Jordi Basté posa en las escaleras junto a los estudios de radio de RAC1 el día de la entrevista.

Jordi Basté posa en las escaleras junto a los estudios de radio de RAC1 el día de la entrevista. Pau Venteo

Política HABLANDO SOBRE ESPAÑA

Jordi Basté: "Pese a lo que dicen sus líderes, el independentismo está en una vía más autonomista"

"Los vascos han dado mucho miedo en Madrid y los catalanes mucho asco" / "A los vascos les sale a devolver y nadie se queja de ellos. El soberanismo suma allí mayoría récord. Cuando quieran, irán a saco" / "Quiero un referéndum de autodeterminación e iré a votar, pero no desvelaré mi opción" / "Me parece poco edificante para la democracia que un juez abra diligencias a la mujer de Sánchez por una denuncia así".

28 abril, 2024 02:50

A Jordi Basté (Barcelona, 1965) le gusta ir en delantal. Así se llaman sus homilías de por la mañana en la radio: "El davantal". El objetivo de esta entrevista es que pose en delantal, pero sin nada debajo. Metafóricamente. Imaginariamente. La cuestión es que el lector perciba tanta intimidad como para imaginarlo así.

Y va a resultar sencillo. Porque Basté, que recibe con un abrazo en una sala de reuniones de la emisora donde predica, es un tipo afable, fácil, de conversación vertiginosa, explosivo para el debate. Y con cintura. Le gusta meter el dedo en el ojo y que se lo metan. Le gusta que le salpiquen el delantal.

Le pone la idea que va a sobrevolar la conversación: un puente aéreo para conocer en Madrid cómo es la opinión predominante en Barcelona. Porque Basté es de los que sostiene que el AVE es mera poesía, casi como su desnudo, ya que percibe una distancia sideral entre las dos ciudades.

"¡Se han dicho unas barbaridades en Madrid! (...) Es que el sentimiento de nación que ha existido aquí siempre no lo podéis entender". Tiene razón Basté en eso: esta es la peripecia de una gran incomprensión. De dos mundos ininteligibles. Dos mundos que son besugos cuando se miran. Podríamos titular la entrevista como aquella novela de Dickens: "Historia de dos ciudades".

Nos valdría su comienzo para esta entradilla. Refleja cómo, en la mejor época de su historia, un país se cayó por el precipicio. "Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos; la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación".

Basté conduce El Món a RAC1, el programa más escuchado de Cataluña. Forma parte del grupo Godó (La Vanguardia). Por eso estamos en la planta tropecientos del rascacielos de la Diagonal, que nos recuerda a las redacciones americanas de las series. Aquí parecen de Bilbao, pero no se lo decimos a Basté porque le indigna la "vasquitis" que sufre Cataluña: "Ellos van siempre a la suya y nosotros los veneramos como al primo Zumosol".

Basté gesticula. Basté narra apasionadamente porque viene de la radio nocturno-deportiva. Basté se frota la cara y niega con la cabeza. Basté alza la voz como si cantara un gol. Basté sabe generar intriga porque escribe novelas negras. Con Basté vamos a estar esta mañana hasta que sus hijas digan basta. Ha quedado para comer con ellas. ¡Basta, Basté!

Habrá boxeo. En la redacción, al otro lado de la pared, acabarán hasta el delantal de esta charla.

Todo empezó como en Cinema Paradiso: eras un niño que se encerraba en una sala de barrio para ver películas. Tu abuelo era el proyeccionista.

Soy de Horta, un barrio de Barcelona. Mi padre trabajaba en una empresa metalúrgica y mi madre tenía esa profesión que, en aquel DNI azul enorme, se llamaba “sus labores”. Mi abuelo paterno trabajaba “pasando cine”. Era el señor que ponía las bobinas, apretaba el botón y las cambiaba cuando se terminaban.

Trabajaba en dos cines, el Dante y La Unión. Yo lo acompañaba. La primera película que vi fue “Las petroleras”, que protagonizaban dos de las mayores bellezas de ese tiempo: Claudia Cardinale y Brigitte Bardot. A través de un agujero muy pequeño, desde la sala de las bobinas, veía las películas con mi abuelo.

Con diez años ya trabajabas en la radio: leías cuentos en una emisora. De todos los locutores de la mañana, eres, seguro, el que más experiencia tiene.

Mi padre iba cada día a un Ateneo, a un centro cultural. Se jugaba al ajedrez y había una peña del Barça. Un día fui a buscarlo. Estaba allí uno de los grandes locutores de entonces, Agustín Rodríguez. Buscaban a un crío para presentar cuentos en un programa infantil. Me cogió. Empecé a ir cada sábado a leer un cuento.

Has hecho tele, has escrito en periódicos, pero te quedas con la radio. Hay algo en la radio que os fascina a los que la hacéis, pero que no explicáis demasiado bien cuando se os pregunta… “¿por qué la radio mejor que la tele o el periódico?”. Soléis añadir: "La radio no se puede explicar".

