Image: Elias Canetti, el Nobel absuelto

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Letras

Elias Canetti, el Nobel absuelto

Apuntes para Marie-Louise, por Elías Canetti

21 julio, 2005 02:00

Elias Canetti

El lunes 25 de julio Elias Canetti (1905-1994) hubiese cumplido cien años. De origen sefardí, su obra recorre el siglo XX con una extraña mezcla de sabiduría y terror, de candor y desolación. Su fe en las palabras le hacía cuestionarlas, arañarlas "y humillarse ante ellas", sin olvidar jamás una profunda compasión hacia el ser humano en el siglo más trágico. Por eso, el Nobel de 1981 reconoció su pasión intelectual y su responsabilidad moral. El Cultural le homenajea con la publicación de los inéditos, recién descubiertos, Apuntes para Marie-Louise, que Jeremy Adler acaba de editar en C. H. Verlag. Escrito en 1942, es, en palabras de Adler, "el único manuscrito conocido de este tipo de la pluma de Canetti", concebido como regalo para su novia, la pintora Marie-Louise von Motesiczky. "Se trata -prosigue Adler- del valioso documento de un amor, el más bello testimonio de la amistad de toda una vida entre dos artistas. En resumen, los apuntes contienen la plétora completa de los intereses de Canetti: en este texto hay política y religión, lengua y utopía, masa y poder, guerra y muerte, arte y vida, mitos y pueblos primitivos, y una expresión a menudo ingeniosa, siempre penetrante". Además, publicamos un artículo de su editor en España, Mario Muchnik, sobre el hombre-Canetti que se escondía tras sus libros.

