Image: Fallece Chris Marker, el padre del ensayo fílmico

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Cine

Fallece Chris Marker, el padre del ensayo fílmico

El cineasta francés, autor de obras de culto como La Jetté, tenía 91 años

30 julio, 2012 02:00

Chris Marker

El cineasta, poeta, escritor, filósofo y crítico francés Chris Marker, con una larga trayectoria en la producción de documentales, falleció el pasado domingo en París a los 91 años, indicaron hoy los medios galos.

Artista de culto, entre los desconocidos por el gran público es el más importante de los cineastas surgidos a partir de los 50: no en vano se le atribuye la patente del cine-ensayo o ensayo fílmico. Es precisamente la dificultad para clasificar sus películas lo que confinó a Marker en un limbo casi inaccesible para los espectadores. De nombre Christian-François Bouche-Villeneuve en 1921, Marker deja una cincuentena de documentales que según la Cinemateca "influyeron profundamente en el cine mundial" y abordaron los principales cambios del siglo XX.

La Jetée, su obra maestra de 28 minutos de 1962, es formalmente un viaje al pre-cine, y al mismo tiempo un triste, melancólico relato de ciencia-ficción que se sitúa en las profundidades de París tras la Tercera Guerra Mundial. Un cortometraje de ciencia ficción que le dio a conocer internacionalmente y aumentó su proyección, sobre todo tras servir de inspiración para la película de Terry Gilliam 12 monos, protagonizada por Bruce Willis. Expone la aventura de un hombre tan obsesionado con un recuerdo de infancia -la imagen de una mujer en un aeropuerto- que los científicos lo utilizan como herramienta para viajar en el tiempo, con la esperanza de encontrar el modo de recomponer el mundo tal y como era antes de su destrucción (la premisa fue recogida treinta años después por Terry Gilliam en 12 monos). En La Jeteé está contenida toda su obra: su talento y obsesión por borrar el tiempo de las imágenes, para que sean simultáneamente pasado, presente y futuro: memoria y adivinación.

Otra de sus obras emblemáticas es Le Fond de l'air est rouge (1977, 93), un monumental documental de tres horas en el que Marker reflexiona sobre la trayectoria de la izquierda en los años 60 y 70: Castro, Vietnam, etc. Su último hito cinematográfico, Second Life (2008), patrocinado por el Museo de Diseño de Zurich, permitió al gato de Marker anunciar un proyecto que se desarrolló en la red y que consistía en un "museo virtual".

Pero acaso su gran ensayo fílmico sea Sin sol (1982), su segunda obra maestra, donde teje una red de relaciones monumental e íntima, barroca, introspectiva y emocionante, en la que caben un diario de viaje por Tokio y Guinea-Bissau (en claro contraste), un "remake" francés de Vértigo o una reflexión sobre las formas de representación y la memoria. En el fluir narrativo de Sin sol, en su capacidad para saltar de un mundo a otro, de un registro a otro, de un tiempo a otro, pero sobre todo en la genialidad de Marker en la mesa de montaje para establecer correspondencias inesperadas, está inscrito uno de los caminos del cine futuro, hoy presente.