En mi caso, quiero destacar una premisa: a mí, escribir me encanta, pero me parece muy difícil. En cambio, hablar en la radio me parece muy fácil. Quizá porque llevo haciéndolo desde los diez años. Me resulta mucho más sencillo expresar con palabras lo que pienso que escribirlo. La radio me sale de manera automática.

Eso que decía Umbral de “escribo como meo”: a ti te pasa al revés.

Exacto. Parafraseando a Umbral, tendría que decir: “Hablo como meo” [se parte de risa]. Sólo sé hacer radio. Ahora bien: ¿qué tiene la radio que no tienen los demás medios? Sinceridad y proximidad. También dispone de mucha rapidez. Internet es todavía más rápido, cierto, pero carece de la credibilidad de la que goza la radio.

Me han contado que te ofrecieron presentar un programa para toda España. Dices que fuiste rechazado por ser del Barça. ¿Cómo fue eso?

Me dijeron: “Oye, ¿te gustaría hacer un programa de radio para toda España?”. Yo contesté: “Claro, ¿por qué no?”. Era un programa de Deportes. Nunca he descartado volver a hacer Deportes porque me encanta. Al final, me respondieron: “Es que eres muy culé”. No me dijeron “eres independentista”, “eres catalanista” o algo así. No, no. Me dijeron: “Eres muy culé”. Al final, se quedaron con otra opción… Y no, no te voy a decir quién es. Por cierto, les ha salido mucho mejor.

Sostienes que el VAR “se viste de blanco”, pero lo extiendes también a la política y a la justicia. Explícame esta teoría.

El procés ha cogido el puente aéreo. Hay un nacionalismo madrileño muy curioso. Quienes hacemos radio aquí en Cataluña nos vemos reflejados. Es un madrileñismo muy poderoso, muy fuerte. Un orgullo del madrileñismo. Eso es Ayuso. Pienso que la política se ha futbolizado y que Madrid ha capitalizado el VAR.

Pero, ¿eso qué significa?

Que las grandes decisiones se toman todas en Madrid. Mediáticamente, todo pasa en Madrid.

Si Madrid fuera tan influyente mediáticamente, el programa más escuchado en Cataluña por la mañana no sería el tuyo, que se hace aquí.

Este programa es la Galia de Astérix. En la tele no pasa. TV3 es líder, pero si sumas la audiencia de las cadenas nacionales, es muy superior. La audiencia de la tele es Madrid. En la radio, no ocurre. Después de nosotros va la pública catalana y luego la Ser, que tiene mucha programación catalana. No tengo respuesta para explicar esto. Pero, ¿por qué no hacer programas generalistas desde Cataluña? Ojo, hablo de programas hechos aquí, no de programas hechos por catalanes desde Madrid.

Ya se hacen programas generalistas desde fuera de Madrid. Herrera vive en Sevilla.

¡Herrera puede hacer el programa desde donde le dé la gana! Pero es diferente. No es lo mismo una visión desde Sevilla que desde Cataluña. Lo digo por todo lo que hemos pasado. Estaría bien que un día ocurriera lo que te digo.

"Me gustaría escuchar un programa de radio para toda España hecho desde Cataluña"

Cuando se hace un programa desde Madrid, no se está haciendo un programa con el prisma de Madrid para toda España. En la teoría, se hace un programa con un prisma nacional. Para todos.

Yo también hablo de hacer un programa para toda España, pero desde Cataluña. Francino lo hace desde Madrid. Adoro a Francino, pero lo hace desde Madrid.

¿Me estás diciendo que eso es lo que te apetece a ti? ¿Hacer un programa nacional desde aquí?

No, no. Yo ya soy muy mayor. Pero me gustaría escuchar un programa como el que te digo. La visión de España es muy diferente. Cambiaría mucho la perspectiva. También la manera de hacer radio.

¿Es distinta la radio aquí?

No quiero fardar, voy a hablar de la radio catalana en general, no de mi programa. La radio en Cataluña tiene mucho más ritmo que en Madrid, vende el producto mucho más fresco. El oyente ya no compra pescado congelado. Quiere que le cuentes en el momento las cosas que pasan.

No has escuchado Onda Cero por las mañanas. El ritmo es acojonante.

Por eso Alsina es bueno, porque tiene mucho ritmo. Es de los tipos con más ritmo. Además, es el mejor entrevistador que hay en España con diferencia.

Basté es muy divertido y expresivo en sus intervenciones.

Basté es muy divertido y expresivo en sus intervenciones. Pau Venteo

Oye, volviendo a eso del nacionalismo madrileño… Entiendo que el nacionalismo catalán estará encantado porque los nacionalismos territoriales disgregan la idea de la nación.

La política española es mucho más divertida hoy que la política catalana. Si tú sales aquí a la calle y preguntas a la gente si prefiere la sesión de control del Congreso o la del Parlament, todos te dirán que la del Congreso. Por mayoría absoluta, además.

