles Puigdemont, y anunció su intención de realizar un viaje oficial a Palestina (que Exteriores no le ha autorizado para evitar un conflicto diplomático).

Yolanda Díaz ha sido víctima, en buena medida, de las guerras fratricidas de la izquierda. En un acto celebrado el 27 de diciembre anunció un "preacuerdo" entre Sumar y Podemos para que ambos partidos concurrieran juntos a las elecciones gallegas.

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La respuesta del líder moral de Podemos, Pablo Iglesias, fue pedir el voto para el BNG en el medio que dirige, Canal Red. Los militantes de Podemos en Galicia apenas tardaron 48 horas en rechazar el acuerdo con Sumar, en una consulta telemática.

Pero, a causa de esta fractura, el resultado ha sido aún más trágico para Podemos y su candidata, Isabel Faraldo: sólo ha recibido 3.854 votos (el 0,26% del total) en toda Galicia, sobre un censo de casi 2,7 millones de electores. La formación de Ione Belarra ha quedado por detrás del Pacma-Partido Animalista, que ha obtenido 5.372 votos.

De este modo, los 51.630 votos que la coalición formada por Podemos, IU y Anova obtuvo en las elecciones gallegas de 2020, habrían ido a engrosar ahora el balance del BNG.

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Estos resultados (el 0,26% del voto en Galicia) cuestionan la posibilidad de que la exministra de Igualdad Irene Montero pueda obtener un escaño en el Parlamento Europeo, en los comicios del próximo 9 de junio.

En cuanto a la vicepresidenta Yolanda Díaz, sale debilitada de las elecciones gallegas por partida doble. En primer lugar, porque Sumar ha sido incapaz de obtener un solo escaño en su tierra. Y además, porque Díaz fue incapaz de evitar la ruptura con Podemos, que ahora la rechaza como interlocutora y exige negociar directamente con el PSOE su apoyo a cada decreto o proyecto de ley que el Gobierno remita al Congreso. Demasiadas grietas en la coalición de gobierno.

Las elecciones gallegas del 18-F también han supuesto un fracaso para Vox, cuyo candidato, Álvaro Díaz-Mella, ha protagonizado una campaña anodina. El partido de Abascal ha obtenido 32.487 votos (5.000 más que en los comicios de 2020), pero también se queda fuera del Parlamento gallego, pues sólo representa el 2,19% del total.

En este caso, ha funcionado la llamada de Alberto Núñez Feijóo para concentrar el voto constitucionalista en torno al PP, con el fin de evitar que la líder nacionalista del BNG, Ana Pontón, se convirtiera en presidenta de la Xunta.