Image: Ramón J. Sender: Biografía

Image: Ramón J. Sender: Biografía

Ensayo

Ramón J. Sender: Biografía

J. Vived Mairal

26 diciembre, 2002 01:00

Ramón J. Sender, por Grau Santos

Páginas de Espuma. 709 págs, 29 euros. J. M. Jover Zamora: Historia, biografía y novela en el primer Sender. Castalia. 191 páginas

José María Jover es autor de una obra historiográfica de extraordinaria calidad, pionera en la reflexión sobre un siglo XIX español que él ha abordado con una especial atención hacia los protagonistas colectivos y no hacia los grandes personajes y figurones que, a veces, han monopolizado la atención de quienes han escrito sobre ese periodo. Su escritura, llena de sugerencias y de matices, no siempre resulta fácil de seguir, pero tiene el enorme atractivo de que el lector parece asistir, en primera fila, al proceso de reflexión del historiador que es, en definitiva, el mismo proceso de la creación histórica.

En 1987 Jover publicó la introducción y la edición anotada de Mister Witt en el cantón, una novela publicada por Ramón J. Sender en 1936, que le valdría el premio nacional de literatura de aquel año, aunque el cataclismo que se inició en el mes de julio terminase por convertir en jalón de un final de etapa lo que, en otras circunstancias, hubiera podido ser el comienzo de una consagración literaria. Sender, que había tenido una intensa actividad política anarquista y había simpatizado después con los comunistas durante los años anteriores a la guerra civil, tendría que marchar al exilio y moriría en California hace veinte años sin otro contacto con España que algunas estancias, llenas de desencuentros pero también de emoción, en vísperas de la muerte de Franco y en los años que siguieron a ésta.

Jover puso en aquel trabajo de 1987 mucho de la propia memoria de su infancia cartagenera y no poca parte del poso que los acontecimientos de 1873 habían dejado en personas del pueblo, entre las que el autor señala a algunos de su propia familia, que vivieron los acontecimientos del relato novelesco. Sobre esos recuerdos ha operado la fina inteligencia del autor para relacionar la memoria de aquellos hechos con una obra novelesca en la que la recreación de las circunstancias revolucionarias del cantón de Cartagena tiene mucho de "proyección retrospectiva de una utopía" por la que luchaba el propio Sender en los años de la II República. Esa es, en opinión del autor, la senda atinada para entender el contenido de una novela que, premiada en los primeros días de 1936, tiene también algo de visión profética sobre el drama que se avecinaba.

El trabajo introductorio que hiciera Jover, para la edición de 1987 de la novela de Sender, no llegaría a publicarse completo y es el que ahora se nos ofrece por la misma editorial sin ninguna modificación, circunstancia que no le resta nada de frescura, dada la fuerte impronta personal que el autor ha dado siempre a sus textos, expresión de su originalidad y de su sutileza en la reflexión histórica.

No se trata de que el historiador pretenda saltar al "cercado" de la crítica, aunque sea un decidido defensor de la integración de todas esas disciplinas en la reconstrucción del pasado histórico, sino de reflexionar sobre el proceso de la creación literaria, tomando como punto de partida las circunstancias personales del autor y su compromiso político, para presentar su obra como "uno de los testimonios más directos y vigorosos de la experiencia española" de los años que basculan en torno a la guerra de España. Una novela concebida entre el miedo y la esperanza que caracteriza a la España de los años 30, y que ahora se ilumina con la lúcida visión de un viejo maestro de nuestra historia.

La casualidad ha querido que por estos días haya aparecido también en el mercado una extensa biografía del novelista aragonés, realizada por Jesús Vived Mairal, que es el fruto de una prolongada dedicación a la investigación sobre la vidal de Sender. Es una biografía de corte clásico, realizada a partir de lo que Pabón denominara las "líneas exteriores" del personaje, distribuida en más de medio centenar de breves capítulos, a los que se añaden indicaciones bibliográficas y un índice onomástico que ha debido ser realizado con medios mecánicos, ya que hay pequeños errores que se hubieran evitado fácilmente con un trabajo manual de edición.

Al margen de esto, la biografía de Vived cumple sobradamente sus objetivos al proporcionarnos una cronología fidedigna de nuestro personaje, acompañada de un aparato crítico casi siempre oportuno y nada agobiante. El texto está redactado en un tono directo y elegante, que se ve enriquecido por la excelente utilización de testimonios orales y epistolares. En algunos pasajes, como en los de la descripción de las circunstancias que llevaron al asesinato de la primera mujer de Sender, Amparo Barayón, el texto alcanza verdadera hondura dramática y su lectura se sigue con verdadera emoción. Una coincidencia de publicaciones, en definitiva, que nos devuelven a primer plano la figura de Ramón J. Sender, uno de los más lúcidos testigos de la gran tragedia española del siglo XX.