Santiago Muñoz Machado y Luis García Montero. Diseño: Rubén Vique

Santiago Muñoz Machado y Luis García Montero. Diseño: Rubén Vique

Letras

La ruidosa polémica entre la RAE y el Instituto Cervantes tensionará las elecciones de 2026 en la Academia

Los ataques de Luis García Montero (Cervantes) a Santiago Muñoz Machado (RAE) están relacionados con la sucesión en la dirección de la Docta Casa.

Más información: El Cervantes exige a la RAE una rectificación por la elección "unilateral" de la sede del Congreso de la Lengua

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El del Instituto Cervantes y la Real Academia Española (RAE) ha sido este año un combate a tres asaltos (hasta el momento), pero las rencillas entre sus directores, Luis García Montero y Santiago Muñoz Machado, se remontan a tiempos pretéritos.

Amén de las conocidas tensiones durante el Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) de Cádiz, en 2023, la organización previa al X Congreso de la Lengua, celebrado en Arequipa (Perú) "había sido difícil por las presiones de un señor [Muñoz Machado] que se negaba, por ejemplo, a que tomase la palabra el ministro de Cultura de España [Ernest Urtasun]", según aseguró García Montero en un artículo publicado el pasado 18 de octubre.

Mediatizados por la hostilidad política nacional, los tres asaltos tuvieron lugar en dos escenarios. El primero, en España; el segundo, en Arequipa; el último, de vuelta a nuestro país. La guerra comenzó el pasado 9 de octubre en un desayuno informativo del Foro de la Nueva Comunicación, al que había sido invitado García Montero.

Cuando solo faltaban cinco días para el arranque del CILE en Arequipa, el director del Cervantes lamentó públicamente que su homólogo en la RAE no fuera un filólogo, sino un "experto en llevar negocios desde su despacho para empresas multimillonarias". Y añadió que "eso, personalmente, crea distancia".

Cuando fue preguntado por la relación que mantenían los directores de ambas instituciones, el del Cervantes aseguró que "intentaba" colaborar, pero deslizó que había que "respetar la independencia". Aquella indirecta resonaría en los asaltos posteriores, pero sigamos con la cronología de los hechos.

Instalados ya en Arequipa, donde la celebración del Congreso era inminente, los académicos de la RAE salieron al paso de las declaraciones con un duro comunicado: el pleno, reunido esa misma tarde, expresaba su "absoluta repulsa por las incomprensibles manifestaciones del señor García Montero, por completo desafortunadas e inoportunas".

"El director del Cervantes ha enturbiado con sus declaraciones" el inicio del evento, siendo "una ocasión fundamental para la cultura y la lengua españolas, que reúne representaciones de todas las naciones hispanohablantes", manifestaba el comunicado de la Academia.

"La agresión a su director y presidente" por parte de García Montero –añadieron desde la Docta Casa– "ofende a la RAE y a la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE)", de la cual también es director Muñoz Machado.

El inicio del Congreso tenía como aliciente el encuentro entre ambos directores, que coincidieron en la rueda de prensa de presentación. Lejos de calmar las aguas, se enzarzaron en una batalla dialéctica que quedará para la historia. No hubo interpelaciones directas, pero los dardos no dejaron de volar en una y otra dirección. Los máximos representantes de las instituciones encargadas de coordinar el Congreso escenificaron la brecha, ya insalvable, en el salón consistorial de la Municipalidad Provincial en la ciudad peruana.

García Montero, no obstante, llevó la iniciativa en la contienda. Tras reprobar algunas cuestiones relativas a la importancia que Muñoz Machado le daba a ciertas actividades del programa, lanzó una indirecta que provocó el murmullo del público asistente. A propósito de la ausencia en la mesa del presidente de la Academia de la lengua peruana, García Montero aludió a los "instintos de algunos que quieren acapararlo todo".