Es curioso que pase eso porque la política en Cataluña está hoy mucho más abierta que en Madrid. Hay más incertidumbre.

Es la futbolización. Hace años, ibas al Mundial del fútbol, saltabas al campo y cogías a los jugadores por la cabeza, te los llevabas y los entrevistabas. Me peleaba con Andrés Montes, Siro López… para conseguir al protagonista. En el Bernabéu pasaba lo mismo. Hasta que alguien llegó y dijo: “Esto hay que profesionalizarlo”.

Además, las teles compraron los derechos y a las radios nos mandaron arriba. Con los entrenamientos, exactamente igual. Cuando Messi debutó con el primer equipo, hizo una entrevista conmigo en el estudio. Ahora esto es imposible.

Pero te vas a la política y ocurre lo que sucedía en el fútbol. El día de la moción de censura a Rajoy, a la salida del hemiciclo, lo puedes ver en las imágenes, salió Sánchez, lo enganché y le metí el micro. ¡Como si fuera Hugo Sánchez! Antes no nos acercábamos de esa forma a un presidente.

Pero es una cuestión de ambiente general.

Sí. Están los gritos, las cosas que se dicen y la repercusión que tiene inmediatamente en los medios y en las redes. ¡Es fútbol! Parece García contra De la Morena. La política de hoy es Gil, Núñez, Gaspart… Es lo mismo. Ayuso es un caso paradigmático: grita, es una comunicadora extraordinaria, sabe lo que quiere decir y cómo hacerlo, altera el statu quo, altera toda la información…

"Si se demuestra que hay algo en lo de la mujer de Sánchez, no tendré problema en contarlo"

Decías hace unos días que el caso del novio de Ayuso no tiene nada que ver con el de la mujer de Sánchez.

Para mí no es lo mismo. Fíjate en el currículum de quien ha presentado la denuncia por la que se han abierto diligencias: Manos Limpias. Yo, cuando aparece Manos Limpias, me alejo. No es una cuestión de derechas o izquierdas. Si se demuestra que hay algo cierto en lo de Begoña Gómez, no tendré problema en contarlo. Ya pasó con los Pujol.

¿Cómo te quedaste al leer la carta de Sánchez?

Me sorprendí muchísimo. Lo último que pensé que podía suceder ese día era una carta del presidente del Gobierno diciendo que ya no puede más.

¿Existe ese "acoso mediático sin precedentes" del que se quejan Sánchez y su entorno?

No vivo en Madrid, pero el otro día estuve hablando con Zapatero en Sant Jordi. Me dijo que es intolerable cómo un sector importante de los medios ataca a la familia y, en concreto, a la mujer de Sánchez.

Aunque, más que ese acoso del que habla Zapatero, me sorprende que el juez haya abierto diligencias tras esa denuncia que, tal y como admite Manos Limpias, se construyó con unos recortes de prensa. Me parece poco edificante para la democracia.

¿Qué te dice la intuición? ¿Sánchez va a dimitir?

Creo que sí. Le han tocado la tribu y tengo la sensación de que es lo único que no acepta que le toquen. Digo más: muchos, en caso de ser políticos, haríamos lo mismo en su situación.

Como no estoy en Madrid, ya te digo, no sé hasta dónde llega la fuerza de esos medios. No sé si son tan fuertes como para hacerle tomar esa decisión. Pero me temo que Sánchez va a dimitir. Y digo "me temo" porque bastante blando está el país como para someterlo a una nueva convocatoria electoral. La gente está harta.

Jordi Basté presenta el programa de radio más escuchado de Cataluña.

Jordi Basté presenta el programa de radio más escuchado de Cataluña. Pau Venteo

He echado cuentas con tu fecha de nacimiento. Hablemos de esos comienzos: el cine, la radio… Era, más o menos, con la muerte de Franco y el arranque de la Transición. ¿Qué recuerdos tienes de aquella Barcelona?

El día que se murió Franco, yo tenía nueve años. Entró mi madre a la habitación y me dijo: “Hoy no vas al cole”. Vinieron los abuelos a casa y lo celebramos con champán. Luego, más mayor, en los ochenta, estaba enamorado de Madrid. Me iba cada dos por tres a La Vía Láctea [uno de los bares míticos de La Movida]. La ciudad me encantaba.

Lo dices en pasado.

¡Porque tengo una edad! Aguanto el primer cubata y el segundo se me cae al suelo. Madrid me encanta. Me sigue encantando. Ahora creo que Barcelona vuelve a emerger.

Aprendiste el catalán en casa, supongo.

Sí. Por eso escribo siempre primero en castellano. Por ejemplo, los artículos para La Vanguardia. Porque el castellano fue mi lengua escolar.

¿Cuál dirías que es la memoria de tu familia? Las ideas que nos caen como una lluvia fina y que nos determinan de alguna manera.

