Image: Inglaterra abre la veda

Image: Inglaterra abre la veda

Ciencia

Inglaterra abre la veda

Células madre: del uso terapéutico al uso ético

2 septiembre, 2004 02:00

Esquemas de la diferenciación celular (arriba) y de transferencia nuclear. Fuente: Universidad de Stanford

Tras la autorización del Reino Unido a un grupo de científicos de Newcastle para realizar el primer ensayo en Europa destinado a investigar la cura de determinado tipo de enfermedades, la clonación terapéutica ha dado un paso decisivo. José Antonio López Guerrero, del Centro de Biología Molecular y autor del libro Células madre: la madre de todas las células (Hélice), analiza para El Cultural este hito, sus implicaciones científico-éticas, sus limitaciones y su repercusión en los laboratorios españoles.

"La ciencia es imparable, a pesar de la religión". Este aforismo perteneciente a nuestro premio Nobel, Severo Ochoa, seguramente ha sido aplicado por la Autoridad Británica de Embriología y Fertilización Humana (HFEA, Human Fertilization and Embriology Authority) al conceder la primera licencia para llevar a cabo un proyecto conjunto de clonación terapéutica por el Instituto de Genética Humana de la Universidad de Newcastle y el Centro de Fertilización del Servicio Público de Salud de la misma ciudad, coordinados por Miodrag Stojkovic y Alison Murdoch, respectivamente. Como era de esperar, el partido británico Pro Vida y la organización asociada Life estiman que no todo lo que es técnicamente posible ha de ser moralmente aceptable, consideran deplorable la decisión de la HFEA y están estudiando posibles acciones legales contra el proyecto.

El equipo del doctor Stojkovic se va a centrar en la diabetes tipo I, aunque podría ampliarse a enfermedades neurodegenerativas tales como Parkinson o Alzheimer. Con este nuevo paso, el Reino Unido se sitúa a la vanguardia de la investigación en medicina regenerativa junto a Corea del Sur, donde "supuestamente" se ha realizado la primera clonación de embriones humanos que produce líneas celulares pluripotenciales. No obstante, habrá que esperar hasta el próximo otoño a que Naciones Unidas debata el tema y determine si hace o no distinción, jurídicamente hablando, entre clonación humana terapéutica y reproductiva.

Límites
Polémica ético-religiosa aparte, científicamente están muy bien trazados los límites entre ambos tipos de clonación. En el caso de la clonación terapéutica, el resultado final NUNCA será un ser humano. Los embriones son destruídos a los pocos días del ensayo. Por ello, Suzi Leather, presidenta de la HFEA, ha declarado que en la aprobación del proyecto de clonación terapéutica, los aspectos legales, éticos y médico-científicos han sido correctamente evaluados, por lo que, recordando a Hans Magnus Enzensberger, premio Príncipe de Asturias 2002, "Todo lo que se pueda hacer, se hará".

Pero, ¿en qué consiste la clonación terapéutica? ¿Qué potencial clínico tiene? ¿Es realmente segura para la salud humana? ¿Cuándo estaría disponible? De todas estas preguntas, la primera es la más fácil de contestar. La clonación terapéutica conseguiría minimizar, sino eliminar completamente, dos de los mayores problemas de los trasplantes: la obtención de la suficiente cantidad del tejido a implantar y su completa histocompatibilidad con el receptor.

Potencial
Además, con esta técnica se podrían abordar regeneraciones tisulares hasta ahora impensables, como la del tejido neuronal. Finalmente, combinaciones con técnicas de biología molecular podrían "corregir" defectos genéticos del tejido a implantar. Para visualizar mejor el proceso, pongamos como ejemplo al señor ‘X’, enfermo de diabetes. De forma análoga a lo realizado con la oveja Dolly, tomaríamos una célula de ‘X’ y extraeríamos su núcleo. A continuación, introduciríamos dicho núcleo, con toda la información genética del señor ‘X’, en el interior de un óvulo enucleado (sin núcleo), procedente de las clínicas de fertilización in vitro.

Tras un proceso delicado de reactivación, obtendríamos un cigoto, es decir, un embrión unicelular, ¡sin fecundación! Este embrión, clon del señor ‘X’ se desarrollará in vitro durante unos días hasta constituir una blástula de menos de 200 células. Dentro de la misma, su Masa Celular Interna dará lugar a las denominadas Células Troncales (Madre) Embrionarias (ES, Embryonic Stem), capaces de diferenciarse hacia cualquier linaje celular. En el caso de la diabetes de nuestro paciente imaginario, las células ES podrán originar células betapancreáticas, capaces de volver a producir la insulina que el señor ‘X’ necesita para vivir. Como se ha indicado anteriormente, las células ES podrían ser manipuladas mediante técnicas de biología molecular para corregir cualquier anomalía genética detectada, antes de reimplantárselas al paciente.

