Image: Erling Jepsen: El silencio colectivo, en los casos de incesto, es lo que más daño hace

Image: Erling Jepsen: "El silencio colectivo, en los casos de incesto, es lo que más daño hace"

Letras

Erling Jepsen: "El silencio colectivo, en los casos de incesto, es lo que más daño hace"

El escritor danés presenta en España El arte de llorar a coro, una novela inspirada en las escabrosas vivencias de su infancia

4 junio, 2009 02:00

Erling Jepsen

Alberto Ojeda
Los lazos familiares pueden degenerar en situaciones de una perversión casi inefable. Lo narrado por Erling Jepsen en El arte de llorar a coro (Lengua de Trapo) da prueba de ello. Un niño de 11 años alienta a su hermana, de apenas 14, para que se acueste con su padre. Sabe que así salva a este último del suicidio. No conoce lo que significa incesto, ni el daño irreversible que provoca. Pero sí que su progenitor se siente mejor tras abusar de su hija. Una historia truculenta, sí. Y verdadera: porque es la propia historia del escritor danés.

Pregunta.- ¿Ha tenido algún efecto terapéutico para usted la escritura de El arte de llorar a coro? Respuesta.- Podría decirse así. Es muy difícil enfrentarse a una situación como esta. Darte cuenta de que tu padre es un monstruo. Escribí el libro partiendo de dos sentimientos contradictorios. El odio que sentí hacia él cuando fui consciente de lo que estaba ocurriendo, y a la vez el amor que recordaba haberle profesado en mi infancia. Estos dos polos son los que quería que el libro mostrara. De niño adoraba a mi padre. La escritura de este libro muestra cómo un lento ojo crítico hacia su padre va adueñándose de Allan. La "curación" puede ser muy lenta, durar años. En este sentido, quizá la novela ha sido la conclusión de este proceso. Y en ella están el amor que sentí pero al mismo tiempo el convencimiento de que algo así no debería suceder.

P.- Escribirlo le llevó poco tiempo, pero tomar la decisión de hacerlo le costó un poco más: ¡casi 40 años!
R.- Quizá el libro estaba ahí desde hace mucho tiempo. Como he contestado en la pregunta anterior, forma parte de un proceso. El hecho de que se convirtiera en una novela, en ficción, después de mi larga carrera como escritor teatral, es algo distinto. Probablemente tardé poco porque el libro estaba construido y solo había que darle forma.

P.- ¿Qué le determinó finalmente a 'novelar' una aspecto tan íntimo y escabroso de su familia?
R.- Quizá un deseo de entenderlo yo mismo, y por otro lado creo que quise mostrar algo que una comunidad entera guardó en secreto durante mucho tiempo. Este silencio colectivo, que se ha dado en numerosas ocasiones a lo largo de la historia, es lo que más daño hace. El hecho de que todos sepan y ninguno se atreva a decirlo. Escribir sobre ello supuso un acto de justicia hacia mi hermana, y no solo a ella, sino a todas las personas que son víctimas y no encuentran en los demás ni siquiera la fuerza de denunciar.

P.-El punto de vista del niño narrador salva al libro de un exceso de dramatismo...
R.- Efectivamente, el punto de vista del niño es lo que convierte la novela en algo que roza el absurdo, lo grotesco, el humor negro. Mi forma de escribir se encuentra entre el absurdo, lo grotesco y el realismo. Ese es mi punto de vista. Y claro, ese niño también soy yo. Mis obras de teatro también están creadas desde ese humor negro.

P.- ¿Está satisfecho con la adaptación al cine de su obra?
R.- Sí. En la versión cinematográfica, por requerimientos del medio fílmico, la "conversión" de Allan sucede de forma más abrupta, es decir, la rebelión contra su padre es más evidente y explosiva que en la novela. Creo que en la vida (y en mi novela) una cosa así ocurre de una forma más lenta. Pero la película me gustó mucho. Y también estoy muy satisfecho con el resultado de la adaptación de mi segunda novela, Terribly Happy, que va a ser distribuida en España.