No me cambié el nombre hasta los 16. En el DNI ponía “Jorge”, aunque en la escuela me llamaban “Jordi” porque en casa me llamaban “Jordi”. Era una familia catalanohablante. Iba a un colegio de los salesianos. Estudiábamos todo en castellano salvo dos horas de catalán. Todavía hoy tengo muchos problemas con el catalán. Te parecerá mentira, pero los tengo.

Cuando me piden que escriba, lo hago en castellano. Las novelas negras, que primero han salido en catalán, las escribía en castellano. Luego traduzco. Los ensayos, los artículos… Todo primero en castellano. La escuela determina.

¿Cómo y por qué empezó a nacer en ti ese sentimiento “de país” respecto a Cataluña?

Lo que ocurre en casa es muy importante, sí. Pero tampoco lo he pensado… Se daba por supuesto. No he pensado: “¿Por qué soy así?”. Así lo viví. Y eso que en casa no se hablaba de política, pero mi familia era la típica nacionalista catalana. Fuimos a la gran manifestación del 76: libertad, amnistía y estatuto de autonomía. Hoy estamos igual.

Quería preguntártelo porque, ahora, esa percepción se refuerza sobre todo en los colegios. El modelo de inmersión lingüística es imparable; y sus efectos, incontestables.

¿Se enseña el sentimiento de país en los colegios?

Es una atmósfera, un ambiente, claro.

¿Un ambiente? La inmersión lingüística existe desde hace la pila de años. Y bien que ha funcionado. Pero funcionaba porque no había una inmigración tan potente como ahora. Soy de los que piensa que no se puede opinar de un sitio si no vas mucho a ese sitio. Se han dicho tantas barbaridades sobre Cataluña…

La manera de actuar de la derecha española generó kilos y kilos de independentistas. Se generaron manifestaciones y muchos de los que eran nacionalistas se convirtieron en independentistas. Las manifestaciones eran tremendas, pero aquí nunca nadie ha pegado un tiro ni se paseaba por la calle con un Cetme.

No he visto a nadie decir eso.

Se han dicho muchísimas barbaridades, como cuando Casado dijo que se obligaba a los niños a utilizar el catalán para ir al baño. Eso te lo reconoce hasta el PP catalán en pleno. Seguramente los catalanes no nos hemos hecho querer mucho, pero es que se han dicho tantas barbaridades… Mentiras y falsedades. Algunos piensan que les da votos meterse con Cataluña. Siempre he sostenido que los vascos han dado mucho miedo en Madrid y los catalanes mucho asco.

Traía esa frase tuya apuntada porque la sueles decir mucho. Llevo diez años en Madrid, Jordi, y jamás he conocido a nadie al que los catalanes le den asco.

Entiéndeme la expresión. A mí nadie me ha dicho en Galicia: “Hostia, pues no pareces catalán”. Eso sí me ha pasado en Madrid. En La escopeta nacional, de Berlanga, se dice eso de… “A ver si dejáis de joder con el catalán de los cojones”. Aquí hace muchos años que eso se percibe.

Y me dirás: ¿por qué no va a haber mayoría independentista? Porque se ha tranquilizado el tema. Eso demuestra que no había una pasión independentista exacerbada, sino que era un asunto de… “oye, sólo queremos que nos quieran”.

¿Crees que Puigdemont declaró la independencia porque no se le quería un poco?

Hablo de mucho tiempo atrás, de antes de que comenzara el procés. Todo empezó con el Estatut. Si el Constitucional no le hubiera pegado un meneo, hoy no estaríamos así. Fue cuando la gente dijo: “Oye, esto se ha acabado”.

También sueles decir que tu verdad “es vulnerable y cambia con el tiempo”. ¿Has tenido dudas respecto a la existencia de una “nación catalana” o siempre lo has creído así?

Salvo en ser del Barça, la gente aquí ha cambiado mucho. Yo también he ido variando mis matices y mi fuerza, evidentemente. Como a cualquier ciudadano, las cosas que suceden me pueden convencer más o menos.

Evolucioné al ritmo de la sociedad. ¿Por qué hoy la sociedad piensa menos en independencia que hace cinco años? Porque se ha tranquilizado el tema, ya te digo. ¿Por qué en 2017 estábamos tan gaseosos? Porque las cosas estaban como estaban. La evolución de la sociedad catalana, en este asunto, ha sido bastante uniforme.

Del “pájaro en mano” que decía Pujol pasamos a un sentimiento de país. El sentimiento de nación, en cambio, siempre se ha tenido. Entiendo que desde Madrid no se pueda comprender. Pero no se puede cambiar. Existe, no tiene maldad y va a favor de algo. ¡Pero si vamos siempre con la bandera blanca! Se nos ha visto el truco siempre. ¡Hasta se nos caían las cartas! Pero parecía que íbamos a robar. No hemos pedido más que un poco de cariño y resulta que a los vascos les sale a devolver. Lo de los vascos…

Hombre, habéis pedido menos que los vascos pero más que el resto de españoles. Ahora pedís más.