- Nadie quiere ser las puertas.
- Les cortan a sus víctimas primero las orejas y el nombre; entonces no oyen a nadie que les llame; entonces no pueden llamar a nadie; tan sólo son manos.
- Tan sólo puede reírse con los animales.
- En el infierno se esfuerza en permanecer razonable.
- Las cornejas sobre el trigo amarillo me proporcionan la sensación más intensa de la vida.
- Desea para él una disposición distinta de las orejas, cada una para otros mundos y lo que fuera necesario para ambas, en el cerebro.
- Bajo el comunismo se imagina que nadie acepta órdenes suyas; cómo debe marchar la gente, si nadie les ordena; y cómo deben andar sin marchar.
- Está tan orgulloso que siempre le gustaría regalarle algo a Dios.
- En cada uno yace el alma en un lugar distinto: él la tiene en los pulmones, aquél en la tripa; ella la tiene en el corazón y aquél en el sexo; en mí donde mejor se siente es en las orejas.
- Ha conservado una profunda veneración por la gente mayor: admira de ellos cada año que él mismo no ha podido vivir. Adora a los niños: son para él santos cada año que él ya no podrá vivir.
- En el balbuceo estamos más cerca del origen del lenguaje.
- Cada nube lleva en ella el futuro; sólo que no las entendemos para leerlas.
- "Salvarse" era la palabra que le causaba los movimientos más impetuosos en su corazón. Océanos de criaturas y relaciones estaban allí, para salvarse, y él nunca las llevó más que como violentos ademanes del corazón.
- La soledad es un intento del hombre de estar a la misma distancia de todos los puntos vitales del universo, porque todos ellos le quieren agarrar.
- La lluvia es el tributo del cielo sobre la tierra, por su botín de nubes.
- Sobre todo ándate con cuidado con cualquier filosofía que trate de reducir la vida a un único principio. Siempre se trata en estos casos de una reducción de la vida; de un empobrecimiento y una mecanización; de cualquier tiranía de los dioses; Dios también puede ser un aprendiz.
- Simpatía por las formas duales del pensar; gusta mucho entre los dos principios fundamentales el ser triturados; pero queda sin duda alguna más entero que los anteriores. Luego queda en mí un dualismo, del que un polo parece plural: así hemos ganado tres armas para examinar el mundo: tratamos con la multiplicidad, con lo uno (como su contrario) y, del resultado entre ambos, con lo dual.
- Está celoso de sus uñas cortadas.
- Allí va uno que obliga a los pájaros a que todos vuelen igual de rápido.
- Teme el siglo que viene, porque no sabe quién gobernará. No quiere niños ni niños de los niños. Se quiere morir, mientras todavía esté al tanto. Aborrece el nombre de nuevos países, sobre todo cuando se crean en el lugar de esos otros que él mismo ha recorrido. ¡A mí ahora con nuevas lenguas y nuevos hablantes, que nadie podría entender hoy en toda la tierra!
- Tiene después de algunos años una nueva madre, y las ha desesperado a todas. Ahora él tiene 80 años y su última madre 20 redondos.
- Se ha estudiado insuficientemente a los perros: son "lo humano" en su quintaesencia, ¡y qué inhumano es eso!
- Quien adora el éxito está perdido en cualquier caso: cuando lo tiene, le será igual; cuando no lo tenga, se consumirá en la más falsa melancolía.
- En un tiempo menos comercial, el éxito todavía se llama fama; tal vez antes era más bello.
- Temo las estrellas que no conozco.
- Los amigos de Dios están totalmente desesperados por su magnitud.
- El hombre tiene en la vejez la opción de convertirse en madera o en piedra. La madera huele bien, pero la piedra todavía es más dura.
- Sólo nos podemos sobreponer a la infelicidad mientras se juegue.
- El hombre no se merece ninguna vida privada.
- Podemos matarlo todo: un hombre, una obra, un nombre y hasta un dios, pero no a un amor auténtico.
- Infravaloramos la sensibilidad de un hombre con quien podemos hablar en cualquier momento.
- Me gustaría dejarme influir por la Biblia, como si no fuera de origen judío, como algo extraño y acabado de descubrir, desenterrada por una alegre casualidad. Cada vez estoy más convencido de que me proporcionaría las llaves más audaces, como si todavía nadie la hubiera leído.
- El hombre es la medida de todos los animales.
- Sísifo ama su piedra porque la arrastra.
- Un tiempo en el que hablamos de alemanes, franceses e ingleses así como de sirios, medos y persas, con la ligera extrañeza con que generalmente los mencionamos.
- La ética del anciano es su salud.
- El sentimentalismo es la corruptela de la bondad.
- Cada día hace una nueva amistad y manda las antiguas a la lavandería.
- Se suprimirán todas las armas y en la próxima guerra sólo estará permitido morder.
- En la conferencia de paz se ha decidido dar a Europa la justa oportunidad que se ha ganado en una difícil y larga guerra. Todo debe empezar de cero. Para hacerlo posible, primero se construirá una flota interterritorial de bombarderos para arrasar todas las ciudades que, por casualidad, todavía se mantengan en pie.
- Nada se ha hecho con burla, nada con amor, nada con bondad, nada con venganza, nada con creencia, nada con reconciliación, nada con vida, nada con muerte; ¿entonces con qué ha de hacerse algo?
- Sólo llega de la relación entre la risa y el asombro.
- Los destinos tienen algo de sagrado, en todos los casos.
- Lo normal es una habitación sin puertas y ventanas. Es un enigma cómo va uno a parar allí. Pero hay planos para ello, y a muchos les gusta estar sentados inclinados.
- Las distintas lenguas que uno debería tener: una para su madre, que más tarde no volverá a hablar otra vez; otra que sólo lee y que nunca se atreve a escribir; otra más con la que reza y de la que no entiende una palabra; otra más en la que escribe (pero ninguna carta) y otra con la que viaja; en ésta también puede escribir sus cartas.
- Los pueblos se tienen por inagotables; de lo contrario no se habrían extinguido todos.
- Dios ha perecido por la profanación de su nombre; ahora pueden llamarle largo tiempo.


Cien veces Canetti
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