El presidente Pedro Sánchez este sábado en Sevilla, en su primer mitin de la campaña oficial.

El presidente Pedro Sánchez este sábado en Sevilla, en su primer mitin de la campaña oficial. Julio Muñoz EFE

Política 28M

Las listas de Bildu rompen la estrategia de Sánchez y ponen a la defensiva a los barones del PSOE

Los socialistas habían conseguido marcar agenda y tener al resto a rebufo, pero la medida anunciada este sábado ya ha pasado desapercibida. 

14 mayo, 2023 02:37

Que Bildu lleve a 44 condenados por terrorismo en sus listas del 28-M, siete de ellos con delitos de sangre en su haber, le ha estallado al PSOE en la cara. A los socialistas se les ha atragantado el inicio de una campaña electoral en la que parecía que iban a llevar la iniciativa y ahora el discurso, incluso entre sus barones, gira en torno a lo que han hecho los socios parlamentarios de Pedro Sánchez.

Los socialistas habían diseñado una campaña que, al menos en su momento actual, consistía en anunciar medidas concretas para perfiles determinados de la población. Del mitin al Consejo de Ministros. Y ahí encuadraban la concatenación de anuncios en materia de vivienda, que pasaron a medidas para los jóvenes y, después, para luchar contra la sequía.

Desde Moncloa y Ferraz han estado hasta ahora sacando pecho de esta estrategia porque les servía para marcar agenda y diferenciarse de un PP al que acusan de no tener un proyecto propio. Les servía, incluso, para coger con el pie cambiado a Unidas Podemos, que se ha estado enterando por la prensa de dichas medidas, e intentar robarle algunas de las banderas de los morados, como la de vivienda.

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Pero ahora el foco ha cambiado de lugar. Prueba de ello es que este sábado en Sevilla, en su primer mitin de campaña oficial, Pedro Sánchez anunció que va a llevar a cabo una reforma legal para implementar el derecho al olvido oncológico y la medida, que seguramente contaría con el apoyo de muchas fuerzas políticas, ha pasado completamente desapercibida. Sánchez no ha mencionado a Bildu. 

El daño colateral puede llegar incluso a las medidas de vivienda que ha estado promocionando el PSOE tras la aprobación de la Ley de Vivienda: no sólo Bildu ha sido fundamental para sacar adelante la norma, es que fueron los vascos junto a ERC quienes presentaron el acuerdo.

Esta situación ha servido al PP para coger aire e, incluso, encontrar un filón en intentar enfrentar a los candidatos del PSOE contra la dirección del presidente. "Si ni Sánchez ni los candidatos de Sánchez defienden la dignidad de nuestra nación, de nuestra democracia, de nuestra Constitución y, sobre todo, de las víctimas del terrorismo, lo hará el PP", dijo Alberto Núñez Feijóo este sábado en un acto en Getafe.

Y añadió que "sería interesante" saber "cuántos barones" del PSOE han presionado a Sánchez para cambiar de aliados parlamentarios. Lo hizo un día después de, el viernes, pedir a los barones socialistas que exigieran al presidente del Gobierno romper con Bildu o, si no, decir que rompían el carné del PSOE.

También se ha sumado a este frente electoral Vox, que este viernes registró una iniciativa parlamentaria para aprobar en el Congreso de los Diputados la ilegalización de Bildu. Asegura que el partido es "el actual brazo político de ETA".

Una muestra de que el asunto de Bildu ha pillado con el pie cambiado al PSOE es el silencio absoluto que el partido mantuvo durante un día entero. La noticia se conoció el martes y, durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso el miércoles, nadie quiso decir nada. Algunas ministras, como la portavoz Isabel Rodríguez, llegaron literalmente a correr para evitar las preguntas de los periodistas.

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Al final, el propio Pedro Sánchez tuvo que hablar del asunto durante su visita a la Casa Blanca estadounidense y dijo que "hay cosas que pueden ser legales, pero no decentes". Sin embargo, no respondió a la pregunta de los periodistas de si ello le hacía replantear sus pactos con Bildu.

Los barones, contrariados

Ahora todas las miradas están puestas en el mitin de Pedro Sánchez este domingo en Puertollano. El presidente del Gobierno coincidirá por primera y única vez en la campaña electoral con uno de sus barones más críticos: el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.

El castellanomanchego ha sido uno de los más críticos, si no el que más, dentro del PSOE con respecto a los pactos con Bildu. El equipo del presidente autonómico no ha querido desvelar aún si va a hacer alguna mención al respecto. Hacerlo podría interpretarse como una afrenta directa al presidente del Gobierno y no hacerlo sería enmendar parte del discurso que ha estado abanderando.

Hasta ahora, el que más lejos ha llegado ha sido el presidente de Aragón, Javier Lambán, que ha dicho que el PSOE "debe romper cualquier relación con un partido que incluye en sus listas a asesinos". Pero no ha sido el único.

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El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha dicho que la presencia de etarras en las listas de Bildu le produce "repugnancia". "Me repugna, me asquea… todo lo que pueda decir es poco", ha dicho también su compañero presidente de Asturias, Adrián Barbón.

También la presidenta de La Rioja, Concha Andreu, ha dicho que es "repugnante" y ha calificado el movimiento de "poco decente". Sólo ha hablado a favor la presidenta navarra, María Chivite, que ha loado que el partido pasara "de la violencia para imponer sus ideas a la palabra".

Muchos barones del PSOE habían intentado en los últimos meses alejarse un poco de la figura de Sánchez y que la campaña electoral no se plantee como una cuestión en clave nacional. Lo habían conseguido y el CIS ha demostrado que las cuestiones locales habían cogido peso, pero esta situación amenaza con desbaratar todo.