Nadie se queja de los vascos. En Madrid nadie se queja de ellos. Cuando el presidente de Extremadura se queja, ¿habla del lehendakari o del president? Los vascos lo tienen todo. Les sale a devolver. Han ido haciendo y así les sale. Pero, cuidado, allí hay una mayoría récord de independentistas. El día que quieran no van a ir “oye, vamos a hacer cinco segundos de independencia”. No, no. Irán a saco.

Pero vosotros tenéis una ventaja respecto a los vascos: no tuvisteis una organización terrorista como ETA que manchara el independentismo catalán de sangre. Y lo habéis aprovechado muy mal.

Oye, pon debajo de esa pregunta: “Daniel Ramírez tiene razón”. Lo hemos aprovechado muy mal.

Ibarretxe fue al Congreso a intentarlo. El independentismo catalán se tiró por el precipicio.

El día de autos me pegaron unas hostias tremendas porque pedí que no se hiciera el idiota, que no se proclamara la independencia. Aquella proclamación fue un error descomunal. Lo dije a las ocho de la mañana y salió toda la turba de independentistas puros a romperme, metafóricamente, las piernas.

¿Por qué el independentismo vasco se conforma hoy con seguir adquiriendo dinero y competencias y el independentismo catalán no?

Por lo que te decía antes, ¡porque les sale a devolver!

¿Es sólo un tema de pasta?

Te lo digo de otra manera, Dani: el País Vasco ya es independiente.

Es verdad, funciona en la práctica como un país. La desconexión con España es absoluta.

Absoluta, sí. Son listos, tienen un pasado duro…

Tiene mucho que ver con la educación. Les enseñan el mapa de Euskal Herria desde niños: las siete provincias vascas. Y un niño se cree lo que le dicen.

¿Y alguien ha dicho algo sobre esto que ocurre en las escuelas vascas? ¿Dónde está el ruido? En cambio, el ruido de Madrid sobre lo que ocurre en las escuelas catalanas es terrible. ¡Y no tiene nada que ver con lo que sucede en las ikastolas!

¿Por qué ocurre eso?

Hay una evidencia: el catalán se está perdiendo.

¿De verdad? Cuando vengo a Barcelona y voy por la calle, escucho mucho el catalán.

Ve al patio de las escuelas y verás que los niños hablan en el 80% en castellano.

Pero si dan casi todas las asignaturas en catalán.

No es verdad.

Hombre, salvo el 25% y a veces ni siquiera se cumple.

Te animo a ir a los patios.

Pues es muy raro que eso ocurra.

La inmigración habla en castellano. Cada vez hay más inmigración. Y estoy a favor. Jamás me encontrarán palabras contra la inmigración. El catalán se está perdiendo. No vayas a Vic, claro, ahí todo Dios habla en catalán, igual que si te vas a Rentería, todo dios habla en euskera. Pero recorre las grandes urbes, desde Tarragona hasta Barcelona: el catalán va así [hace un gesto de ‘cayendo en picado’].

"Las declaraciones del candidato de Bildu sobre ETA fueron un gravísimo error"

¿Los grandes resultados de Bildu después de que su candidato se negara a definir a ETA como banda terrorista denotan cierta amnesia social sobre lo que sucedió?

Aquellas declaraciones fueron un gravísimo error. Tú eres de Pamplona, esa pregunta deberías contestarla tú. Si lo miras con ojos de Madrid, dices: “No lo entiendo”. Seguramente, con ojos de Barcelona tampoco. ¿Por qué los vascos votan a Bildu? En lugar de opinar con prismáticos, ¿por qué no intentamos averiguar esa respuesta?

Igual que yo me pregunté por qué quince días antes del mayor atentado de ETA, el de Hipercor, Herri Batasuna logró en Cataluña un montón de votos, creo que 50.000. Mis amigos de la escuela lo votaban porque era guay. “Es que los vascos, qué guay”. Hemos tenido mucha vasquitis siempre en Cataluña. Ellos han ido a la suya, pero nosotros…

Los vascos, vuestro primo Zumosol.

Exacto. El primo Zumosol. Pero yo no puedo responder a la pregunta que me hacías porque no he vivido allí. Cuando los políticos hablan de estos temas sin saber, lo hacen porque creen que da votos.

Un momento de la entrevista, celebrada en la redacción de RAC1.

Un momento de la entrevista, celebrada en la redacción de RAC1. Pau Venteo

A través de tus “delantales” de por la mañana, de tus monólogos, te percibo en la tesis de la necesidad de un referéndum pactado por la independencia.

Por supuesto. Hemos de contarnos. ¡Vamos a contarnos! No me hace falta ni que sea vinculante. Quiero saber cuántos somos. El día, la hora… Si quieren, que lo elijan en Madrid. Y que hagan la campaña desde donde sea. Sólo pido que nos contemos.

¿Lo permitirá Pedro Sánchez? La ley dice que es imposible, pero tiene razón el independentismo catalán cuando dice: “A todo decía que no y a todo acabó diciendo que sí”.