Pero el ataque más duro tuvo lugar cuando el director del Cervantes se refirió a un presunto "sucesor" de Muñoz Machado "que se está preparando" desde la Academia. Según García Montero, ese futuro nombramiento "tiene mucho que ver con el comunicado que emitió el otro día la Real Academia" –el día que explotó todo– para salir al paso de sus propias declaraciones, calificadas por la RAE de "lamentables", "inoportunas" e "incomprensibles". Muñoz Machado manifiestó al respecto: "Ni idea".

La sucesión de la discordia

Parece que esta es la causa principal de la animadversión del director del Cervantes hacia el de la RAE. Aunque García Montero nunca citó su nombre, todo apunta a que se refería al periodista Juan Luis Cebrián, rival de Muñoz Machado en la candidatura de la que este salió victorioso la primera vez, en 2018.

Pero ¿cuál es el papel de Cebrián en este asunto? Por un lado, algunos medios apuntan a que el actual director se podría haber reunido ya con el fundador y exdirector de El País para pactar su sucesión, pero esta hipótesis no encaja con los estatutos y el reglamento de la Academia.

"Ningún académico podrá ser elegido para el mismo cargo en el siguiente mandato más de una vez, salvo el director, que, excepcionalmente, podrá ser reelegido para un tercer periodo", leemos. Y cabe aquí recordar que Muñoz Machado fue ya reelegido en 2022, si bien esto no le incapacita para liderar desde 2026 una tercera legislatura.

Pero "para ello se requerirá que obtenga dos tercios de los votos emitidos en la primera votación. Si no se produce tal resultado y ningún otro académico obtiene la mayoría absoluta en la primera votación, se abrirá la semana siguiente un nuevo proceso en el que serán elegibles todos los académicos que reúnan las condiciones generales requeridas, salvo el director", reza el reglamento.

Además, todos los académicos de número –los que ocupan las 46 sillas– tienen derecho a votar y presentar candidatos. Por otro lado, la votación se realiza en sesión plenaria secreta, a puerta cerrada y con papeletas depositadas en una urna. La teoría del pacto de sucesión se antoja, por tanto, difícil de prever. Fuentes de la RAE indican que el actual director está en su segundo mandato, que finaliza en diciembre de 2026, por lo que "la sucesión ni siquiera está sobre la mesa".

Según un artículo de Infolibre al que el propio García Montero remitió a El Cultural en Arequipa, Cebrián "se estaría postulando para sustituir a Muñoz Machado al contar en principio con mayores apoyos que este". Esta teoría, con la que García Montero estaría alineado, se encuentra en las antípodas de aquella que insinúa un acuerdo entre Muñoz Machado y Cebrián.

A día de hoy, ni siquiera es oficial que Cebrián vaya a presentar su candidatura para suceder a Muñoz Machado, pero todo apunta a que cuando se acerquen las elecciones, que se celebran en diciembre del año que viene, aflorará el cruce de declaraciones entre García Montero y el director de la RAE, a propósito de las conjeturas que deslizó el primero en Arequipa.

¿Y qué le importa a García Montero lo que ocurre en la RAE?, se preguntará el lector que se acerque por primera vez a esta guerra. La corriente más crítica opina que esa inquina responde a cuestiones puramente políticas: el Instituto Cervantes, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, estaría poniendo palos en las ruedas a la RAE para que nuestro idioma, estandarte necesario en la presunta estrategia del gobierno socialista, no quedara en manos de una institución independiente del Estado.

Colonizar la RAE

El escritor Arturo Pérez-Reverte se mostró, en esta línea, muy contundente: el Ministerio de Exteriores, a través de "su mediocre y paniaguado" director del Instituto Cervantes, estaría intentando "meter mano" y "colonizar" la RAE para "ponerla a su servicio y contaminarla", según publicó en un tuit.

Álvaro Pombo, último escritor en recibir el Premio Cervantes, tampoco tuvo reparos para referirse a García Montero como "un poeta menor, agradablemente menor, pero faltón; chiquito pero faltón", en un artículo publicado en ABC. El autor de El metro de platino iridiado defendió con vehemencia a "don Santiago Muñoz Machado", que "entró hace ocho años en la Academia", cuando "la RAE estaba en números rojos". "Que yo recuerde fueron dos o tres años auténticamente preocupantes", apuntó, pero el director "nos ha sacado de la ruina".

