Nos van a ofrecer, seguramente con su destreza habitual, una obra que se ha escuchado en Madrid y otras sedes con cierta frecuencia, algo que no importa lo más mínimo teniendo en cuenta su valía: The Fairy Queen, una semiópera de Henry Purcell de 1692 basada en partes de El sueño de una noche de verano de Shakespeare. Son apuntes, momentos sin una expresa ilación que van engarzados en una progresión que es dramáticamente estática pero que da lugar a una auténtica exhibición vocal e instrumental. Se emplea mucho material de signo popular brillantemente orquestado y sujeto a los cánones más puros del mejor canto. Contrapuntos, fugati, solos del más diverso signo, proveen abundante lucimiento.

En la trama, tan variada y colorista, aparecen arias de un gran valor musical, como la bellísima See, even Night herself is here, que discurre sobre un lecho de violines con sordina en un dulce Si bemol mayor y 3/2, en la que la soprano (Noche), en elevada tesitura, desgrana lentamente el poético texto; o como la no menos hermosa One Charming Night, escrita para voz de tenor y flautas obbligato, en 3/4 y misma tonalidad.

[William Christie: "El sonido de un móvil en un concierto es como si te dieran una descarga eléctrica"]

La línea de esta llamada a las delicias nocturnas es pausada y sencilla, pero se suele ornamentar, siempre dentro de la expresión “secreta” que pide el pentagrama. En este breve resumen debemos citar asimismo el coro con voz de soprano solista, Now the Night is chas’d away, delicioso himno nocturno a la mayor gloria de Oberon.

Son tres perlas que pueden resumir la calidad de la obra que, en esta nueva interpretación, contará con los elementos precisos para que queden resaltados sus valores. Christie es ducho en este terreno, en el que sigue presentando recuperaciones históricas de alto valor. Pese al empleo de instrumentos de época ha conseguido siempre de sus pupilos una afinación impoluta, una densidad y un colorido tímbricos muy peculiares.

Las idas y venidas de los integrantes del grupo vocal se hacen siempre con enorme mesura. En esta ocasión, junto al grupo instrumental, que habitualmente cuenta con unos 20 o 22 miembros, se moverán seis cantantes muy jóvenes: la soprano Paulina Francisco, las mezzosopranos Georgia Burashko, Rebecca Leggett y Juliette Mey, los tenores Ilja Aksionov y Rodrigo Carreto, el barítono Hugo Herman-Wilson y el bajo-barítono Benjamin Schilperoort.

En Madrid, el grupo actuará el 14 de enero, aunque el día anterior se habrá presentado en Valencia. Volverá a Madrid en junio con un programa bastante distinto.