Tiene razón Aragonès cuando dice que Sánchez se negaba y luego lo ha acabado aceptando todo. Pero con esto no pasará. ¿Por qué? No lo sé. Es mi intuición. Estamos volviendo a los ochenta y los noventa. No descartaría siquiera un pacto del PP con Junts. Es que si el PP no suma con PNV o Junts, no gobernará nunca España.

Es muy complicado porque PNV y Junts saben que su objetivo final de conseguir la tierra prometida es imposible con el PP y que quizá haya una mínima oportunidad con Sánchez.

¿Tú crees que el independentismo está ahora por conseguir la tierra prometida?

Es lo que dicen los dirigentes independentistas en las entrevistas que dan y en sus mítines.

Y Feijóo también dice algunas cosas que no se las cree ni él.

¿Crees de veras que el independentismo catalán ha regresado a una vía más autonomista?

No sé si la palabra es autonomista… Bueno, sí, puedes decir autonomista. A los hechos me remito.

"Nunca he dicho en público qué votaría en un referéndum de autodeterminación"

¿Entiendes a los que piensan que un referéndum por la independencia celebrado sólo en Cataluña quita derechos a los que no viven en Cataluña pero la sienten como parte de su país?

Vale, perfecto, pues votemos en toda España y luego miramos qué sale en Cataluña. Si quieren votar en Andalucía o en Madrid, me parece muy bien. A mí me interesa lo que salga en Cataluña. Claro que Cataluña es territorio estatal, pero es una imagen un poco de territorio conquistado. Mi tesis, ya te digo, es: referéndum de autodeterminación pactado y no vinculante. Y si quiere votar Sevilla, que vote.

¿Has dicho alguna vez en público qué votarías en ese hipotético referéndum?

No. Fui a votar el 1 de octubre porque mi padre me dijo: “En este país, hemos estado muchos años sin poder votar. Así que, siempre que se pueda votar, hay que ir a votar”. La primera vez que me tocó, era un pasota de cojones. Llevaba el pelo largo y pendiente. Me hicieron quitármelo en la radio. No he dejado de votar en mi vida. A votar, siempre. Aunque metas una rodaja de salchichón dentro. Así se lo he inculcado a mis hijas.

Todo el mundo puede intentar deducir qué votaría yo en ese referéndum. Y en tantas otras cosas. Pero también hay algunas sobre las que la gente se sorprendería mucho. Tengo una responsabilidad social cada vez que me pongo delante del micrófono. No quiero influir directamente en el voto de nadie. Hay periodistas y medios que lo hacen. A mí no me da la gana.

Te voy a meter el dedo en el ojo.

¡Venga, venga! ¡Mete! [sonríe].

Eres muy catalanista, pero tu relación con la cultura ha sido muy española: cuando recogiste el Premio Ondas, hiciste un gran homenaje a la radio española. También está tu fascinación por 'La Clave' de Balbín, epicentro de la vida cultural española de ese tiempo. Y qué decir de La Liga española de fútbol.

Soy catalán.

Pero se puede ser catalán y no catalanista; igual que se puede ser español y no españolista.

Yo creo que los catalanes son catalanistas y los españoles son españolistas. Lo veo así. Es verdad eso que dices sobre mi relación con la cultura. Ahora también sigue sucediendo: David Trueba, Dani Martín, Santiago Segura, Alejandro Sanz… Eso no significa renunciar a nada.

Jordi Basté también escribe artículos de opinión en La Vanguardia.

Jordi Basté también escribe artículos de opinión en La Vanguardia. Pau Venteo

Para quienes no vivimos en Cataluña, lo de 2017 fue un delirio difícil de comprender: Esquerra se volvió muy separatista y empujó a Puigdemont, que no lo tenía claro, a declarar la independencia. Después, Puigdemont se declaró fuera del sistema y Esquerra regresó a la senda de los acuerdos y de las vías pactadas.

Totalmente de acuerdo, es muy difícil de entender. Lo explica la pugna histórica entre CiU y Esquerra. Hoy, Esquerra parece más convergente que Junts. Y Junts parece más de Esquerra o de la Cup que Esquerra. Es así.

Una vez dijiste: “Si yo fuera Puigdemont, no me entregaría”. Y si fueras Puigdemont, ¿habrías huido?

¿Huido?

Sí, cuando huyó para no responder ante la justicia española.

Si contamos que España es Europa, no ha huido, ¿no?

No te entiendo.

Dices que ha huido de España.

Claro.

A Puigdemont ya se le detuvo en Italia, en Alemania, en Bélgica… y no ha pasado nada. Yo, si fuera él, no me entregaría ahora que se va a aprobar la ley de amnistía. No creo en los héroes. Esto de aparecer aquí a caballo...

¿Cómo fue para ti opinar en la radio todos aquellos días? Supongo que lo más difícil no era informar, sino construir esa opinión que todo presentador de la mañana tiene que dar en su arranque.