Realidades
Hasta aquí el potencial de esta técnica. Hablemos ahora de realidades, siempre al margen de conceptos éticos o religiosos. Como ya ha comentado en alguna ocasión Juan Carlos Izpisúa, próximo director del Centro de Investigación en Medicina Regenerativa de Barcelona, "estamos intentando correr antes de aprender a gatear correctamente". Muchos son los genes implicados en el proceso de diferenciación celular y pocos los que conocemos por el momento. De hecho, los procesos de división y/o diferenciación celular son de los más regulados molecularmente. Existen factores, como por ejemplo las proteínas P53 o Rb, que a la menor alteración del proceso, ordenan el "suicidio" celular.

En caso contrario, la división descontrolada de la célula podría conducir a su transformación y a la aparición de tumores, que es uno de los aspectos que más preocupan a los investigadores en terapia celular. Cuando se trata de vidas humanas no vale la reflexión de Bocaccio "vale más actuar a riesgo de arrepentirse que arrepentirse de no haber actuado". En términos similares se manifestó, durante el transcurso de unos seminarios científicos en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid, Bernat Soria, investigador que estará al frente del Centro Andaluz de Terapia Celular y Medicina Regenerativa. Para el doctor Soria, "no hay que fomentar la idea de que este tipo de técnicas constituirán la panacea de la medicina". La clonación terapéutica seguramente representará una valiosa herramienta, pero su aplicación no se estima factible antes de la próxima década. Asimismo, parte del actual escepticismo, a pesar del prometedor rumbo emprendido por el grupo del doctor Stojkovic de Newcastle, estriba en el reciente trabajo, publicado en Science, de Woo Suk Hwang y su equipo de la Universidad de Seúl. En sus famosos experimentos de clonación, y a pesar de que partieron de cerca de 240 óvulos procedentes de múltiples donantes, sólo obtuvieron un par de líneas celulares derivadas de los embriones producidos que, a su vez, sólo se desarrollaron cuando el óvulo enucleado y el núcleo celular introducido procedían de la misma mujer.

El caso español
Estos hechos despiertan los recelos de la comunidad científica, que se pregunta si esos embriones obtenidos no podrían ser fruto del proceso conocido como partenogénesis, común en otras especies animales, el cual no tendría nada que ver con el de clonación fruto del estudio del grupo surcoreano. Mientras tanto, en España, amaina la tormenta desatada tras la presentación, por parte del director de Investigación de la Fundación IVI de Valencia, Carlos Simón, de las dos primeras líneas de células madre embrionarias obtenidas por primera vez en nuestro territorio, pero sin autorización aparente del Gobierno. Tras algún que otro "cruce de declaraciones", el consejero de Sanidad de la Generalitat Valenciana, Vicente Rambla, ha asegurado que tras la próxima modificación de la ley de reproducción asistida, su comunidad autónoma se incorporará a la red de investigación en medicina regenerativa que, junto a los Centros de Andalucía y Cataluña, está siendo constituida por el ministerio que dirige Elena Salgado.

Futuro
Con estos centros de investigación en células madre, que contarán con un aporte económico cercano a los 20 millones de euros, y la creación del Banco Nacional de Líneas Celulares en Granada, España se muestra decidida a apostar por la terapia celular, tanto con células adultas, aspecto importante a tener en cuenta, como de origen embrionario. La clonación terapéutica sigue estando prohibida, aunque la ministra de Sanidad ya se ha apresurado a sugerir un posible cambio de la ley si la demanda de proyectos similares a los aprobados por la HFEA británica así lo aconsejara. Marcelo Palacios, presidente de la Sociedad Internacional de Bioética, Alberto Romeo, presidente de la Federación de Asociaciones para el Estudio de la Reproducción o los propios Bernat Soria y Juan Carlos Izpisúa ya han mostrado su satisfacción por este nuevo rumbo del Ejecutivo, a pesar de que el presidente del Comité Nacional Asesor de ética, César Nombela, ve con recelo la "posible precipitación" a la hora de la aprobación del proyecto de clonación terapéutica en Newcastle.