Desde el otro bando, la versión es muy distinta. Meses después de la decepcionante comparecencia del ministro de Cultura en Arequipa, que respaldó el "magnífico trabajo" de García Montero pero esquivó la polémica disculpándose burlonamente con los periodistas por no darles "carnaza", se produjo el tercer asalto de la guerra RAE-Cervantes.

De nuevo el Congreso de la Lengua vuelve a ser el desencadenante del conflicto. Esta vez el motivo ha sido la elección de Panamá como ciudad organizadora en 2028.

García Montero avivó las brasas aún calientes tras el regreso de Arequipa, que concluyó sin el tradicional anuncio de la próxima sede, acusando a Muñoz Machado de haber querido imponer Panamá "por su cuenta", sin contar con la institución que comanda.

"Corresponde al Cervantes proponer a las academias de la lengua una sede", aseguró García Montero en una rueda de prensa. Y es que "la Secretaría General del Congreso Internacional está a cargo del Instituto Cervantes, que fue quien puso en marcha el CILE en su fundación en 1997, hace ahora 37 años", recordó.

García Montero pronunció estas declaraciones en una rueda de prensa previa a la reunión del Patronato del Cervantes, a la que por primera vez no asistió el director de la RAE. Tampoco el secretario general de la ASALE, Francisco Javier Pérez, ni el académico Luis Mateo Díez. Según fuentes de la Academia, el motivo de la ausencia fue "resaltar el malestar con la conducta inexplicable de García Montero".

Como ya es habitual desde octubre, las instituciones volvieron a enzarzarse en un toma y daca cuya lógica se rige por la dinámica de la réplica y la contrarréplica. La RAE emitió un comunicado desmintiendo que Muñoz Machado hubiera tratado de imponer la sede. Según fuentes de la Academia, precisamente fue la Asociación de Academias la que lo decidió por unanimidad en Arequipa.

Y si no se comunicó en la jornada de clausura, como venía siendo tradicional en ediciones anteriores, fue porque "la situación de tensión y desencuentro que había provocado García Montero" días antes del arranque del Congreso "hizo que no fuese el mejor momento para el anuncio".

Además, Muñoz Machado se lo comunicó personalmente al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, el mismo día en que la expedición regresó de Arequipa, según informan las mismas fuentes.

El Cervantes, por su parte, siguió en sus trece y, apenas unas horas después, exigió a la RAE una rectificación por la elección "unilateral" de la sede en Panamá, lo que a su parecer "vulnera la buena relación entre instituciones que ha sido la norma general de estos congresos, fundados por el Instituto Cervantes en 1997, y a los que en 2001 se sumó la RAE y ASALE".

"La designación de las sedes de los Congresos se consensúan entre el Instituto Cervantes y la RAE tras una evaluación de las candidaturas presentadas a ambas instituciones y al Gobierno de España", explicó la institución en un comunicado, emitido el 10 de diciembre, en el que se aferraban a las Directrices Básicas para la Organización de los Congresos de la Lengua.

Y es que, tal y como indica el punto 5 de las Directrices Básicas, firmadas en mayo de 2014, se establece que "los países aspirantes a convertirse en sede de un Congreso deben formalizar oficialmente su candidatura mediante una comunicación oficial de su gobierno al Gobierno de España y a las instituciones organizadoras (el Instituto Cervantes y la RAE –corresponde a esta la presidencia de la ASALE–), que decidirán de acuerdo con las circunstancias del momento".

El Cervantes lamentaba, además, que la RAE se "beneficie" de la presidencia nata de la ASALE, así como que se "utilice" a las Academias latinoamericanas, lo que provoca "daños a las relaciones institucionales y culturales con Panamá".

Por último, el Cervantes reclamó "la vuelta a la senda responsable de mutua colaboración". Así terminó el último asalto. Pero a nadie se le escapa que volveremos a tener noticias del conflicto.