Fue muy difícil.

Además, era opinar sobre un tema que generaba violencia y división social.

¿Violencia? Tensión, pero no violencia. A mí, en Cataluña, sólo me han insultado una vez. Y, por motivos profesionales, sólo me han pegado en una ocasión. Fue en un partido de fútbol.

Las manifestaciones de los CDR no parecían muy tranquilas.

¿Y qué pasó? Para mí, la única acción violenta de los CDR, me pareció intolerable, fue la de Urquinaona. Se quemaron contenedores. Esa visión de violencia se dio desde Madrid.

Bloquearon el aeropuerto de El Prat, cortaron carreteras…

¡Se cortó una carretera! Igual que los taxistas cortaron dos días la Gran Vía de Barcelona. Pero no pasó nada. Oye, en una huelga de hace cinco o diez años, los controladores saltaron a la pista a parar aviones. Volvemos a lo de antes, a un discurso que no es cierto.

El ambiente social en Cataluña durante los días del 'procés' no fue violento, entonces.

Violencia es lo que hubo en Euskadi.

Hay distintos grados de violencia.

Aquí no se pegó ningún tiro. ¿Y lo que pasó en Murcia hace nada con los transportistas? ¿No es violencia? Eso ha pasado a mejor vida y nadie dice nada. Creo que aquí no hubo violencia según la concepción que tengo yo de la violencia.

"En los días del procés, no hubo violencia en Cataluña, aquí no se pegó ni un tiro"

Te preguntaba por cómo fue hacer radio esos días.

Fue duro, difícil. Trabajo en un grupo que busca la pacificación. A mí, sin que nadie me diera doctrina, dije, por favor, nada, que no se proclame nada.

¿Sufriste muchas presiones? ¿Cómo fue tu relación con los líderes políticos de aquel tiempo?

Cero presiones. Sólo sé que una persona en Madrid pidió mi cabeza.

¿Quién?

Soraya Sáenz de Santamaría.

¿Influyen más los políticos en ti o tú en los políticos?

En mí no influyen. No sé si yo influyo en ellos.

Pero, ¿en qué percibes tu influencia?

Si recomiendo una película, mucha gente va a verla. Si recomiendo un libro, mucha gente lo compra.

Creo que eres de los pocos periodistas que mantiene hoy una relación fluida con Aragonès y Puigdemont. ¿Cómo ves a cada uno en este momento?

Tengo muy buena relación con prácticamente todos los políticos catalanes. Alejandro Fernández es un tipo sensacional, divertido a morir. Con Carlos Carrizosa también tengo muy buena relación. La tenía con Arrimadas, pero se perdió por algo que se me escapa. Muy buen trato con Colau. También con Aragonès, aunque es más aburrido. Con Illa, la relación es muy buena.

¿Y con Puigdemont?

Lejana, pero cuando le pido una entrevista, me la da. ¿Sabes lo que le dije hace quince días? "Está usted tardando en dar una entrevista en Madrid". Además, le dije a quién se la tenía que dar.

¿A quién?

A Alsina.

¿Cómo ves a Puigdemont y Aragonès?

Muy picados. Librando una batalla tremenda.

Las encuestas dan sensación de bloqueo.

Sí. Al paso que vamos, es una posibilidad. Leí hace poco una encuesta de El Español y otra de El País. Las dos decían lo mismo. La dificultad para sumar un gobierno.

¿Qué escenario es mejor para Cataluña? ¿Illa con los Comunes y Esquerra o un frente independentista?

Me guardo esa opinión personal.

Si miras a esos años del 'procés', ¿hay algo que no te gusta en la manera en que interpretaste esa realidad?

Muy buena pregunta. Fíjate, en esa época no di mucha opinión. Creo que eso lo hice bien. No tocaba tanta opinión. Era tiempo para informar. Nos extremamos mucho todos. Nos politizamos demasiado. Nos lo podíamos haber ahorrado.

Acabaste un poco tocado, Jordi… escribiendo novelas negras.

Me encanta escribir novelas negras. Estoy viendo una serie en Netflix que me está encantando. No sé qué de los renos. Una tía que acosa a un tío. Buenísima, ¿eh? La predilección por las novelas negras es herencia materna. A mí madre le fascinaba Agatha Christie.

Las escribes a cuatro manos con el dramaturgo Marc Artigau. Creasteis un detective catalán, Albert Martínez, en homenaje al Pepe Carvalho de Vázquez Montalbán, ¿no?

Admiraba mucho a Vázquez Montalbán. Lo conocí, pero no como para llamarle “Manolo”. Hay gente a la que me cuesta acercarme por la admiración reverencial que siento. Vázquez Montalbán es uno de ellos.

Jordi Basté, con una vista panorámica de Barcelona al fondo.

Jordi Basté, con una vista panorámica de Barcelona al fondo. Pau Venteo

Fue Vázquez Montalbán el autor de esa cita tan repetida hoy: “El Barça es el ejército desarmado de Cataluña”.

