Javier Perianes. Foto: Igor Studio

Javier Perianes. Foto: Igor Studio

Música

Javier Perianes, un piano como puente entre Goya y Granados

El pianista onubense eleva a disco la maestría con que toca en concierto las 'Goyescas' de Granados, una suite inspirada en el universo de majos y majas del pintor de Fuendetodos

7 enero, 2024 02:16

La compañía Harmonia Mundi, con la que graba Javier Perianes (Nerva, 1978), llevaba tiempo proponiéndole grabar Goyescas de Enrique Granados. Al pianista onubense, en pleno estado de madurez artística, la idea le parecía atinada y estimulante, pero quiso darse más tiempo para foguearse con esta evocadora suite en recitales. Así que cuando este año se encerró en el Auditorio de Zaragoza para registrarla finalmente ya tenía aprehendida la compleja partitura e interiorizado el paisaje sociológico y emocional al que remite.

Ese paisaje es el que, en el siglo XIX, conformaron los majos y las majas que tanto inspiraron a Goya, sobre cuyas pinturas edificó el autor catalán la composición, integrada por dos cuadernos (el primero lo estrenó el propio Granados en 1911; el segundo, en 1914) con seis piezas: Los requiebros, Coloquio en la reja, El fandango del candil, Quejas, o La maja y el ruiseñor, El amor y la muerte: Balada y Epílogo: Serenata del espectro. Títulos que no se corresponden a cuadros concretos pero sí a ese ambiente castizo retratado por el genio de Fuendetodos.

El cruce de Granados con Goya, y de las danzas españolas con el neoimpresionismo, es un festín para el pianismo exquisito de Perianes. “Aquella sociedad española –diría más concretamente madrileña– tiene en Goyescas de Granados una réplica sonora”. Aflora así una atmósfera festiva y cargada de energía y guapura juvenil.

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“Nos encontramos sin duda ante la obra maestra de Granados. Podemos ver desde una escritura tremendamente compleja y alambicada, llena de texturas, voces y contrapuntos, y de una exigencia mecánica y técnica importante”, señala el artista andaluz. “A la vez se nos muestra el Granados más inspirado, el improvisador,el creador de melodías de enorme belleza y el arquitecto de una suite con aportaciones del folclore, del romanticismo e incluso con trazos wagnerianos. Todos estos ingredientes están manejados por parte de Granados de manera absolutamente magistral creando un arco dramático extraordinario”.

El disco aparece coronado con El pelele, una pieza – se considera la séptima del ciclo, aunque Granados no la añadiera al conjunto– de nuevo inspirada en Goya. Esta sí referida a un lienzo concreto, de igual título.

Una colección, en fin, que abrió nuevas vías a la música española para piano, al igual que – apunta Luis Gago en las notas del disco– la Iberia de Isaac Albéniz y la Fantasía Baetica de Manuel de Falla. La de Granados apuntaba más bien hacia Schumann, que también ha grabado Perianes (Canciones sin palabras). Sin palabras, por cierto, puede dejar también la maestría con que nuestro pianista manufactura este disco