Mapa-de-Ptolomeo

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Letras

Mapas antes que palabras para explicar el mundo

En este erudito y sorprendente ensayo Dalmau demuestra la importancia de la cartografía al afirmar que incluso las culturas sin escritura poseían mapas para sobrevivir

13 julio, 2021 09:22

El porqué de los mapas

Eduard Dalmau

Debate. Barcelona, 2021. 176 páginas. 17,90 €. 8,99 €

En su conocido relato “El rigor de la ciencia”, un siempre irónico y lúcido Borges habla de un imperio en el que “el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que los Colegios de Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio, que tenía el tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él”. Sin llegar a tales extremos de fanatismo, la historia humana está cuajada de intentos por plasmar, de forma cada vez más veraz y fidedigna, la forma y el contenido del mundo en que vivimos.

A la historia de los primeros de estos mapas, que van desde simples trazos prehistóricos en la roca hasta las complejas cosmogonías de babilonios, egipcios y griegos, dedica el maestro de la cartografía Eduard Dalmau El porqué de los mapas, un erudito y sorprendente ensayo que, además, refleja la progresiva importancia y refinamiento de la ciencia cartográfica conforme las sociedades fueron evolucionando cada vez más.

El mapa prehistórico de la cueva de Abauntz es el más antiguo de Europa

Pero más allá de la complejidad de una cultura, defiende Dalmau, incluso si todavía no tiene escritura, los mapas siempre están presentes. Uno de los antecedentes más antiguos que cita el cartógrafo es el hallado en la cueva de Abauntz (Navarra), que se remonta a más de 13.500 años de nuestra era. El paso de estos grabados a construcciones más modernas se daría en Mesopotamia y Egipto, cuyos gobernantes comenzaron a plasmar en pergamino y papiro planos de ciudades, cursos de ríos, localización de minas e incluso las fronteras de sus dominios.

El mundo griego y helenístico perfeccionará hasta el paroxismo, unidos a sus avances en matemáticas y geometría, la realización de mapas y orbes, como los famosos de Eratóstenes y Claudio Ptolomeo. Un saber que Roma, tan afecta a beber de las fuentes griegas, no supo en este caso aprovechar, como comenta un sorprendido autor. Ello fue en parte el motivo por el que, en la Europa medieval, los mapas tomaran un cariz mítico y bíblico más que real, plagándose de reinos fantásticos y mitos imposibles y perdiendo su carácter naturalista. Algo que suplió la estupenda cartografía árabe, que alcanzó su apogeo hacia el siglo XII de manos del sabio de origen almorávide Al-Idrisi, que practicó su ciencia en la corte de Roger II de Sicilia en Palermo.

El conocido como Papiro de las minas está fechado en época de Ramsés III, a mediados del siglo XII a. C.

Sin embargo, es en el Medievo donde detiene Dalmau su apasionante viaje por el pasado cartográfico, dejando al lector con ganas de un segundo volumen que se adentre en otra época que revolucionaría el mundo de los mapas, la de los grandes descubrimientos de marinos y exploradores. Y también, que prosiga hasta una actualidad donde mapas digitales Google Maps y los GPS han cambiado completamente nuestra relación con el entorno.