La frase es muy buena. Porque, antes, el fútbol servía para eso. Todas las presiones mentales que teníamos las escupíamos yendo al campo de fútbol con el Barça. No sé ahora si el Barça sigue siendo esa válvula. Hoy es una multinacional en bancarrota. Bueno, quizá no tanto, pero en una situación económica muy difícil. El club está hecho un desastre.

¿Has tenido la tentación de intentar entrar en la directiva del Barça?

¡No, por Dios! No me lo han ofrecido, pero si me lo ofrecieran, diría que no. Cuando tenía 18 años y me entregaron la acreditación de periodista para cubrir al Barça, me dije a mí mismo que no podía seguir siendo socio y se lo pasé a mi hermano. Quizá me equivoqué, pero pensé que, igual que siendo periodista no podía tener carné de un partido, tampoco lo podía tener de un club.

¿Negreira era el general del ejército desarmado de Cataluña?

Hasta que no se descubra qué coño ha pasado de verdad… Me parece un pastiche más del fútbol español. Es transversal a casi todos los presidentes.

Hombre, parece que algo había. Hemos visto papeles, mensajes, anotaciones…

Sí, pero quiero ver qué había. Me gustaría que un día se hiciese la misma investigación con Raimundo Saporta, el directivo del Real Madrid, que tenía una relación especial con los árbitros. Era algo típico de la época. Cualquiera puede verlo en La liga de los hombres extraordinarios, la serie que produjo Évole.

No estoy salvando a Negreira, pero quiero saber qué pasó realmente. No ha habido juicio, la investigación no ha concluido. Queda la mancha y queda la mierda. Como utilizan un megáfono tan potente para extenderla…

¿Estás diciendo que en el Madrid ocurría algo parecido?

No, no. Sólo digo que Saporta era un personaje muy curioso. En esa época, había en los clubes encargados de llevar a comer y a cenar a los árbitros.

¿Es bueno que un club, de manera institucional, se posicione tan claramente en favor de una ideología política? No veo eso en otros clubes. Sí ocurre con sus ultras, pero no con sus directivas.

¿Qué comunicado hizo el Barça?

Uno, en concreto, apoyando el 'procés'. Se colocó al Barça, como institución, a favor del reférendum del 1-O.

¿Hay algún comunicado que diga que el Barça está a favor de la independencia?

Hacer un comunicado a favor de un referéndum en contra de la Constitución es hacer política, Jordi. Pero la pregunta no es sobre esa causa política, sino sobre cómo se colocó a la institución detrás de ella.

Estoy a favor de ese comunicado. ¿Votar es una causa política? A mí, que el Barça se moje por esta historia, no me parece mal.

Habrá socios que no sean independentistas, ni siquiera nacionalistas.

Si lo consideran, que se den de baja. ¿Se han dado de baja? Creo que no. Voy a ver el comunicado… [lee en alto el apoyo del Barça al “derecho a decidir”]. También había gente del PSC que apoyaba el derecho a decidir y no era independentista. No he visto socios saliendo en masa del Barça después de que el club apoyara el derecho a decidir.

Pero si ese no es el fondo de la cuestión: lo interesante, creo, es analizar si un club de fútbol debe apoyar institucionalmente una causa política que además está fuera de la Constitución.

¿Qué problema hay con que opine así el Barça? Igual que el Girona o el centro de excursionistas de no sé dónde.

No he visto nunca a otro club haciendo comunicados políticos. Me parece raro.

A mí no me parece raro. Si vivieras aquí, no te parecería raro.

¿Qué tiene que pasar en el Barça para que pueda volver a competir en España y en Europa?

Esa es una gran pregunta, seguro que nos ponemos de acuerdo: el modelo Bayern de Múnich es el único camino. 50% sociedad anónima y 50% de los socios. El club hoy está hecho una piltrafa.

¿Volverá tu amigo Guardiola? ¿Qué te dice?

Él dice que no. Y yo le diría que no volviera ni loco. En Inglaterra te das cuenta de que la Premier es otra cosa. Vas a los entrenos y no hay periodistas. A mí, como periodista, me gusta el modelo de hoy. Disfruto mucho oyendo el deporte en la radio. Pero para ser entrenador o jugador… Aguantar esto…

Ya no escucho tanto en el independentismo lo de “España nos roba”, pero lo de “el Real Madrid nos roba” es eterno.

Yo jamás he dicho “España nos roba”. A mí no me ha robado nada. Y creo que incluso el 80% de los independentistas te diría lo mismo que yo. El Madrid no nos roba, nos roban los árbitros [se parte de risa].

El otro día me dijo Juanma Castaño: “A ver si Laporta da entrevistas fuera de Cataluña”. Le contesté: “Te cambio una de Laporta por una con Florentino”. Florentino jamás da entrevistas. Me parece alucinante. Y nadie dice nada. ¿Cómo es posible? Yo entiendo que a mí no me la dé, pero tampoco se las da a los medios de Madrid.